Accidente.

...Seis meses después....

O grandísima sorpresa. Mi futuro novio está pensando en proponerle matrimonio a la tipa. Osea WTF. ¿Cómo se atreve?, ¿Porqué se va casar?, ella no es la indicada. Yo crecí con el. Yo lo he amado toda mi vida. Yo soy su princesita y el mi príncipe.

Algo anda mal. Muy mal. No podía aceptar que el se casará con ella.

Pero tampoco soy una metiche. Decidí dejar que fuera feliz. Y si ella era su felicidad pues yo no quería ser la villana. Además, ¿qué se supone que haga?, Ir a la iglesia el día de su boda y decir "YO ME OPONGO". Eso sólo pasa en las novelas.

¿O debería hacerlo.? Le hice una videollamada a mi mejor amiga. Ella sigue viviendo en Inglaterra.

— Hola Sony.

— Hola Linda. — No crean que le digo linda de cariño. Ese es su nombre.

— ¿Qué pasó?

— ¿Cómo sabes que algo pasó? — Ella me lanzó una mirada que decía. "Te conozco". — Okay si paso algo.

— Cuéntame.

— Dante le quiere proponer matrimonio a la bruja.

— ¿Y?

— ¿Cómo que y?, lo voy a perder. Si se casa y tiene hijos ¿dónde quedaré yo?

— Dónde siempre has estado. Sólo eres la hermana de su mejor amigo.

— Pero no quiero ser eso.

— Sony yo no puedo ayudarte. Además Dante es ocho años mayor que tú. No tienen futuro.

— Pero yo...

— Tu sólo lo has idealizado. Lo quieres porqué has convivido mucho con el. Sólo es costumbre no amor.

— Hablas igual que una anciana.

— Sony yo quiero lo mejor para tí. Y honestamente Dante no es lo mejor.

— Tú qué sabes. — Colgué la videollamada molesta.

... Días después, Dante sufre un accidente mientras regresa de cerrar un negocio. Fabián, Sonia, Sandra y los padres de Dante estaban en el hospital esperando noticias.

El doctor sale y Sonia se apresuraba preguntar por el.

— El señor Betancourt está fuera de peligro. — Dice el doctor. Todos suspiran aliviados. — Pero no podrá volver a caminar.

— ¿Cómo dice? — Sandra se muestra muy afectada.

— Lamentó decirles esto. Hicimos todo lo que pudimos pero...

Sandra sale del hospital hecha un mar de lágrimas.

— ¿Puedo verlo? — Pregunta Sonia muy triste.

— Lo siento. El paciente necesita descansar. Podrán verlo mañana.

— Gracias.

— Vamos a casa. — Le dice Fabián a Sonia.

— Vete tú. Yo me quedó.

— No digas tonterías. No puedo dejarte sola aquí. Vámonos.

— Quiero quedarme con el.

— Sonia no seas necia. Aunque te quedes no podrás verlo. Mejor vámonos ya.

— Pero yo...

— Mañana te traigo. Lo prometo.

— Está bien. — Sonia accede. Al día siguiente milagrosamente se levanta primero que todos en la casa. — Fabián ya amaneció. Llévame con Dante. — Fabián piensa que está soñando.

— ¿Qué horrible pesadilla es está?

Sonia se enoja y le quita la sabana.

— Despierta. Despierta. Tenemos que ir al hospital.

— ¿Hospital?

— Prometiste que me llevarías con Dante.

— ¿No puede ser más tarde?

— Yo quiero ir ahora. Levantate. — Su hermano sigue sin responder. Ella toma el agua de la jarra y se la avienta en la cara. Fabián sé sobresalta.

— ¿Estás loca o qué? — Tose un poco.

— Llévame al hospital.

— Haber perezosa. En primer lugar el hospital no recibe visitas hasta las doce del día y en segundo lugar tú tienes que ir a la primaria.

— SECUNDARIA. — Grita enojada.

— Si dónde sea. El punto es qué te llevaré después de clases. No antes.

— Bien. — Sonia regresa a su habitación y se pone el uniforme. Después bajá a desayunar.

— Hija. Qué milagro. — Su padre se sorprende.

— Buenos días papá.

— ¿Ataste tú cabello?

— Si. ¿Me veo bonita?

— Mucho. Eres la niña más bonita de esté vecindario..

— Gracias papi. — Se sienta a desayunar. Su hermano baja.

— Pensé que había soñado lo qué pasó hace un momento.

— Ya viste que no.

