CAPÍTULO 5

Mientras la veo salir de la sala no puedo evitar pensar que en verdad esa mujer siempre a sido hermosa, ella y yo somos casi de la misma estatura por lo que su cuerpo voluptuoso hace que parezca toda una modelo, en verdad que me puedo enloquecer de solo verla, pero... la tristeza en sus ojos me preocupa, siento que le esta sucediendo algo en su vida, pero es seguro que no confiaría en mí para contarme y al ver su reacción al momento que la abrace solo reafirma mis sospechas sobre que le esta sucediendo algo. Doy un suspiro de frustración y camino a la mesa con el resto de la familia.

Estuvimos hablando entre todos de diferentes cosas hasta que dieron las doce, mis hermanas se fueron a casa de mi hermano junto a él y mis primos en el auto de mi madre, mis tíos y mi padre Raffaello se quedaron en la casa grande y mi padre Noah me pidió que llevara a Tara y su madre al hangar de la familia ya que al parecer debían estar de regreso en su ciudad para el día siguiente sin falta.

Vamos en mi coche y Tara se ve totalmente distraída mirando por la ventana, miro a la tía Violeta por el retrovisor y va dormida en la parte trasera. Lo pienso unos instantes, pero al final me decido a preguntarle.

-Tara, ¿Por qué tanta urgencia en regresar a su casa?, Al menos podrían quedarse hasta mañana o quedarse unos días en casa de mis padres-

*Le digo un poco confundido por el afán de viajar a media noche y preocupado por esa tristeza que trata de disimular*

-... Solo... tenemos algunas cosas que hacer mañana antes de medio día, vinimos por el cumpleaños de la tía Estrella, sobre todo porque mi madre quería venir, pero no podemos faltar el día de mañana ya que nos están esperando así que hablamos con tío Noah y nos prometió que nos enviaría de regreso sin problemas por lo que aquí estamos contigo de camino a abordar el avión-

*Me responde sin mirarme y puedo notar que limpia una lágrima de su mejilla*

-Entiendo, sé que no me dirás nada, pero si puedo ayudarte en algo sabes que lo haré de inmediato-

Ella afirma con su cabeza, pero no dice nada más. El silencio fue sepulcral por el resto del camino, al llegar al hangar la tía Violeta no despertó por lo que la cargue hasta su asiento y Tara se sentó a su lado abrazándola.

-Gracias Dom, por traernos y por cargar a mi madre, ella debe estar cansada por el viaje y todo el ajetreo que hemos tenido en el día además ya es tarde-

*Me dice acariciando el rostro de su madre*

-Sabes que lo hago con mucho gusto y sobre la tía Violeta no debes preocuparte, es normal que este cansada y hago todo esto con mucho gusto, yo... Tara-

*Intento hablar, pero ella me mira de forma sería*

-Por favor Dominic, no comencemos con la misma conversación de siempre, te aseguro que no es un buen momento, no necesito tus disculpas constantes, pero si te tranquiliza un poco en serio me alegro volver a verte aunque sabes que eso no cambiará las cosas entre nosotros, tu vida y la mía son muy diferentes en este punto, ahora creo que debes irte, quiero llegar a casa y tratar de descansar un poco, ten cuidado de camino a casa y gracias por todo-

*Me dice mientras trata de mantener su compostura y que sus lágrimas no salgan. Doy un gran suspiro*

-Sí, tienes razón, a mí también me alegró verte y espero que todos tus problemas se puedan solucionar, que tengan un buen viaje, trata de descansar-

Digo mis palabras dando la vuelta y bajando del avión, subo a mi auto y me quedo en ese lugar observando hasta que despegan. No sé que le sucede, pero estoy convencido de que es algo muy grave, no es fácil que algo la logre derrumbar de la forma en la que la vi esta noche. Doy un suspiro y arranco mi coche tratando de dejar esto de lado, me dirijo al centro de la ciudad, vivo en el medio de este lugar ya que me gusta ir de fiesta en cada mínima oportunidad que tengo y estando en esta ubicación todo el ambiente nocturno queda cerca, no me gusta estar en la soledad de mi penthouse y menos en días como hoy con todo lo que me sucedió con esa mujer así que me dirijo a un bar para poder tomar una copa y buscar compañía para esta noche ya que eso es lo único que sé hacer bien.

....

UNOS DÍAS DESPUÉS

Estoy en mi oficina terminando algunos papeles que tengo que firmar para dar por terminado todo lo relacionado con la temporada de moda de invierno que sera presentada en quince días. Miro mi celular y veo un mensaje de una de mis compañías regulares así que lo abro.

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Me río, miro el reloj y son casi las once de la noche y el mensaje llego a las nueve así que doy por terminado mi día de trabajo, recojo mi portafolio y me dirijo al ascensor con dirección al parqueadero. La mujer que me escribió es la persona que me acompaña a las fiestas empresariales, su nombre es Ariana Zambrano, ella es la hija del general de las fuerzas armadas de mi país, es un hombre muy influyente así que tener a su hija a mi lado en las fiestas o reuniones importantes siempre a sido de gran ayuda para mis negociaciones ya que en este mundo todo se trata de influencias, ella es una mujer muy atractiva una estatura de 1.60 cm, realmente no es muy alta, pero sus tacones siempre le ayudan frente a mi altura, tiene ojos azules, caucásica, cabello hasta sus hombros, rubio, también tiene un cuerpo favorable aun cuando no es de mayor notoriedad, en verdad el peso mas grande que tiene a su espalda es su padre sin embargo en medio de todo nos hemos hecho cercanos, se podría decir que aparte de tener sex* a veces también tenemos conversaciones triviales sobre nuestra vida y problemas, me a llegado a caer bien y nos conocemos desde hace varios años, existen diferentes rumores sobre nosotros, pero son solo eso, rumores.

Llego al lugar donde ella se encuentra, la busco con la mirada y la veo sentada en la barra del bar. Me acerco dándole un beso en su mejilla y ella me mira con sensualidad.

-Buenas noches Dom, creí que me quedaría esperándote-

*Me siento y pido un trago al bartender*

-Nunca te dejaría esperando, estaba terminando algunos documentos y no vi el mensaje hasta hace poco así que vine de inmediato, cuentame ¿Por qué te sientes sola?, ¿Tanto me has extrañado?-

*Le digo entre risas haciendo que ella se ría también*

-Sabes que sí, hace días no nos vemos y quería pasar la noche a tu lado, ¿Es posible?-

*Brindamos y bebo mi trago de una sola vez mientras la escucho*

-Claro que sí, si quieres podemos irnos de inmediato, creo que ya has estado suficiente tiempo en este lugar-

Le digo y ella afirma con su cabeza, pago la cuenta y nos dirigimos a mi penthouse que esta a unas cuadras del bar. Al llegar nos besamos como fieras mientras quitamos nuestra ropa y cuando estamos a punto de entrar a la habitación escucho que tocan la puerta. Frunzo el ceño ya que aparte de mi familia nadie tiene permitido subir hasta mi apartamento por lo que supongo debe ser alguno de ellos y al ver la hora me preocupa que sea algo urgente.