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El Viaje De Lilian

Mi entorno

Debajo de la gran cúspide en donde las grandes copas de los árboles se arremolinan, está el lugar que llamo

hogar, la espesa neblina, las calles de piedra iluminadas por las luminarias, los robustos árboles, las flores tan variadas encontradas a lo largo del camino, junto con las variadas enredaderas, son cosas que complementan mi mundo y de todos los que vivimos en esta ciudad mágica. Se nos conoce por muchos nombres, brujos, magos, hechiceros, son adjetivos que se usan para referirse a nosotros constantemente. Y sinceramente creo que el usar cualquiera de ellos para describirnos es muy apropiado.

Las pequeñas gotas de rocío que se posan sobre las hojas, junto con el cantar de las aves y los rayos del sol que empiezan a cruzar las copas de los árboles, me saludan, dándome señal clara de que hoy empieza un nuevo día.

De pronto los faros se empiezan a apagar y los rayos de sol que cruzan por mi ventana me dan la señal para salir de mi cómoda y suave cama, me levanto agotada y escucho la madera crujir bajo mis pies. Me estiro lo más que puedo, al igual que lo haría un gato cuando sale a tomar el sol por la mañana. Aun adormilada empecé mi día tendiendo mis sabanas y estirando mi manta. Una vez echa mi cama me senté en la orilla mientras divagaba un momento, y tras un gran bostezo, tomé la decisión de acercarme al espejo para verme.

Hoy, el día 11 del onceavo mes, es uno de los días más importantes de mi vida, yo, así como todos los que cumplimos 11 este año, recibiremos lo que nosotros llamamos, familiar.

¿Y que es un familiar? dirán, un familiar es una criatura mágica que nos acompaña para el resto de la vida,

bueno, la segunda compañía de por vida. Por así decirlo se cree que todos tenemos dos compañías que nos acompañan toda la vida, la primera es un espíritu o guía que nos cuida y guía desde que nacemos hasta que dejamos este mundo. Estos espíritus se encargan de darnos señales para guiarnos en nuestro camino y

hacernos vivir cosas que nos dejen alguna enseñanza de vida.

Los espíritus se comunican por medio de elementos naturales, o sutiles cambios en tu entorno por lo que

siempre hay que estar atento, también es cierto que existen personas que pueden conversar con ellos, así como lo harías tu con cualquier amigo, no son tan comunes por lo que los pocos que lo han logrado, suelen ganar gran reconocimiento, y cuando les preguntan, “¿cómo se puede llegar a conversar abiertamente con nuestro espíritu guardián?”, estos suelen contestar lo mismo de siempre, "esto lo puede hacer cualquiera, pero el proceso para lograrlo es muy personal y diferente en todos los casos",  muchos lo intentan, dicen que lo mejor es estar a solas y meditar un largo, largo tiempo, pero es tan pesado y desgastante que muchos se rinden después de un tiempo.

Por otro lado, un familiar es un ser que puedes ver, tocar y hasta entender de cierta forma, cada uno es

diferente, ya que todos somos diferentes, y su principal característica es que se adaptan a su dueño, puede ser tomando la forma del animal que es más compatible con su dueño, o tomando una forma que pueda ser de ayuda a este. Su misión es ayudarte y protegerte. Por lo que no es de extrañar que para ser la compañía

más fiel que puede existir, también sean muy fieros, si se trata de proteger a su dueño pueden llegar a ser muy letales, tanto que nadie le desearía ni a su peor enemigo ser atacado por un familiar.

Los familiares son un símbolo del vínculo humano con la naturaleza, además desde algún tiempo se considera que son un símbolo de empezar a madurar y crecer, pues eres lo suficientemente responsable como para cuidar a otro ser. El tener un familiar es algo muy importante para la vida de cualquier brujo, por eso el día de hoy es muy especial, desde hace días estoy ansiosa esperando que llegase este día. Pero para mi sorpresa, me di cuenta de que el preparar todo con anterioridad, no siempre significa que las cosas saldrán como uno piensa o planea.

Ya que me sentía tan emocionada y nerviosa, por más que intente, no pude dormir en toda la noche, intente de

todo, pero sin ningún progreso. Al verme en el espejo me pude dar cuenta que tenía unas ojeas enormes, que me cubrían la parte inferior de los ojos cual antifaz, y por si fuese poco el cansancio por fin me empezaba a inundar, si tan solo hubiese podido dormitar unas horas atrás... me sentiría menos agotada o tendría mejor cara...

