Capítulo 13

Después de ingresar a su habitación, Arimbi aseguró rápidamente la puerta firmemente.

Esa misma noche, Arimbi decidió que se opondría a cualquier maldad que le hicieran Mama Lina y Diva.

Si normalmente Arimbi permanecía en silencio y obediente, esta vez se atrevió a defenderse, gracias a Bara,

Quien la despertó a las tonterías de ceder y conformarse con sus acciones crueles...

Y debido a Bara, Arimbi ahora aspiraba a derrotar a esas dos serpientes y hacer que su padre viera que Mama Lina y Diva no eran las mujeres buenas que pretendían ser...

Ambas solo estaban aprovechando la riqueza de su padre y conspirando para controlarla...

"Lo siento, papá... perdóname si ahora te he enfadado, pero... todo esto lo hago para que finalmente veas tu comportamiento que me ha decepcionado profundamente..., de ahora en adelante, no dejaré que desprecies más a mamá y también enfrentaré a esos dos seres viles"

Susurró Arimbi para sí misma, luego se dirigió al baño para limpiarse...

Mientras tanto, fuera de la habitación, en ese momento, Papa Adi estaba realmente enfurecido...

Nunca antes su hija Arimbi se le había desafiado, e incluso demostró ser inmune a sus amenazas...

"Maldita sea... ¡todo esto debe ser obra de ese pobre hombre! Ha influenciado a mi hija, así que ahora Arimbi se atreve a desafiarme, e incluso en este momento, aún no ha salido de su habitación, espera, seguro terminaré tu relación con él".

Papa Adi dijo, irritado...

Diva, escuchando los murmurios de su padre, se sentó inmediatamente junto a Papa Adi...

"Papá... parece que Arimbi ha sido envenenada en tu contra por ese pobre hombre, prueba de ello es que ya no teme las amenazas que le haces, o tal vez deberías demostrar tus palabras a Arimbi, para infundirle miedo, para que no se atreva a rebelarse de nuevo".

Diva continuó manipulando a Papa Adi,

Lo que hizo que Papa Adi escrutara el rostro de Diva detenidamente...

"¿Qué estás sugiriendo, hija? No entiendo".

Mama Lina, captando la pregunta, se levantó para ponerse frente a su esposo...

"Esto es lo que Diva quiere decir, querido, ya que Arimbi ahora se atreve a contradecirte, deberías vindicar todas las amenazas que le has dirigido, estoy convencida de que se arrepentirá de su desafío..."

"¿Quieres decir que debería expulsar a Arimbi de esta casa?"

"Sí, querido... es la única manera en que Arimbi aprenderá el miedo, ya que nunca bromeas con tus amenazas".

Mama Lina explicó, dejando a Papa Adi en silencio...

No... ¿cómo podría expulsar a su propia hija de la casa en la que habían vivido durante mucho tiempo...

Aunque Papa Adi a menudo se enfadaba con Arimbi, su afecto por ella era inmenso e inmejorable...

Porque Arimbi era el activo más preciado que Papa Adi poseía, no tenía a nadie más además de su hija...

"No... no puedo hacer eso, que Arimbi se confine si así lo desea, estoy simplemente demasiado agotado y quiero descansar ahora".

Papa Adi respondió, levantándose de su asiento y dirigiéndose hacia su habitación...

Dejando a las dos mujeres atrás, su frustración desbordándose en la sala de estar...

"¡Argh... estoy completamente frustrada con ese hombre decrépito, mamá! Mira, ni siquiera considera nuestros consejos, parece que debemos deshacernos rápidamente de tu esposo".

Diva miró fijamente a su madre,

Lina se apresuró a silenciar a su hija, para que esas palabras no fueran escuchadas por nadie cerca...

"Diva... ¡Diva...! ¿Por qué no puedes mantener la boca cerrada? ¿No te he advertido sobre cuidar tus palabras?"

"Suéltame, mamá... Estoy cansada de este engaño, y eres demasiado débil en tus planes, apenas puedo soportarlo más..."

"Diva, vayamos a tu habitación ahora, discutiremos este asunto allí".

Mama Lina instó, sujetando firmemente el brazo de Diva, y las dos salieron de la habitación...

Sin que ellas lo supieran, un par de ojos había estado escuchando todo el tiempo...

Pertenecía a uno de los empleados del hogar, que había estado trabajando allí desde que la madre de Arimbi aún estaba viva...

"Serpientes despreciables, ustedes dos son realmente viles, esperen, informaré sus planes a la señorita Arimbi, para que pueda proteger al maestro Adi con la máxima vigilancia".

Murmuró el sirviente, abandonando sigilosamente su escondite...

****

En otro lugar, específicamente en la habitación alquilada de Bara, el apuesto hombre sonreía, su corazón rebosante de alegría...

Por alguna razón, cada vez que intercambiaba mensajes con Arimbi, Bara sentía felicidad y emoción...

La intuición matutina de Bara de que se había enamorado de Arimbi a primera vista no estaba equivocada...

Y prometió no dejar ir a Arimbi, hacerla suya para siempre...

"Arimbi... ¿ya te estás sintiendo somnolienta?"

preguntó Bara en su mensaje enviado.

"Aún no, en realidad estoy muy feliz chateando contigo, y si te parece bien, me gustaría hacerte una videollamada, Bara"

respondió Arimbi, haciendo que Bara saltara emocionado en su cama.

"Wow... esto es increíble, creo que me estoy enamorando de ella, Arimbi te amo"

gritó Bara histéricamente, sus vecinos escuchando su exclamación.

Bimo sonrió feliz al escuchar el grito extático de un hombre, sabiendo bien que debía ser Bara, quien a menudo gritaba de alegría.

Y ahora Bara se estaba preparando para su videollamada, arreglándose el cabello y la ropa para lucir elegante y sofisticado...

Al igual que Arimbi, que se dedicaba a preparativos similares, se cambió a una camiseta ajustada y se maquilló ligeramente, revelando su belleza y encanto mejorados...

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