El Viaje De Lilian

El Viaje De Lilian

Mi entorno

Debajo de la gran cúspide en donde las grandes copas de los árboles se arremolinan, está el lugar que llamo

hogar, la espesa neblina, las calles de piedra iluminadas por las luminarias, los robustos árboles, las flores tan variadas encontradas a lo largo del camino, junto con las variadas enredaderas, son cosas que complementan mi mundo y de todos los que vivimos en esta ciudad mágica. Se nos conoce por muchos nombres, brujos, magos, hechiceros, son adjetivos que se usan para referirse a nosotros constantemente. Y sinceramente creo que el usar cualquiera de ellos para describirnos es muy apropiado.

Las pequeñas gotas de rocío que se posan sobre las hojas, junto con el cantar de las aves y los rayos del sol que empiezan a cruzar las copas de los árboles, me saludan, dándome señal clara de que hoy empieza un nuevo día.

De pronto los faros se empiezan a apagar y los rayos de sol que cruzan por mi ventana me dan la señal para salir de mi cómoda y suave cama, me levanto agotada y escucho la madera crujir bajo mis pies. Me estiro lo más que puedo, al igual que lo haría un gato cuando sale a tomar el sol por la mañana. Aun adormilada empecé mi día tendiendo mis sabanas y estirando mi manta. Una vez echa mi cama me senté en la orilla mientras divagaba un momento, y tras un gran bostezo, tomé la decisión de acercarme al espejo para verme.

Hoy, el día 11 del onceavo mes, es uno de los días más importantes de mi vida, yo, así como todos los que cumplimos 11 este año, recibiremos lo que nosotros llamamos, familiar.

¿Y que es un familiar? dirán, un familiar es una criatura mágica que nos acompaña para el resto de la vida,

bueno, la segunda compañía de por vida. Por así decirlo se cree que todos tenemos dos compañías que nos acompañan toda la vida, la primera es un espíritu o guía que nos cuida y guía desde que nacemos hasta que dejamos este mundo. Estos espíritus se encargan de darnos señales para guiarnos en nuestro camino y

hacernos vivir cosas que nos dejen alguna enseñanza de vida.

Los espíritus se comunican por medio de elementos naturales, o sutiles cambios en tu entorno por lo que

siempre hay que estar atento, también es cierto que existen personas que pueden conversar con ellos, así como lo harías tu con cualquier amigo, no son tan comunes por lo que los pocos que lo han logrado, suelen ganar gran reconocimiento, y cuando les preguntan, “¿cómo se puede llegar a conversar abiertamente con nuestro espíritu guardián?”, estos suelen contestar lo mismo de siempre, "esto lo puede hacer cualquiera, pero el proceso para lograrlo es muy personal y diferente en todos los casos",  muchos lo intentan, dicen que lo mejor es estar a solas y meditar un largo, largo tiempo, pero es tan pesado y desgastante que muchos se rinden después de un tiempo.

Por otro lado, un familiar es un ser que puedes ver, tocar y hasta entender de cierta forma, cada uno es

diferente, ya que todos somos diferentes, y su principal característica es que se adaptan a su dueño, puede ser tomando la forma del animal que es más compatible con su dueño, o tomando una forma que pueda ser de ayuda a este. Su misión es ayudarte y protegerte. Por lo que no es de extrañar que para ser la compañía

más fiel que puede existir, también sean muy fieros, si se trata de proteger a su dueño pueden llegar a ser muy letales, tanto que nadie le desearía ni a su peor enemigo ser atacado por un familiar.

Los familiares son un símbolo del vínculo humano con la naturaleza, además desde algún tiempo se considera que son un símbolo de empezar a madurar y crecer, pues eres lo suficientemente responsable como para cuidar a otro ser. El tener un familiar es algo muy importante para la vida de cualquier brujo, por eso el día de hoy es muy especial, desde hace días estoy ansiosa esperando que llegase este día. Pero para mi sorpresa, me di cuenta de que el preparar todo con anterioridad, no siempre significa que las cosas saldrán como uno piensa o planea.

