Mi nuevo socio

...Dante....

¿A dónde se habrá ido Sandra?, ¿Porqué tarda tanto? Después de ver a Sonia no quiero seguir un minuto más aquí.

Todavía no puedo perdonar a esa mentirosa.

— Será mejor que te vayas. — El papá de Sonia me sugirió. Aunque parecía más una orden.

— Sólo estoy esperando a Sandra.

— Está en el jardín. Ve por ella y vete.

— Bien. — Sali de la presencia del señor y me fuí al jardín.

— Yo no sé que seas capaz de hacer o no. Sólo mantén tu distancia al igual que lo has hecho estos años. — Le dijo Sandra a Sonia.

— ¿Porqué? No me digas que tienes miedo de que te lo quité. — Sonia sonrió orgullosa.

— ¿Tú? — Sandra hablaba con ironía. — Te vez diferente pero no pienses que por un par de tetas bonitas me lo vas a quitar.

— Supongo que no. Aunque con el es lo que funciona. Porqué el no sabe valorar a las mujeres que están a su lado en las buenas y en las malas. El sólo sabe valorar la belleza física y a las mujeres que le hacer un buen oral.

— ¿Eso piensas de mi? — Salí de mi escondite para enfrentarla.

— Si eso pienso. — Sus palabras no temblaron en absoluto.

— Sí no supe valorar a la mujer que estuvo a mi lado en las malas, fue porqué esa mujer apartó a la que yo amó para usar su lugar.

— ¿De verdad crees que Sandra quería ese lugar?

— Sonia por favor. Tú y el nunca tuvieron un futuro. No te metas en nuestra relación, te lo suplico.

— No tienes porqué suplicarle nada. Ella no se va meter porque no tengo ningún interés. — Sonia se rió incredula.

— ¿Y quién te dijo que yo tengo interés en ti?

— ¿Y porqué estás molestando a Sandra?

— Yo estaba aquí primero. Ella fue lo que vino a molestar.

— No es cierto. Amor yo vine a tomar aire y ella llegó a reclamarme lo que pasó hace cuatro años.

...Sonia....

No puedo creer lo cínica que es esta mujer. Yo ni siquiera tengo interés en reclamar cosas que pasaron.

— ¿Porqué eres así Sonia? — Cómo siempre. Le cree lo que ella dice y no se molesta en ver los hechos.

— No sé. Es divertido.

— No juegues conmigo. — Me tomó del brazo.

— No me toques. — Lo empuje. — Nunca te atrevas a tocarme. No eres digno de eso. — Entré a la casa. Sólo pare cuándo llegué con mi papá.

— Hija. ¿Pasó algo?

— Nada.

Las personas ahí me miraron sorprendidos. Ya habían llegado más de los que hubiera deseado ver. Cómo desearía que Cristian estuviera aquí. Con el me sentiría menos incomoda.

... Al día siguiente, el abogado de Fabián llega a casa de su padre para dar lectura al testamento. Todas las propiedades de el son heredadas a la cuñada de Sonia. Alejandra se siente un poco mal y se niega a aceptar sin embargo el padre y Sonia le dicen que fue la voluntad de Fabián así que debe aceptar.

A Sonia le hereda las acciones de una empresa que fundó al lado de Dante. Sonia se molesta mucho. No quiere tener el más mínimo contacto con Dante y ahora tendrá que trabajar con el.

— Voy a vender esas acciones.

— No puede hacerlo. — Comentá el abogado.

— ¿Porqué no.?

— Recientemente estan creando un proyecto de millones. Si se venden afectará a la empresa por lo que debe esperar un plazo de seis meses para hacer cualquier movimiento.

— Bien.

Sonia no puede creer su suerte. Pasa de estar triste a estar enojada con su hermano por ser socio de sus peores pesadillas.

En la oficina de Dante es está muy pensativo. ¿Quién será su nuevo socio ahora que Fabián murió?, Si bien la relación de ellos se deterioró por lo que él le hizo a Sonia todavía lo apreciaba y quería cómo a un buen amigo. Por algo a pesar de su rivalidad la sociedad seguía funcionando bien.

— ¿Qué te preocupa amor? — Sandra que está a su lado lo interroga.