Me acerque más al espejo, ladee el rosto un poco y me di cuenta que con la cara que tenía esta mañana, me

parecía a az, el familiar de mi papá, un lindo hurón que tenía un antifaz negro en los ojos, claro, a él se le veía tierno y muy bonito, es más, era una característica inconfundible de él, ¿pero y yo?, más que resaltar mis rasgos, me hacía ver enferma.

Un gran suspiro inundo la habitación, fue inevitable soltarlo ante mi decepción, después de todo la noche anterior me puse toda clase de mascarilla esperando verme reluciente hoy. Ya algo resignada salí de mi cuarto y me dirigí al cuarto de baño, me lavé la cara y los dientes esperando mejorar un poco mi aspecto, pero al ver que esto no pasaba, decidí peinarme y desenredar el nido de ratón que tenía por cabellera, seguramente por

dar vueltas en la cama toda la noche mi cabello estaba más enredado de lo normal.

Me empecé a cepillar el cabello frente al espejo, pero por más tiempo que pasaba no se veía ningún avance, me empecé a impacientar, ¿qué tal si no lo lograba desenredar?,¿tendría que ir con mi nido de ratón a la ceremonia? Estaba tan nerviosa que por poco se me cae el cepillo de forma abrupta, al intentar desenredarme el cabello solo logre anudarlo más.

Mi mamá, que me escucho pelear con mi cabello, fue a verme, solo para encontrarme con una maraña en la cabeza y el cepillo enredado en ella, al verme esbozo una pequeña sonrisa y me ayudo a quitarme el cepillo enredado en mi cabello, mientras se aguantaba la risa.

— Una noche difícil me imagino — dijo mientras con calma y suavidad desenredaba mi cabello dividiéndolo en pequeños mechones.

— ¿Se nota mucho? — dije sinceramente preocupada, después de todo, no quise despertar a mamá antes de

tiempo con mi alboroto.

— Un poco, pero es algo completamente normal dada la situación, a todos nos pasa conejita.— me dijo con su tono calmo y dulce, como me encantaba ese tono de voz. Haciendo una pausa en su labor y recargando su barbilla sobre mi cabeza, me dedico una cálida sonrisa que me hizo sonreír por reflejo.

— Intenté hacer una poción para dormir en medio de la noche, pero no tenía azahares y no la pude finalizar,

de casualidad, ¿tú tienes en la cocina? — dije una vez más calmada, mientras mamá seguía con su ardua tarea

— sí, creo que aún tengo un poco, pero guárdala bien, después la terminas, no es necesario terminarla ahora, estar tan nerviosa por todo solo hará que te sientas intranquila, de todas formas de nada sirve que duermas ahora, tu tranquila, todo saldrá bien, ya lo veras , voy a hacerte un desayuno energizante y estarás como nueva  — finalmente, mamá termino de desenredar mi cabello, tomo mi rostro entre sus manos y paso un mechón de pelo detrás de mi oído, me entrego el cepillo y dándome un beso en la frente salió del baño rumbo a la cocina.

Mamá es una bruja de cocina, por lo que todo platillo que prepara puede ser de gran utilidad, ya que tiene el

don de darle la función que ella desea a cualquier platillo, el límite es su imaginación, con un solo bocado de su comida puede sanarte, hacerte bella, o hacer que tu día sea excelente, por lo que comer sus platillos siempre me tranquiliza. Las brujas de cocina son sumamente escasas por lo que sus limitaciones, son desconocidas.

Cuando era más pequeña creía que mamá se había hechizado a sí misma, pues es sumamente bonita, tiene la piel clara, los ojos verdes, labios rojizos, el cabello largo, sedoso y tan negro como las plumas de los cuervos y por si no fuera poco tiene una gran figura, con sus atributos no dudo que tuviese muchos pretendientes en su tiempo. Por otro lado, yo tengo un cabello que tiende a ser ondulado y en cuanto al color, saque el punto medio del castaño claro de mi padre y el tono oscuro de mi madre, resultando así en un tono chocolatoso, nada de otro mundo, si a mí me lo preguntan, después de todo conozco a muchos que comparten este rasgo conmigo.