Ya que me sentía tan emocionada y nerviosa, por más que intente, no pude dormir en toda la noche, intente de

todo, pero sin ningún progreso. Al verme en el espejo me pude dar cuenta que tenía unas ojeas enormes, que me cubrían la parte inferior de los ojos cual antifaz, y por si fuese poco el cansancio por fin me empezaba a inundar, si tan solo hubiese podido dormitar unas horas atrás... me sentiría menos agotada o tendría mejor cara...

Me acerque más al espejo, ladee el rosto un poco y me di cuenta que con la cara que tenía esta mañana, me

parecía a az, el familiar de mi papá, un lindo hurón que tenía un antifaz negro en los ojos, claro, a él se le veía tierno y muy bonito, es más, era una característica inconfundible de él, ¿pero y yo?, más que resaltar mis rasgos, me hacía ver enferma.

Un gran suspiro inundo la habitación, fue inevitable soltarlo ante mi decepción, después de todo la noche anterior me puse toda clase de mascarilla esperando verme reluciente hoy. Ya algo resignada salí de mi cuarto y me dirigí al cuarto de baño, me lavé la cara y los dientes esperando mejorar un poco mi aspecto, pero al ver que esto no pasaba, decidí peinarme y desenredar el nido de ratón que tenía por cabellera, seguramente por

dar vueltas en la cama toda la noche mi cabello estaba más enredado de lo normal.

Me empecé a cepillar el cabello frente al espejo, pero por más tiempo que pasaba no se veía ningún avance, me empecé a impacientar, ¿qué tal si no lo lograba desenredar?,¿tendría que ir con mi nido de ratón a la ceremonia? Estaba tan nerviosa que por poco se me cae el cepillo de forma abrupta, al intentar desenredarme el cabello solo logre anudarlo más.

Mi mamá, que me escucho pelear con mi cabello, fue a verme, solo para encontrarme con una maraña en la cabeza y el cepillo enredado en ella, al verme esbozo una pequeña sonrisa y me ayudo a quitarme el cepillo enredado en mi cabello, mientras se aguantaba la risa.

— Una noche difícil me imagino — dijo mientras con calma y suavidad desenredaba mi cabello dividiéndolo en pequeños mechones.

— ¿Se nota mucho? — dije sinceramente preocupada, después de todo, no quise despertar a mamá antes de

tiempo con mi alboroto.

— Un poco, pero es algo completamente normal dada la situación, a todos nos pasa conejita.— me dijo con su tono calmo y dulce, como me encantaba ese tono de voz. Haciendo una pausa en su labor y recargando su barbilla sobre mi cabeza, me dedico una cálida sonrisa que me hizo sonreír por reflejo.

— Intenté hacer una poción para dormir en medio de la noche, pero no tenía azahares y no la pude finalizar,

de casualidad, ¿tú tienes en la cocina? — dije una vez más calmada, mientras mamá seguía con su ardua tarea

— sí, creo que aún tengo un poco, pero guárdala bien, después la terminas, no es necesario terminarla ahora, estar tan nerviosa por todo solo hará que te sientas intranquila, de todas formas de nada sirve que duermas ahora, tu tranquila, todo saldrá bien, ya lo veras , voy a hacerte un desayuno energizante y estarás como nueva  — finalmente, mamá termino de desenredar mi cabello, tomo mi rostro entre sus manos y paso un mechón de pelo detrás de mi oído, me entrego el cepillo y dándome un beso en la frente salió del baño rumbo a la cocina.

Mamá es una bruja de cocina, por lo que todo platillo que prepara puede ser de gran utilidad, ya que tiene el

don de darle la función que ella desea a cualquier platillo, el límite es su imaginación, con un solo bocado de su comida puede sanarte, hacerte bella, o hacer que tu día sea excelente, por lo que comer sus platillos siempre me tranquiliza. Las brujas de cocina son sumamente escasas por lo que sus limitaciones, son desconocidas.

