Máximo Petrov

Soy Máximo tengo 24 años me he dedicado al negocio familiar desde los 17 años, mi padre me enseñó todo lo relacionado con el negocio de las armas, manejo también las empresas las cuales nos sirve de fachada. Mi padre falleció hace 3 años producto de un accidente de tráfico. Perder a mi padre fue doloroso pero como jefe de la mafia Rusa no debo dejar qué me miren débil, todo lo contrario debo ser más frío, calculador, con mis hombres hemos investigado aquel accidente y encontramos qué al otro carro le habían cortado los frenos, aquella persona lo hizo muy bien no encontramos ningún rastro qué nos condujera al culpable de la muerte de mi padre, jure vengarme y hacer sufrir a aquella persona.

Esta noche debo ir a cobrar una gran cantidad de dinero qué le preste al imbécil de Rafael ya se ha tardado más de lo debido, así que hoy me paga o simplemente lo mataré pero de una lenta y dolorosa eso enseñará a todos que con Máximo Petrov no se juega.

Son casi las doce entro al cabaret del imbécil de Rafael al entrar todos me quedan viendo, pero mi mirada se desvía a una hermosa peli roja qué está cerca del escenario, tiene un cuerpo maravilloso y unos hermosos ojos verdes. Volteo y ahí esta el imbécil ese mirándome y temblando pues sabe que con un Petrov jamás se juega, nos dirigimos a su despacho.

Rafael: Máximo qué sorpresa tenerte por estos lados, dime necesitas alguna mujer, diversion, trago.

Maximo: Sabes perfectamente a que he venido así que no des vueltas y dame lo mío. Si no sabes que en este preciso momento eres hombre muerto, y te aseguro que tu muerte será lenta y dolorosa.

Rafael: Ma.. Máximo no es necesario, voy a pagarte, pero en este momento no puedo, veras el negocio no me ha dado lo que esperaba.

Maximo: eso a mi no me interesa.

Me levanto de la silla y le doy un puño en su estómago tan fuerte qué inmediatamente escupe sangre. Me dirijo al ventanal de donde se visualiza todo el cabaret y veo a la peli roja cantando, me quedo un momento mirándola tiene una voz maravillosa.

Rafael: te interesa Dayana puede ser tuya, es mi hija, es virgen puedes tenerla como pago de mi deuda.

Maximo: así que es tu hija, y eres capas de venderla de esa manera.

Rafael:así es pensaba hacer una subasta para vender su virginidad y así reunir tu dinero. Pero si quieres puedes llevártela como pago de mi deuda , sabes que una virgen vale mucho.

No voy a negarlo me veo tentado a tenerla es realmente hermosa y tengo tantas ganas de hacerla mía.

Maximo: acepto tu propuesta, pero aun así debes pagarme pues me debes mucho más de lo que ella vale. Me la llevare conmigo y te olvidaras totalmente de ella, y dentro de un mes espero el resto del dinero que me debes si no ya sabes lo que va a pasarte. Serás desmembrado poco a poco estando vivo. Sabes perfectamente que con los Petrov no se juega. Ahora tráela.

Rafael: S... Si voy... Voy por ella.

Dayana: estaba en el camerino pues termine mi show, cuando veo entrar a mi padre me toma del brazo muy fuerte y me lleva a su oficina.

Al entrar veo al hombre sentado muy cómodamente con un trago en su mano y una sonrisa malévola, volteo a ver a mi padre a la espera qué me diga que está pasando.

Rafael: aquí la tienes puedes llevártela es toda tuya.

Dayana: escuchar a mi padre decir eso, me destrozo totalmente y me hizo darme cuenta de que ya me había vendido. Lo volteo a ver intentando soltarme de su agarre, pero no lo logro lo único que gano es que me lastime más, me tira a los pies de aquel hombre levanto mi mirada hacia él y me doy cuenta de que tiene una mirada de odio, enojo se para, se dirige donde está mi padre y le propina un puño en su cara qué lo hace perder el equilibrio y sangrar inmediatamente.

Máximo: eres un malnacido como te atreves a tratarla de esa manera, pero que más podía esperar de ti si la estabas vendiendo.

Dayana: me quede paralizada al ver la reacción de ese hombre se dirige a mí me da su mano para ayudarme a parar.

Maximo: vamos levántate, es hora de irnos me da asco este sitio.

Dayana: dude un poco le di la mano me ayudo a pararme no podía creer que mi padre me había vendido, y ahora que será de mi vida como podre tomar el poder en las empresas de mi abuelo, cuanto tiempo tendré que estar con este hombre. El hombre me llama y me ordena qué lo siga es hora de irse.

Miro por última vez a mi padre con mis ojos llenos de lágrimas aun sin comprender por qué me hizo tanto daño. Miro al hombre y le pido que por favor me lleve a recoger mis cosas, pues necesito ir por el celular para comunicarme con el asistente de mi abuelo.

Maximo: no necesitas nada en casa encontrarás todo lo necesario. No sé que me pasa con esta peli roja solo deseo tenerla, hacerla mía y que ningún hombre se atreva a colocarle un dedo encima.

Dayana: no se porque pero este hombre me da cierta confianza, a parte del deseo que siento por el.

Dayana Ruso

Máximo Petrov

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