Sali del baño para ir a mi cuarto, pero antes de entrar por mi puerta, me di cuenta que mi papá le daba una

bolsita de dulces a mamá de forma discreta en el pasillo, él se limitó a seguir su camino hacia mi cuarto sin decir nada más, era algo muy típico de él, hombre de pocas palabras dirían, por el contrario, mamá, era lo que comúnmente se le conoce como... una persona alegre.

Vi como mamá bajo la escalera hacia la cocina mientras se burlaba, conociéndolos habían hecho otra de sus

pequeñas apuestas y por lo visto, perdió papá. No se tenía que ser un genio para saber que la apuesta era a mis costillas, que confianza me tenía, mínimamente agradezco el gesto de mantenerlo discreto, cuidadosamente entre a mi cuarto para no alertarlos de mi presencia, de esta forma su apuesta secreta seguiría siendo “secreta".

Cerré mi puerta con cuidado y me vestí lo más rápido que pude con mi vestido favorito, este era color crema y tenía pequeñas flores bordadas en el dobladillo en color palo de rosa, me puse mis botas cafés y mi abrigo del mismo tono, finalmente coloqué una cinta del color del vestido en mi cabello a forma de diadema.

Una vez terminado mi vestuario, me coloque frente al espejo y procedí a girar frente a este, no paso mucho

cuando escuché que tocaban a mi puerta, sacudí mi vestido y me apresure a abrir.

Esperando presumir mi conjunto me coloqué frente a la puerta, a penas abrí, mi papá me hiso una seña preguntándome si podía pasar, a lo que, de la misma forma, dije que sí, entro, me observó y se sentó en mi cama, era curioso verlo en mi cuarto, hacía que mis cosas se vieran aún más pequeñas debido a que él era muy alto. Me hizo una seña para que me sentara junto a él, y así lo hice, su inexpresiva expresión cambio para mostrarme una sonrisa cálida y tierna

— Qué bonita estas hoy, me recuerdas a alguien que conozco muy bien, a mí en particular me gusta

mucho cómo te vez hoy, pero no sé..., algo me dice que a ti no tanto — el tono calmado y aterciopelado de mi papa era el mismo de siempre, de cierto modo el escucharlo hablar era como un calmante, la voz de papá ha sido agradable de escuchar desde que tengo memoria y no solo para mí, sino que también para mamá,

nada la tranquiliza más que hablar con mi papá, aunque algo me dice, que ese no es efecto de su voz... sino de él.

— Déjame adivinar, me parezco a Az — dije en tono juguetón, haciendo que papa sonriera y asintiera, por otro lado, Az que siempre estaba oculto en las ropas de papá, al escuchar su nombre salto a mi regazo, y empezó a hacerme galitas para que le acariciase, siempre estaba con papá, no se le despegaba para nada o bueno casi para nada, y dado que estaba muy mimado, no dudaba en pedirme mimos cada que tenía oportunidad.

Como de costumbre lo empecé a sobar de la panza, mientras esto pasaba mi papa saco un pequeño ungüento de su solapa y con cuidado me tomo del rostro y con aun más cuidado empezó a aplicarme el tónico en el rostro, el cuarto se quedó en un agradable silencio, era todo tan grato que por poco me quedo dormida debido a mi cansancio. Cuando abrí los ojos pude ver a mi padre sonriéndome algo divertido de la situación, me había quedado dormida por un momento, después de todo si se notaba a leguas mi cansancio.

— Perdona, es que no pude dormir, estaba tan nerviosa, o mejor dicho sigo tan nerviosa ¿Qué pasa si me

equivoco al recitar o si mi familiar me rechaza o si no es el indicado? —  confese, soltando de una vez por todas mis preocupaciones, él me vio y prosiguió a contestarme con su voz calma y serena

— Es normal estar preocupado o asustado, pero tranquila, no veo porque no querrían a una niña tan buena, talentosa y encantadora como tú, y no lo digo porque sea tu papá o porque te parezcas a mí, sino porque te vi esforzarte durante el último mes, y sé, que todo esmero tarde o temprano tiene su respectiva recompensa, además mírate, estas preciosa.

