Entrenamiento

Acordamos con Máx qué mi entrenamiento sería después de salir del trabajo y los fines de semana. Hoy será mi primer entrenamiento, me siento un poco ansiosa no sé si seré capaz de tomar un arma.

Máx se fue a las bodegas, mientras yo me quedé en la casa, un poco aburrida sin saber de hacer, no me gusta estar separada mucho tiempo de él, pero es algo que no podemos controlar. Salgo un momento al jardín y veo a lo lejos a Laura. - Laura ¿cómo estás?, ¿puedo ayudarte en algo? Es que hoy Máx decidió no llevarme con él y me aburre estar así sin nada que hacer. - Mi niña clara ven voy a arreglar un poco las flores del jardín, me serás de mucha ayuda - le dice Laura.

Y así pasamos la mañana arreglando el jardín y conversando de la infancia de Máx. Al terminar nos dirigimos a la cocina y nos disponemos a almorzar. Llegada la tarde me doy un baño y me coloco ropa cómoda para esperar a Máx y así iniciar con el entrenamiento.

Maximo- estoy en la bodega, hoy decidí no traer a Dayana, me hace mucha falta si fuera por mí jamás me alejaría de ella, trato de concentrarme en el trabajo, me es un poco difícil pero tengo que arreglar varios asuntos. De repente entra Sandro - hermano ¿cómo estás? ¿Y mi hermosa cuñada? Me dice. - hola hermano bien, hoy se ha quedado en casa, decidí que descansará un poco pues más tarde empieza su entrenamiento. Le digo.

- espero que no seas tan duro con ella, recuerda que es una tu hermosa pelirroja - me advierte

-no te preocupes, no la lastimaría es la persona que más amo, pero si debo enseñarle bien, debe estar preparada ya sabes que en este mundo no hay distinción de géneros - le recuerdo

¿Bueno dime has encontrado algo más en el computador?

- si precisamente a eso venía, revise el video del accidente y en estos momentos están tratando de saber quien es la persona que ahí aparece, pronto sabremos quien fue el causante y lograremos hacerle pagar por todo - me comenta Sandro

-perfecto así de una vez por todas haré justicia, ¿has averiguado algo referente al imbécil de Rafael?, estoy seguro tiene que ver algo en esto. - le digo

- referente al hermano he averiguado y ha tenido varias conversaciones con el tal Marcos, tus sospechas pueden ser ciertas y pueda qué esos dos hayan hecho todo para apoderarse de los negocios de don Carlo.-me confirma Sandro

-bien, apenas tengas lo de la identidad me avisas, y llevaremos a cabo el plan. Ya mañana nos reuniremos con el abogado, necesito que te quedes al frente de todo mientras estoy reunido con Dayana y el abogado. - le ordenó

-así será hermano no te preocupes - me reafirma

Al terminar con todo lo pendiente me dirijo a casa ya no soporto más estar lejos de mi hermosa pelirroja.

Llego a casa, subo directo al cuarto la encuentro en el balcón muy pensativa, no se da cuenta de mi llegada, me acerco la abrazo y beso su cuello. Ella inmediatamente voltea, me abraza y nos besamos con tantas ganas, ambos nos hacíamos mucha falta. - no sabes la falta que me has hecho mi hermosa pelirroja - le digo -tu ami también me has hecho mucha falta mi amor - responde dándome un dulce beso.

-¿en qué pensabas amor? Estabas tan pensativa qué no te diste cuenta de mi presencia.

- pensaba en todo lo que me ha pasado desde que te conocí, en lo feliz que me haces sentir y en lo mucho que te amo - me contesta

Sin pensarlo más la levanto, la empiezo a besar, los besos se tornan cada vez más profundos, nuestra temperatura empieza a subir, sin pensar tanto nos quitamos la ropa y la hago mía, entro en ella recibiendo gemidos de su parte, - ya me hacía falta sentirte, estar dentro de ti - le confieso. - tú también me hacías mucha falta, quería que me hicieras tuya, no te detengas mm, - me dice entre jadeos. Terminamos llegando al clímax al mismo tiempo.

Nos levantamos de la cama y nos vamos a bañar, era tanta la falta que me hacía qué la vuelvo a hacer mía en la ducha, inicio dándole placer con mi boca, gime de placer, la cargo enreda sus piernas alrededor de mi cintura y empiezo a moverme hasta que llegamos en un solo clímax.

Salimos de la ducha nos cambiamos y dirigimos al entrenamiento. Ya abajo decido llevarla al área de tiro hoy quiero que apenda a manejar un arma. Le enseño las partes, como cargarla, y pasamos a disparar al principio le cuesta un poco pero logra darle al blanco aprende rápido. El verla disparar me excita y ya me encuentro con ganas de hacerla mía. Dayana se da cuenta de mi enorme bulto, tiene una mirada coqueta, deja el arma a un lado se acerca y empieza a besar mi cuello y mete sus manos dentro del pantalón, esta mujer me vuelve loco de placer, sin esperar más le quito los pantalones y la hago mía nuevamente.

-si así van a ser los entrenamientos, deberíamos hacerlos más seguido - me dice de una manera coqueta guiñandome un ojo.

-ese será el pago cada vez que aprendas en ellos - le contesto propinandole un beso.

Al terminar nos dirigimos a la casa, cenamos y ya en el cuarto cuadramos lo del almuerzo con el abogado. Así poco a poco nos quedamos dormidos abrazados.

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