— Mi nuevo socio.

— No te preocupes. Seguro va ser el padre de Fabián. No creó que haya heredado algo tan importante a una niña.

— Eso esperó. — Lo que menos deseaba era tratar con Sonia. En Inglaterra Cristian quiere salir del hospital e irse a México para estar con Sonia.

— Ya hablamos. No puedes.

— Pero mamá.

— Hace sólo unas horas que te operaron. ¿No quieres que cuándo ella te vea sea caminado?

— Si pero también quiero estar para ella en éste momento difícil.

— Lo se. Pero ella te va entender. Te lo aseguro.

Cristián se queda pensativo. Lo que más desea es ir y ver cómo está ella. Pero también quiere volver a caminar para declararle su amor. Porqué el siente que ella no lo tomara enserio estando en silla de ruedas.

De regreso a México Sonia está muy enojada. No pudo posponer más de dos días la inevitable reunió con sus peores pesadillas.

— Papá tengo una gran idea. Ve tú.

— Imposible. Tengo una reunión con empresarios japoneses y sabes que odian la impuntualidad.

— Pero yo no quiero ir.

— Tendrás que hacerlo. — Le da un beso y se va.

...Sandra....

Esperó que al imbécil de Fabián no se le haya ocurrido poner a la estúpida de su hermana. No la quiero en mi empresa..

— Señorita la reunión casi empieza.

— En un momento voy.

Me preparé y caminé a la sala de juntas. A los pocos minutos llegaron los otros inversionistas. La mayoría son jóvenes. Todos eran amigos de Dante en la universidad.

— Buenos días. — Me saludaron al entrar. Y es que todos quieren conmigo, pero yo ahora estoy en una relación, es una lastima porque todos estan muy buenos.

— Amor. — Dante me dió un beso en la mejilla.

— ¿Quién falta?

— El señor Bustamante.

Si Dante dice que falta Bustamante significa que Fabián lo dejo a el cómo socio.

— Siéntate amor.

— Gracias. — Tomé mi lugar.

— Buenos días. — La molesta voz de Sonia me hizo voltear. No puede ser. Si la dejó a ella.

— Buenos días. — Todos los amigos de Dante la voltearon a ver. Estaban hipnotizados con ella.

...Sonia....

Estar aquí es de verdad muy molestó. No conozco a nadie. Aunque todos se ven jóvenes y eso da más miedo. Dónde hay hombres guapos y jóvenes hay depredadores peligrosos.

— Buenos días. — Me saludaron ellos y uno se levantó, me acomodo la silla.

— Gracias.

— Un placer. — Me dió una sonrisa coqueta. Hombres, todos son iguales, ven carne fresca y se alocan.

— Para los que no me conocen yo soy Sonia Bustamante, hermana de Fabián Bustamante y la nueva socia de esta constructora.

¿Será que estuvo bien lo que dije?, dudaba de mi misma. Hice de cuenta que estaba en una exposición de mis maquetas, así no me pondría tan nerviosa..

— ¿Sabes cómo funciona esta empresa? — Dante fue el primero en hablar.

— Todo se aprende.

— ¿Te vas a tomar enserio está sociedad.?

— No soy el tipo de mujer que anda con jueguitos.

— Por favor no seas tan frío con la nueva. — El accionista que acomodó mi silla salió en mi defensa. — Bienvenida a la empresa. Será un honor trabajar contigo. Cualquier cosa que necesites cuenta conmigo. — Me guiñó un ojo.

— Gracias. Lo tendré en cuenta.

— Bienvenida. Esperó que tú estancia aquí sea agradable. — Pronunció otro chico. Al cual no conozco pero estoy segura de que lo ví en alguna foto con mi hermano.

— ¿No dices nada Sandra? — La observé con una sonrisa.

— Bienvenida.

— Gracias. Seguro me agradará trabajar contigo.

— Porsupuesto. Seremos grandes amigas. — Hipócrita. Cómo me gustaría borrarte esa sonrisa falsa del rostro.

— Si las presentaciones y bienvenidas ya terminaron, ¿podemos hablar de lo importante? — Resaltó Dante y todos guardamos silencio.

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