Me levanté entregándole a Az nuevamente a papá, me dirigí al espejo, y tal como dijo, me veía muy bonita, no

solo no tenía ojeras si no que parecía que había dormido de maravilla, la piel estaba fresca y radiante, mis mejillas tenían color y el enrojecimiento de mis ojos había disminuido, no por nada papá era uno de los mejores alquimistas del gremio. Tanto, que según el rumor pudo haber sido parte del consejo mágico si así lo hubiese querido.

Papá me acomodo el cuello del vestido sobre el abrigo y me tendió el brazo como los príncipes de los cuentos,

Az por su parte se deslizo por su hombro y se acomodó en mi cuello como si fuese una estola, por su acción repentina no pude evitar reír. Él tenía razón, los familiares siempre son los correctos sin importar que pase, lo tome del brazo y salimos de mi habitación jugando a que era una dama de la alta sociedad.

Bajamos la escalinata a la primera planta y nos dirigimos al comedor, una vez llegamos ahí saco una silla

del comedor y me hiso el ademan para que me sentase, una vez sentada acomodo mi silla y quito mi nueva estola. En ese momento entro mamá divirtiéndose de lo lindo con tal escena, después de todo era raro ver a mi papá jugando, siempre estaba tranquilo, con un rostro serio y solemne, así que verlo jugar era una de esas cosas raras que uno atesora, pues no era para nada común.

— oh pero que ternura, casi me pongo celosa ante tal muestra de caballerosidad, ¿a mí no me ayudas a

sentarme Nico? — dijo haciendo que mi papá soltara una pequeña tos apenado, enseguida la ayudo de la misma forma que a mí, tomo asiento en el comedor y como si nunca hubiese pasado nada empezó otra conversación— aquí tienes cielo sé que te ayudara — me dijo mamá en un cuchicheo, guiñándome el ojo,

mientras papá explicaba lo que representaba un familiar.

Después de haber comido el desayuno especial de mamá, me sentí como nueva, comimos de forma amena el

postre, platicando sobre cosas triviales, mis papas reían juntos y combinaban bien, viéndolos juntos no pude evitar preguntarme cómo fue que se enamoraron, mamá siempre ha tenido una personalidad enérgica, mientras que él es muy calmado, ¿se le habrá confesado mamá?, iba a preguntar, pero antes de que sacara este detalle a la conversación, nala el familiar de mamá apoyo el hocico en mi regazo y me acaricio la pierna con la pata en un intento de pedir algo de mi porción, después de todo no era a la única que le encantaban los postres de mamá, corte un pequeño trozo de mi tarta de queso y se lo di, al verla comiendo mamá se limitó a pedirle que me dejase en paz, nala soltó un pequeño gruñido en protesta  pero finalmente se apartó de mí, después de todo su cometido ya estaba hecho.

Era curioso ver como un lobo tan grande hacia caso en todo a mi mamá, si esto era así ¿qué esperanzas tenía yo?, este incidente me hizo recordar que hoy conocería a mi compañero, sin mucho que saber no pude evitar preguntarme, si mi familiar será así como nala, o si será lindo y pequeño como az.

Después de desayunar me sentí como nueva, la mayoría de mis nervios se habían ido, tras un pequeño encantamiento de mamá todos los platos se fueron flotando a la cocina, ayudé a limpiar pues aún quedaba mucho para el evento. Limpiamos la casa en conjunto y cocinamos la comida juntos, mi papá no había ido a trabajar por el evento, así que disfrutamos el día juntos.

Cuando dieron las 3 de la tarde mis papás fueron a alistarse y a acomodar todo para irnos juntos, mientras se arreglaban, tome el azar de la cocina y termine la poción para dormir, enfrasque la poción en una botella de cristal, la decore con estrellas y lunas, para identificarla mejor. Pero para mí mala suerte había preparado más de lo que podía contener la botella, así que agregue algo de espesor y moldee una bolita, siempre hacia lo mismo cuando se trataba de guardar sobrantes, no los podía tirar, pero tampoco me eran de mucha utilidad, ya que su efecto disminuía en gran escala.

Por lo que su gran mayoría, acaban hechos bolita en mi cajón, abrí el cajón del escritorio para agregar otra bolita a mi colección, pero apenas lo abrí, vi que estaba lleno, sin más remedio me dirigí a mi mesita de noche y bote la pastillita en el primer cajón, saque mi libreta de apuntes y repase una vez más todo lo que necesitaba para la ceremonia, después de un rato la alarma sonó, pues había llegado la hora de ir al gran sauce en el recinto del consejo.

