Capitulo 14

Estaba ahí, en medio de la multitud, mirando a la persona que estaba frente a mí. Él se veía imponente y majestuoso, como siempre había sido. Yo observaba cómo tomaba la mano de la señorita Green para tranquilizarla. Ella lo miraba y sonreía de forma tan brillante que parecía iluminar el lugar.

La escena me rompía el corazón. Toda mi vida había soñado con ser yo la persona a su lado. Quería que esa mirada fuera para mí, pero ese lugar fue ocupado por la perfecta señorita de sonrisa brillante. Cuando la presentó como la próxima luna suprema, mi corazón estalló en mil pedazos, volviéndose añicos. Las lágrimas salieron de mis ojos, bajando por mis mejillas. Cerré con fuerza el puño un momento, tratando de controlarme y no ceder a mi primitivo instinto. Tenía tanto deseo de dejar salir mi verdadero yo y desgarrar el hermoso cuello de Albania Green. Pero si agredía a la futura luna, podía ser condenada a muerte y todavía no estaba lista para morir de forma patética.

Me abrí paso entre la multitud, empujando a cada persona que se me ponía en frente. Sentía que ese lugar me asfixiaba y que en cualquier momento me ahogaría con mis propias lágrimas.

Cuando por fin pude salir de entre la multitud, me adentré en el bosque, convirtiéndome en lobo y rasgando mi ropa en el proceso. Corrí, corrí y corrí sin descanso por el bosque, en un intento desesperado de escapar lo más lejos posible de todo y poder llorar en paz, sin que nadie me mirara con lástima. Era tan difícil darme cuenta de que el hombre que amaba desde niña nunca me quiso y decidió darle mi lugar a otra mujer, una que, según él, sí cumplía con lo que deseaba en su pareja. Y no lo culpaba. Ella era todo lo que cualquier mujer quisiera ser: hermosa, inteligente, de buen linaje y con sangre Alpha corriendo por sus venas. Era todo lo que yo había deseado y nunca pude ser. Solo era una Omega débil y huérfana que fue rescatada cuando era niña en el bosque.

Llegué a la parte más profunda del bosque y me dejé caer a la orilla de un lago, volviéndome un ovillo mientras lloraba de dolor. Me preguntaba qué había salido mal. Se suponía que él debía amarme incondicionalmente al saber que era su pareja destinada.

Cuando él se enteró de que era su pareja destinada, estaba disgustado. Incluso me amenazó con desterrarme si me atrevía a decirle a alguien que era su mate. Se avergonzaba de mí por ser débil. Lo que él no sabía es que en realidad me había vuelto débil al sacrificar una parte de mí con el fin de que él se volviera mío. Desafié a la naturaleza misma y forcé un lazo inquebrantable entre ambos, o por lo menos eso pensé hacer, porque todo mi sacrificio se fue por el desagüe por culpa de Albania Green.

El sonido de una rama seca quebrándose a mis espaldas me hizo girar la cabeza. Un lobo color café estaba detrás de mí, caminaba con pasos lentos hacia donde me encontraba. Por el olor, supe inmediatamente que se trataba de Luis.

- Roxanne - me habló a través del enlace. Lo ignoré hundiendo mi cabeza una vez más al suelo.

- Deja de llorar, no todo está perdido - dijo colocándose a mi lado y moviendo suavemente mi cuerpo con su hocico. Luis siempre me trató con cariño. Sabía lo que él sentía por mí, pero nunca pude corresponderle.

- La eligió a ella, no le importó nuestra conexión - dije entre lágrimas. Todavía mi corazón sangraba. La escena de ellos dos en la cama se repetía en mi cabeza a cada segundo, volviéndose una tortura.

- Marshall es un tonto. Te juro que se va a arrepentir por no elegirte - él intentaba hacerme sentir mejor con sus palabras de consuelo, pero a verdad eso no estaba funcionando como él esperaba.

- No puedo rendirme aún, no todo estará perdido - barbujé en un susurro para mí misma sin despegar la vista del lago. En este lugar lo vi por primera vez y en ese instante juré que él sería solamente mío.

- Puedo deshacerme de esa niña mimada, solo tienes que pedírmelo - propuso Luis refiriéndose a Albania. Quería que muriera. Era mi mayor sueño, pero aún no podía matarla. Sería peligroso.

- No podemos matarla. Es la luna suprema y la hija del Alpha Green - contesté levantándome del suelo. Me dolía el corazón, pero no podía dejar que mi sueño de toda la vida terminara así. Debía pelear por lo que me pertenecía.

Debo regresar a mi trabajo. Gracias por estar a mi lado, Luis.

Corrí de vuelta a la manada, dejándolo solo en el lago. Ya tenía un plan en mente y estaba segura de que no fallaría. Marshall era mío y no dejaría que una aparecida me apartara de su lado.

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