Cuando era más pequeña creía que mamá se había hechizado a sí misma, pues es sumamente bonita, tiene la piel clara, los ojos verdes, labios rojizos, el cabello largo, sedoso y tan negro como las plumas de los cuervos y por si no fuera poco tiene una gran figura, con sus atributos no dudo que tuviese muchos pretendientes en su tiempo. Por otro lado, yo tengo un cabello que tiende a ser ondulado y en cuanto al color, saque el punto medio del castaño claro de mi padre y el tono oscuro de mi madre, resultando así en un tono chocolatoso, nada de otro mundo, si a mí me lo preguntan, después de todo conozco a muchos que comparten este rasgo conmigo.

Sali del baño para ir a mi cuarto, pero antes de entrar por mi puerta, me di cuenta que mi papá le daba una

bolsita de dulces a mamá de forma discreta en el pasillo, él se limitó a seguir su camino hacia mi cuarto sin decir nada más, era algo muy típico de él, hombre de pocas palabras dirían, por el contrario, mamá, era lo que comúnmente se le conoce como... una persona alegre.

Vi como mamá bajo la escalera hacia la cocina mientras se burlaba, conociéndolos habían hecho otra de sus

pequeñas apuestas y por lo visto, perdió papá. No se tenía que ser un genio para saber que la apuesta era a mis costillas, que confianza me tenía, mínimamente agradezco el gesto de mantenerlo discreto, cuidadosamente entre a mi cuarto para no alertarlos de mi presencia, de esta forma su apuesta secreta seguiría siendo “secreta".

Cerré mi puerta con cuidado y me vestí lo más rápido que pude con mi vestido favorito, este era color crema y tenía pequeñas flores bordadas en el dobladillo en color palo de rosa, me puse mis botas cafés y mi abrigo del mismo tono, finalmente coloqué una cinta del color del vestido en mi cabello a forma de diadema.

Una vez terminado mi vestuario, me coloque frente al espejo y procedí a girar frente a este, no paso mucho

cuando escuché que tocaban a mi puerta, sacudí mi vestido y me apresure a abrir.

Esperando presumir mi conjunto me coloqué frente a la puerta, a penas abrí, mi papá me hiso una seña preguntándome si podía pasar, a lo que, de la misma forma, dije que sí, entro, me observó y se sentó en mi cama, era curioso verlo en mi cuarto, hacía que mis cosas se vieran aún más pequeñas debido a que él era muy alto. Me hizo una seña para que me sentara junto a él, y así lo hice, su inexpresiva expresión cambio para mostrarme una sonrisa cálida y tierna

— Qué bonita estas hoy, me recuerdas a alguien que conozco muy bien, a mí en particular me gusta

mucho cómo te vez hoy, pero no sé..., algo me dice que a ti no tanto — el tono calmado y aterciopelado de mi papa era el mismo de siempre, de cierto modo el escucharlo hablar era como un calmante, la voz de papá ha sido agradable de escuchar desde que tengo memoria y no solo para mí, sino que también para mamá,

nada la tranquiliza más que hablar con mi papá, aunque algo me dice, que ese no es efecto de su voz... sino de él.

— Déjame adivinar, me parezco a Az — dije en tono juguetón, haciendo que papa sonriera y asintiera, por otro lado, Az que siempre estaba oculto en las ropas de papá, al escuchar su nombre salto a mi regazo, y empezó a hacerme galitas para que le acariciase, siempre estaba con papá, no se le despegaba para nada o bueno casi para nada, y dado que estaba muy mimado, no dudaba en pedirme mimos cada que tenía oportunidad.

Como de costumbre lo empecé a sobar de la panza, mientras esto pasaba mi papa saco un pequeño ungüento de su solapa y con cuidado me tomo del rostro y con aun más cuidado empezó a aplicarme el tónico en el rostro, el cuarto se quedó en un agradable silencio, era todo tan grato que por poco me quedo dormida debido a mi cansancio. Cuando abrí los ojos pude ver a mi padre sonriéndome algo divertido de la situación, me había quedado dormida por un momento, después de todo si se notaba a leguas mi cansancio.