El sauce se encontraba en medio de esta ciudad mágica hecha bosque, como la mayoría de árboles eran tan

gigantescos, nos servían de casa. La mayoría de árboles estaban huecos, las parejas o los que decidían vivir solos encantaban un árbol del bosque con ayuda de brujas verdes, este crecía dejando hueco su interior, para posteriormente poder darle forma al hogar del solicitante, esto era un procedimiento que se hacía solicitando la colaboración del árbol, por lo que el árbol seguía vivo y más sano que nunca.

Esto ocasionaba constantemente que con los años los árboles crecieran mucho. Las calles estaban hechas de piedra y las luminarias eran un producto de los alquimistas, se llenaban de luz solar durante el día y por las noches alumbraban dando un aspecto cálido y mágico a las calles, la mayoría de calles tenían flores, estas adornaban y perfumaban de forma maravillosa la ciudad durante el día.

Me subí a la escoba de mamá, mientras mi papá acomodaba a nala en su transportadora y la sujetaba a su

escoba.Ya que yo no tenía mucha práctica era más cómodo y rápido ir en compañía, sobre todo cuando nos teníamos que dar prisa, el aire puro y limpio inundaba mis pulmones, podía sentir como el aire circulaba desde mi nariz hasta mi garganta dándome una sensación fresca. Muy parecida a cuando comes menta.

Desde lo alto podía ver como la espesa neblina que rodeaba la ciudad del bosque se arremolinaba en los límites de la ciudad  formando un gran muro, según tengo entendido el mundo exterior llama a este lugar como el bosque perdido ya que quien se adentra acaba perdido y aterrado, lo siento mucho por esas personas pero como norma no puede entrar nadie que no tenga habilidades mágicas o un vínculo con la naturaleza, los miembros del concejo mágico siempre dicen que dejar entrar a alguien así sería peligroso ya que los de afuera, no respetan a la naturaleza y podrían alterar el equilibrio que llevamos aquí .

Claro está que no dañamos a nadie, la neblina no hace más que dar alucinaciones a quien se adentra en ella,

después simplemente los guía a la salida.

Pero el que no dejemos que entren personas no relacionadas con la magia, no significa que estemos aislados,

constantemente salen grupos de exploración fuera del bosque, nos informamos de lo que pasa en el exterior e incluso tomamos algunos de sus conocimientos, además, también suelen llegar visitas de otras ciudades mágicas por lo que no estamoscompletamente aislados del mundo.

El consejo mágico

El recinto del consejo mágico es uno de los pocos edificios hechos con piedra dentro de la ciudad, considero que dentro de estos es por mucho el más grande, en este lugar se llevan a cabo las reuniones más importantes, por ejemplo, las votaciones o nombramientos, graduaciones, ceremonias y todo lo relacionado con un símbolo de crecimiento. De hecho, este recinto es circular, simbolizando que todo en este mundo es un ciclo.

 El consejo mágico está a cargo de proteger el gran sauce que es la conexión más grande que existe con el mundo espiritual, este es un árbol sumamente antiguo, desprende una energía sumamente grande pero suave y tranquila, por lo que siempre es grato estar cerca de él, es tan grande y hermoso que hasta parece irreal.

El recinto también es donde se encuentran las oficinas de los miembros del consejo, así como la base operacional de los gremios, por lo que el ingreso es sumamente estricto. Los miembros del consejo actualmente son el señor Esteban, considerado el mago elemental más grande de los últimos tiempos, la señorita Estela, jefa de los alquimistas y jefa directa de mi papá, la señora Laurencia, líder de los brujos verdes llamados así no porque sean verdes como en los cuentos sino porque trabajan con la naturaleza, el señor Ricardo el jefe del departamento de adivinación, la señora Samanta la bruja roja más fuerte hasta ahora y el joven Liam jefe del departamento de runas y sigilos. Todos son personas admirables que han hecho un gran aporte a la sociedad, los mejores en su área.

