Capítulo 10

Ahora los dos se sentaron junto al lago artificial en el parque.

Bara quería irse a buscar más pasajeros, pero la mujer a su lado rápidamente agarró su mano muy fuerte.

Arimbi estaba dispuesta a pagar generosamente a Bara, siempre y cuando estuviera dispuesto a pasar tiempo con ella.

Bara, recibiendo tal oferta, la aceptó al instante con gran alegría.

¿Cuándo más podría ganar diez millones sin tener que andar bajo el sol abrasador...

"Señorita, creo que el pago que me estás ofreciendo es demasiado extravagante; no pedí diez millones, señorita,"

dijo Bara, sintiéndose incómodo.

"No me llames Señorita, solo Arimbi, y yo te llamaré 'hermano de la motocicleta',"

"Jaja... como quieras, Arimbi, es cierto que en efecto soy un 'hermano de la motocicleta',"

"Gracias; resulta que eres bastante agradable para hablar. Oh, y en cuanto al pago, no te preocupes. En realidad, tengo mucho dinero, aunque lo mantengo oculto de mi papá y de mi madrastra,"

"¿En serio...! ¿De dónde sacaste tanto dinero que incluso tu padre no lo sabe?"

preguntó Bara, mirando de reojo, incitando a Arimbi a girar y encontrarse con su mirada, que tenía una expresión serena.

Heradé mucho dinero de mi difunta madre, quien me dio un libro de ahorros y su tarjeta y su PIN de cajero automático antes de fallecer, así que puedo usarlo fácilmente.

"Wow... así que tu mamá también era rica?"

"Sí, así es. Pero parece que mi padre traicionó a mi madre cuando estaba enferma, teniendo una aventura con su secretaria, y después de que mi madre falleció, se casó con ella de inmediato y la trajo a ella y a su hija a nuestra casa,"

"Wow, tu historia es bastante trágica; ¿cómo pudo tu padre ser tan cruel con tu madre?"

"Sí, mi padre es cruel y tonto,"

"Entonces, ¿qué pasó después? ¿Tu madrastra y tu hermanastra te trataron bien?"

"Por supuesto que no; han intentado varias veces eliminarme, pero por suerte el personal de la casa siempre está al pendiente de sus movimientos, lo cual me ha protegido de sus intentos."

"¡Esas personas desagradecidas y malvadas! ¿Has pensado en denunciar sus crímenes a las autoridades?"

preguntó Bara, sintiéndose indignado.

"No...no puedo hacer eso, 'hermano de la motocicleta'. Traería vergüenza al apellido de mi padre. Ahora, estoy sola en este mundo y debo estar preparada para frustrar cualquier ataque de parte de ellos,"

"No...no estás sola, Arimbi, prometo ayudarte si necesitas algo,"

"¿De verdad...? Pero, ¿no tienes miedo de involucrarte en los asuntos de mi familia? Sabes que mi hermanastra es muy malvada y astuta; temo que también pueda poner en peligro tu vida, Bara,"

"No te preocupes...puedo encargarme de tu hermanastra. Incluso te ayudaré a deshacerte de ellas y hacer que tu padre vea la verdad sobre esas dos víboras,"

"Gracias, Bara. Estoy tan feliz de escuchar eso; finalmente encontré un amigo que puede ayudarme,"

dijo Arimbi con una sonrisa feliz, apretando sin saberlo la mano de Bara, lo que hizo que Bara sonriera también lleno de alegría.

"Sí, me alegra poder ayudar. Ahora deja de estar triste, no tiene sentido llorar por personas malvadas como tu madrastra y tu hermanastra."

"Sí, a partir de ahora prometo ser más fuerte y valiente, para vengarme de ellas por sus malas acciones,"

respondió Arimbi, mirando fijamente a los ojos de Bara durante mucho tiempo.

Bara, recibiendo una mirada tan intensa, sintió que su corazón latía con fuerza.

Parecía que Bara realmente se había enamorado de la hermosa mujer y prometió ayudar a Arimbi a liberar a su padre de las garras de esas mujeres malvadas...

***

Mientras tanto, en otro lugar, en la oficina de Abraham, el anciano estaba sonriendo orgulloso.

Por fin, su deseo iba a hacerse realidad: ver a su único hijo crecer mejor y más maduro...

"Anton, ¿quién es la hermosa mujer que está sentada con mi hijo?"

preguntó Abraham, lleno de curiosidad.

El señor Anton respondió con una sonrisa a la pregunta de su amo.

"La mujer se llama Arimbi Sanjaya, hija de Adi Sanjaya, señor."

"Ah, parece que mi hijo ha empezado a encontrar a su pareja. ¿Han estado viéndose juntos mucho tiempo?"

"No, señor, el joven amo acaba de conocer a la señorita Arimbi hoy, y por casualidad, rápidamente se han vuelto cercanos y han formado una amistad."

"Bien entonces, deja que mi hijo siga su propio camino; solo necesitas vigilar su seguridad."

"Sí, señor, seguiremos sus órdenes."

El señor Anton dijo, inclinándose respetuosamente, luego salió de la oficina para llamar inmediatamente a sus subordinados.

"Hola, ¿cómo está la vigilancia? ¿Está el joven amo a salvo en este momento?", preguntó el señor Anton por teléfono.

"Todo parece tranquilo y en orden, señor Anton, y actualmente estamos monitoreando al joven amo, quien está acompañado de una hermosa mujer".

"Ja ja... ¡eres todo un bromista! Bueno, si algo sospechoso sucede, contáctame de inmediato y asegúrate de mantener al joven amo muy seguro".

"Entendido, señor Anton". Respondió el hombre al teléfono, después de lo cual el señor Anton regresó a su oficina para enfrentar la aún vasta carga de trabajo que le esperaba.

Abraham no permitiría que su único hijo estuviera en peligro, aunque le diera libertad a su hijo en lugares públicos.

Pero permanecía vigilante, especialmente después de enterarse por parte del señor Anton que los matones contratados con los que Bara había peleado el otro día, y que resultaron heridos, estaban ahora en movimiento para encontrar la ubicación de Bara.

Sentían un profundo rencor hacia el hijo de Abraham, y este hecho preocupaba mucho a Abraham...

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