Todos desayunan juntos y luego ella se va a la escuela junto a su hermano.

— Pasa temprano.

— Está bien.

Sonia sale del auto y cómo todavía faltan 20 minutos para entrar a clases aprovecha para ir al patio. Mientras está de lo más tranquila alguien toca su espalda. Ella se gira. Jorge se la queda mirando sorprendido.

— ¿Sonia?

Sonia sabe a lo que fue y decide no hacerle caso. Se levanta y se mete al salón. Se queda ahí hasta que el timbre suena.

El resto del día siente una mirada sobre ella. Voltea y ve a Jorge observandola. Ella lo mira sorprendida y luego desvía la mirada.

— Seguro que no me está viendo a mi. — Se dice en su mente.

— Eso es todo por hoy. Vayan a su clase de educación física.

Todos se levantan y van a la última clase. Hoy jugarán futbol. A Sonia le gusta ese deporte pero especialmente hoy no quiere jugarlo. Se siente deprimida porqué Dante ya no podrá.

— Sonia. ¿Qué esperas? A la cancha.

— No me siento bien. ¿Puedo quedarme en la banca?

— Está bien. Ve a la enfermería para que te revisen.

Sonia aprovecha y se escapa de clases. Desafortunadamente alguien la intercepta.

— ¿No deberías estar en la enfermería? — Pregunta Jorge.

— Haya voy.

— La enfermería queda del otro lado.

— Qué más te da. Vete y no me molestes.

— El entrenador me pidió que te llevará. No estoy aquí por gusto.

— ¿De todos los chicos tenías que ser tú?

— Lo mismo pienso.

— Si no te gusta vete. Nadie te detiene.

— El deber me detiene.

A Sonia no le queda de otra que ir con el.

— Llegamos. Ya te puedes ir.

— Tengo que asegurarme de que te revisen.

— Ahora resulta. — Ell lo mira mal. — No es necesario. Vete ya.

Jorge la ignora y entra a la enfermería. Sonia entra después de el. No sin antes lanzarle una maldición por ser tan inoportuno.

La enfermera la revisa y todo está bien con ella. Sonia finge que no está bien y la enfermera le da una pastilla. A Sonia no le gustan las pastillas así que cuándo nadie le está prestando atención la tira al bote de basura.

Salen de la enfermería y ella va por sus cosas. Jorge la sigue desde una distancia considerable.

Sonia espera a su hermano en la salida y el pasa por ella es pocos minutos. Ella va con mucho entusiasmo a ver Dante.

— Hola. — Se acerca y le besa la mejilla.

— Hola princesita.

— Te traje tus panques favoritos.

— Eres muy amable. Pero me acaban de operar no puedo comer estás cosas.

— Mmm. Bueno entonces me los comeré yo.

— Está bien. Fabián, ¿sabes algo de Sandra.?

— ¿No ha venido?

— No. No lo hizo. Le llamé pero no contesta. ¿Le pasó algo?

— Seguro está ocupada. Ya vendrá.

— Eso espero.

— ¿Tus padres ya vinieron?

— No. Ustedes son mi primera visitas.

Sonia lo está viendo con un poco de tristeza.

— ¿Porqué me ves así?

— Eres un chico muy fuerte.

— Gracias. ¿Porqué lo dices...?

— Bueno porqué... — Los padre de Dante interrumpen la confesión.

— Hijo. — Su madre lo abraza.

— Auu. — Se queja Dante.

— Lo siento amor.

— No te preocupes.

— Disculpé no puede haber más de tres personas en la habitación. — Informa el doctor.

— Sonia vámonos.

— Pero...

— Ahora...

— Dante esperó que te recuperes pronto. — Le da un beso en la mejilla. — Nos vemos mañana.

— Hasta mañana.

Sonia y Fabián se van.

— Mamá no quise mencionar nada delante de ellos pero... No siento mis piernas. ¿Es normal.?

El corazón de su madre se destruye. No quiere ser ella quién le de esa noticia.

— Es la anestesia.

— Eso creí

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Comments

ana maria talbott

ana maria talbott

Pobre Fabián 😔 y la dizque novia brilla por su ausencia

2024-04-24

1

Mary Mejía

Mary Mejía

es doloroso que te digan que no vas a poder caminar 😭 y el en quien confía que en este caso es su novia no lo visita 😭

2024-04-11

10

Izy Maldonado

Izy Maldonado

pobre no siente sus piernas, y la novia tarda en llegar 😔

2024-03-24

1

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