 En esta ciudad sin duda ser parte del consejo es de lo mejor que hay, tienen reconocimiento, fama, un gran dominio de sí mismos, sin mencionar que tienen un gran peso en la sociedad, no se toma ninguna decisión importante sin la aprobación del consejo.

 Todos los papás quieren que sus hijos, sean líderes de gremio o parte del consejo, pero casi ninguno quiere que sus hijos, sean exploradores, después de todo los exploradores siempre mencionan los peligros del oficio y aunque no se olvidan de decir las ventajas, para quienes no ven lo que ellos en persona, es más fácil pensar en lo peligroso que puede ser el oficio o esa es mi teoría sobre el asunto.

Mientras avanzábamos entre las calles pude ver que nos aproximábamos a la vereda central, esta era un claro de la ciudad, servía como punto de comercio y de reunión, pues la escuela quedaba muy cerca y el consejo también. A lo largo de los árboles que rodeaban la vereda, se encontraban una gran cantidad de tiendas

en donde te podías encontrar de todo, desde gemas mágicas, comida, ropa, juguetes y hasta tiendas de hechizos. Aunque estos últimos se compraban con un permiso especial, además, por si esto no fuera un gran impedimento también poseían un indicador para saber quién los preparo, hacer trampa en un examen no era opción, después de todo.

Apenas entramos al área comercial, el flujo de escobas y el bullicio no se hizo esperar, con miedo de caerme me aferré a mamá, la gran altura hacía que los que estaban caminando en la vereda se vieran diminutos. Mamá aceleró y pronto llegamos a la intersección, al ver el camino adornado con listones y enredaderas florales, la alegría se asomó en mi rostro una vez más.

Aunque nunca había venido, tenía tan presente la ruta que todo me parecía familiar. Para llegar al recinto del consejo teníamos que girar a la derecha en la primera vereda del centro comercial y después ir recto hasta ver la colina del sauce, este camino lo repase mentalmente infinidad de veces, por lo que todo se me hacía conocido, bueno con excepción de los adornos que me asombraban metro a metro.

 Llegamos al jardín exterior del gran recinto, las jardineras llenas de flores vistas desde arriba formaban los escudos de los gremios, los caminos blanquecinos, y los árboles que adornaban los jardines daban una imagen impresionante, mamá freno y me indico sujetarme fuerte, pues el descenso empezaba, al ver como el piso se acercaba cada vez más una gran emoción me empezó a recorrer el cuerpo, una gran sonrisa invadió mi rostro y por más que quería disimular no podía dejar de sonreír, por fin habíamos llegado.

Una vez cerca del piso, bajé de la escoba junto con mi mamá, apenas mis pies tocaron el piso, sentí la dureza de este, después de todo la sensación de caminar siempre se sentía extraña cuando se aterrizaba. Incluso recuerdo que cuando estábamos aprendiendo a manejar las escobas había quienes se mareaban una vez que aterrizaban.

Mis papás convirtieron sus escobas en sus baritas para poder guardarlas. Sin importar la cantidad de veces que me toca ver el truco, nunca me deja de asombrar, aun así, es más interesante ver como la barita se hace escoba, espero el día en que pueda hacerlo yo también, pero mientras tanto tendré que seguir cargando con mi escoba a todos lados.

La puerta del consejo se abrió de par en par y la señora Estela salió a recibirnos, esta era la primera vez que veía a un miembro del consejo, tenía un aspecto tan elegante y refinado, el cabello rubio platinado le adornaba de forma magnífica, sinceramente era una lástima que lo trajera recogido, sus rasgados ojos azules y la piel tan blanca que poseía, le daban un aire invernal junto con su forma de vestir.

Apenas se acercó, me dispuse a saludar de la forma más cordial que pude, pero solo me vio y se limitó a asentir como quien ve a una piedra en el camino, para ser la primera vez que nos veíamos, pude ver que no le agradaba mucho, mamá y ella quedaron frente a frente y tras un largo e incómodo silencio se saludaron de la forma más falsa que podía imaginar.

— ¡Estela!, querida... cuanto tiempo, te vez tan viva y tan... Ordinaria como siempre, se nota que por más que pasen los años tú no cambias— dijo mientras le daba un rápido apretón de manos, más a fuerza que por gusto

— Úrsula tan elocuente como siempre, qué gusto verte "querida", que hacen aquí pasen, adelante, sé que te sientes cómoda afuera porque no te gusta la etiqueta, pero haz un intento — dijo sacando de pronto un pañuelo de su saco, y así sin disimular, se limpió de forma descarada la mano, para posteriormente tirar el pañuelo al piso.

