Un nuevo comienzo

Vamos rumbo a la casa de aquel hombre, todo es silencio entre nosotros así que decido romper el silencio preguntándole como se llama.

Maximo: me llamó Máximo Petrov querida Dayana. ¿Ahora dime tú por qué tu padre te ha vendido?

Dayana: yo... No tengo la menor idea se supone que un padre debe protegerte, cuidarte, pero desde que mamá falleció él se ha comportado como un desconocido para mí.

Maximo: entonces ese imbécil no merece que lo llames padre. Ahora iremos a casa dormirás conmigo ya mañana hablamos de las reglas qué debes seguir de acuerdo.

Dayana: ¿dormir juntos? Pero y... yo no

Maximo: pero nada dormirás conmigo y punto.

Dayana: me quedo callada sin saber que más decir, es mejor no hacerlo enojar.

Llegamos a su casa, pero era más que eso, era una mansión enorme, custodiada por varios hombres. Me da la orden de bajarme e ingresar. Ya dentro de ella nos recibe una señora muy amable.

Maximo: nana Lucía ella es Dayana, de ahora en adelante vivirá y dormirá conmigo, encárgate de encontrarle ropa y lo que ella necesite.

Lucía: está bien Máximo así será, vamos muchacha te llevaré al cuarto.

Dayana: no sé que decir solo me dispongo a asentir con mi cabeza y seguir a la señora hacia un elevador. Marca al segundo piso, al llegar salimos y me lleva al cuarto de Máximo todo está decorado con negro.

Lucia: muchacha debes darte un baño, anda ve mientras te traigo un poco de ropa para que descanses.

Dayana: muchas gracias, permiso. Sin más me dirijo al baño es enorme, y como era de esperar negro.

Bajo el chorro de la ducha solo me dispuse a llorar en silencio, no se que voy a hacer, como será mi vida de ahora en adelante, como voy a contactar al asistente de mi abuelo y lo más importante como mi propio padre ha sido capaz de hacer tanto daño.

De repente la puerta se abre, Máximo esta parado mirándome fijamente, veo fruncir su seño, como puedo trato de cubrirme lo más que puedo, nunca he estado en una situación como esta solo agacho mi mirada con vergüenza. Se acerca a mi cierra la llave y me tapa con una toalla.

Maximo: qué te ha pasado en todo el cuerpo, porque lo tienes marcado. Contesta

Dayana: mi.... Mi padre me ha golpeado, lo siento, disculpame.

Maximo: así que ha sido ese imbécil, va a pagarlo muy caro.

Me toma del mentón y levanta mi mirada para que lo mire a los ojos y noto esa sonrisa malévola, esa sonrisa que hace temblar a todos pero, por alguna razón no siento miedo me siento totalmente atraída por el.

Salimos del baño me empieza a besar, siento una corriente con cada beso y caricia qué me propina, me dejó llevar por todas las emociones qué estoy sintiendo,me acuesta en la cama y empieza a besarme el cuello va bajando hasta llegar a mi entrepierna y empieza a darme mucho placer, me hace estremecer y soltar gemidos y así llego a mi primer orgasmo.

Maximo: sabes delicioso Dayana a partir de hoy serás mía, me entiendes ningún otro hombre puede tenerte ni siquiera estar cerca a ti. Eres mia, solo mía.

Me siento excitada solo quiero que me haga suya, que me haga sentir mujer por primera vez. Empieza a quitarse la ropa ver ese cuerpo bien formado, ese abdomen bien marcado me excita mucho más, se coloca encima de mi y empieza poco a poco a penetrarme, es un poco doloroso y suelto algunas lagrimas se queda quieto por un momento.

Maximo: estar dentro de ella es la mejor sensación, es virgen tenia mis dudas pero ya no ahora solo será mía la tomaré me quedo quieto por un momento para que su cuerpo se acople a mi, empiezo a embestir poco a poco sacando gemidos de su boca lo que me da más placer y empiezo con más fuerza logrando qué grite de placer, la tomo por la cintura y la coloco sobre mi, con mis manos la ayudo para que empiece a moverse muy rápido se adapta y empieza a moverse cada vez más rápido logrando qué me excite cada vez más. No aguanto más la volteo la embisto escucho sus gemidos lo cual me hace aumentar el ritmo logrando qué ambos lleguemos al climax, salgo de ella me dirijo a darme un baño.

Dayana no se que me pasa pero que me diga que soy sólo suya me excita, me hizo llegar a un nuevo orgasmo fue maravilloso, tanto que quiero más de él. Se fue hacia el baño dudo un poco si ir tras el o no pero lo necesito, necesito sentirlo. Sin dudarlo más me levanto y voy hacia el baño está de espadas a la puerta lo que aprovecho para ingresar a la ducha lo rodeo con mis brazos se da la vuelta sonríe y me empieza a besar, tan solo con sus besos me vuelve loca, me levanta rodeo su cintura con mis piernas me hace suya nuevamente, lo hicimos durante toda la noche terminamos viéndonos a los ojos y me da un dulce beso y poco a poco me voy quedando dormida. Fue la mejor noche.

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