— Perdona, es que no pude dormir, estaba tan nerviosa, o mejor dicho sigo tan nerviosa ¿Qué pasa si me

equivoco al recitar o si mi familiar me rechaza o si no es el indicado? —  confese, soltando de una vez por todas mis preocupaciones, él me vio y prosiguió a contestarme con su voz calma y serena

— Es normal estar preocupado o asustado, pero tranquila, no veo porque no querrían a una niña tan buena, talentosa y encantadora como tú, y no lo digo porque sea tu papá o porque te parezcas a mí, sino porque te vi esforzarte durante el último mes, y sé, que todo esmero tarde o temprano tiene su respectiva recompensa, además mírate, estas preciosa.

Me levanté entregándole a Az nuevamente a papá, me dirigí al espejo, y tal como dijo, me veía muy bonita, no

solo no tenía ojeras si no que parecía que había dormido de maravilla, la piel estaba fresca y radiante, mis mejillas tenían color y el enrojecimiento de mis ojos había disminuido, no por nada papá era uno de los mejores alquimistas del gremio. Tanto, que según el rumor pudo haber sido parte del consejo mágico si así lo hubiese querido.

Papá me acomodo el cuello del vestido sobre el abrigo y me tendió el brazo como los príncipes de los cuentos,

Az por su parte se deslizo por su hombro y se acomodó en mi cuello como si fuese una estola, por su acción repentina no pude evitar reír. Él tenía razón, los familiares siempre son los correctos sin importar que pase, lo tome del brazo y salimos de mi habitación jugando a que era una dama de la alta sociedad.

Bajamos la escalinata a la primera planta y nos dirigimos al comedor, una vez llegamos ahí saco una silla

del comedor y me hiso el ademan para que me sentase, una vez sentada acomodo mi silla y quito mi nueva estola. En ese momento entro mamá divirtiéndose de lo lindo con tal escena, después de todo era raro ver a mi papá jugando, siempre estaba tranquilo, con un rostro serio y solemne, así que verlo jugar era una de esas cosas raras que uno atesora, pues no era para nada común.

— oh pero que ternura, casi me pongo celosa ante tal muestra de caballerosidad, ¿a mí no me ayudas a

sentarme Nico? — dijo haciendo que mi papá soltara una pequeña tos apenado, enseguida la ayudo de la misma forma que a mí, tomo asiento en el comedor y como si nunca hubiese pasado nada empezó otra conversación— aquí tienes cielo sé que te ayudara — me dijo mamá en un cuchicheo, guiñándome el ojo,

mientras papá explicaba lo que representaba un familiar.

Después de haber comido el desayuno especial de mamá, me sentí como nueva, comimos de forma amena el

postre, platicando sobre cosas triviales, mis papas reían juntos y combinaban bien, viéndolos juntos no pude evitar preguntarme cómo fue que se enamoraron, mamá siempre ha tenido una personalidad enérgica, mientras que él es muy calmado, ¿se le habrá confesado mamá?, iba a preguntar, pero antes de que sacara este detalle a la conversación, nala el familiar de mamá apoyo el hocico en mi regazo y me acaricio la pierna con la pata en un intento de pedir algo de mi porción, después de todo no era a la única que le encantaban los postres de mamá, corte un pequeño trozo de mi tarta de queso y se lo di, al verla comiendo mamá se limitó a pedirle que me dejase en paz, nala soltó un pequeño gruñido en protesta  pero finalmente se apartó de mí, después de todo su cometido ya estaba hecho.

Era curioso ver como un lobo tan grande hacia caso en todo a mi mamá, si esto era así ¿qué esperanzas tenía yo?, este incidente me hizo recordar que hoy conocería a mi compañero, sin mucho que saber no pude evitar preguntarme, si mi familiar será así como nala, o si será lindo y pequeño como az.

Después de desayunar me sentí como nueva, la mayoría de mis nervios se habían ido, tras un pequeño encantamiento de mamá todos los platos se fueron flotando a la cocina, ayudé a limpiar pues aún quedaba mucho para el evento. Limpiamos la casa en conjunto y cocinamos la comida juntos, mi papá no había ido a trabajar por el evento, así que disfrutamos el día juntos.

Cuando dieron las 3 de la tarde mis papás fueron a alistarse y a acomodar todo para irnos juntos, mientras se arreglaban, tome el azar de la cocina y termine la poción para dormir, enfrasque la poción en una botella de cristal, la decore con estrellas y lunas, para identificarla mejor. Pero para mí mala suerte había preparado más de lo que podía contener la botella, así que agregue algo de espesor y moldee una bolita, siempre hacia lo mismo cuando se trataba de guardar sobrantes, no los podía tirar, pero tampoco me eran de mucha utilidad, ya que su efecto disminuía en gran escala.

Por lo que su gran mayoría, acaban hechos bolita en mi cajón, abrí el cajón del escritorio para agregar otra bolita a mi colección, pero apenas lo abrí, vi que estaba lleno, sin más remedio me dirigí a mi mesita de noche y bote la pastillita en el primer cajón, saque mi libreta de apuntes y repase una vez más todo lo que necesitaba para la ceremonia, después de un rato la alarma sonó, pues había llegado la hora de ir al gran sauce en el recinto del consejo.

El sauce se encontraba en medio de esta ciudad mágica hecha bosque, como la mayoría de árboles eran tan

gigantescos, nos servían de casa. La mayoría de árboles estaban huecos, las parejas o los que decidían vivir solos encantaban un árbol del bosque con ayuda de brujas verdes, este crecía dejando hueco su interior, para posteriormente poder darle forma al hogar del solicitante, esto era un procedimiento que se hacía solicitando la colaboración del árbol, por lo que el árbol seguía vivo y más sano que nunca.

Esto ocasionaba constantemente que con los años los árboles crecieran mucho. Las calles estaban hechas de piedra y las luminarias eran un producto de los alquimistas, se llenaban de luz solar durante el día y por las noches alumbraban dando un aspecto cálido y mágico a las calles, la mayoría de calles tenían flores, estas adornaban y perfumaban de forma maravillosa la ciudad durante el día.

Me subí a la escoba de mamá, mientras mi papá acomodaba a nala en su transportadora y la sujetaba a su

escoba.Ya que yo no tenía mucha práctica era más cómodo y rápido ir en compañía, sobre todo cuando nos teníamos que dar prisa, el aire puro y limpio inundaba mis pulmones, podía sentir como el aire circulaba desde mi nariz hasta mi garganta dándome una sensación fresca. Muy parecida a cuando comes menta.

Desde lo alto podía ver como la espesa neblina que rodeaba la ciudad del bosque se arremolinaba en los límites de la ciudad  formando un gran muro, según tengo entendido el mundo exterior llama a este lugar como el bosque perdido ya que quien se adentra acaba perdido y aterrado, lo siento mucho por esas personas pero como norma no puede entrar nadie que no tenga habilidades mágicas o un vínculo con la naturaleza, los miembros del concejo mágico siempre dicen que dejar entrar a alguien así sería peligroso ya que los de afuera, no respetan a la naturaleza y podrían alterar el equilibrio que llevamos aquí .

Claro está que no dañamos a nadie, la neblina no hace más que dar alucinaciones a quien se adentra en ella,

después simplemente los guía a la salida.

Pero el que no dejemos que entren personas no relacionadas con la magia, no significa que estemos aislados,

constantemente salen grupos de exploración fuera del bosque, nos informamos de lo que pasa en el exterior e incluso tomamos algunos de sus conocimientos, además, también suelen llegar visitas de otras ciudades mágicas por lo que no estamoscompletamente aislados del mundo.

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