 Vaya primera impresión, me pregunto si todos los del consejo son igual de descorteses, ambas se quedaron frente a frente una vez más, pero antes de que pasara a mayores, mi papá se interpuso sugiriendo dirigirnos al sauce para el comienzo del evento, sin muchas ganas ambas siguieron su consejo. Me asombro muchísimo ver a mi mamá actuando así, pero ¿Qué tipo de broma era esta?, ella que era tan honesta, y que siempre decía que se tenía que tratar bien al prójimo ¿actuando así?, incrédula voltee a ver a mi papá, el me miró con cara de pánico y me hizo una seña indicándome que no dijera nada.

Dejando de lado el incidente una vez dentro del recinto no pude dejar de ver lo asombroso que era todo, las oficinas eran magníficas y aunque tenían mucho movimiento por el personal, todo estaba ordenado y con una ambientación muy amena, los variados candelabros y murales de cristal daban una sensación de amplitud y elegancia sin llegar a ser frio o demasiado ostentoso. Después de pasar por varios pasillitos llegamos al patio central del recinto, donde se encontraba el sauce.

Este destilaba una hermosa luz clara de color verdoso, flores blancas y botones adornaban sus ramas, algunas flores eran pequeñas y otras eran grandes, variaban mucho en tamaño y forma, pero tenían un encanto místico...

Después de un rato el patio estaba lleno de familias y el consejo apareció por fin situándose a bajo del sauce

— Bienvenidos, el día de hoy nos encontramos aquí para presenciar uno de los eventos más especiales y significativos que puede haber, la llegada de un familiar — dijo la señora Laurencia dando inicio al evento

 — Como ya sabrán un familiar es una gran responsabilidad, pues un familiar siempre es reflejo de su dueño — continuo la señora Estela con ese tono tan frio que la caracterizaba

 — Este es un compañero para toda la vida por lo que es importante que los respeten y amen como si se tratase de una extensión de ustedes mismos — continuo el joven Liam

 — Así como ellos siempre estarán dispuestos a dar la vida por ustedes, recuerden que es muy importante cuidarles en igual medida — resalto la señora Samanta

— Tener un familiar es lo mejor que les puede pasar, cuídenlo y les ayudara a alcanzar un brillante futuro— aseguro el señor Ricardo

 — Sin más que decir, invito a los jóvenes brujos a formar un círculo bajo este gran sauce, les deseo la mejor de las suertes y les pido empiecen a recitar su encantamiento uno a uno. —  finalizo el señor esteban

Después de escuchar el discurso, me coloque debajo del sauce junto a los demás. Todos mis compañeros de clase, uno a uno empezó a recitar el encantamiento, conforme terminaban de recitarlo, una flor del sauce dejaba caer una pequeña espora brillante y aterciopelada, que iba directo a las manos de quien dijera el hechizo, una vez en sus manos una luz brillante se desprendía de la pequeña espora y tomaba la forma de un animal.

Posteriormente cerraban sus ojos y después de un momento nombraban a su familiar, puesto el nombre los nuevos compañeros tomaban tamaño y color. Conforme mi turno se acercaba los nervios se hacían más presentes, al tiempo que mi cuerpo se tensaba y sentía la boca cada vez más seca, mis compañeros tomaban sus familiares y regresaban con sus familias.

Cuando mi turno llego trate de empezar de la mejor forma posible, pero mis cuerdas vocales no ayudaron mucho, debido a los nervios un tono tan agudo como un chillido salió de mi boca, provocando una carcajada de todos los presentes. Mientras sentía como me ardía el rostro procedí a aclararme la garganta con una pequeña tos. Respiré profundamente y comencé de nuevo, con los ojos cerrados esta vez.

 "Yo Lilian Ainswort, manifiesto ante todos ustedes que cuidare, protegeré y guiare a este nuevo ser hasta que mi luz se apague. Pido humildemente al Gran sauce me permita conocer a un compañero que me será tan leal como yo lo seré con él."

Lentamente abrí los ojos y volteé hacia arriba en la espera de que alguna flor se abriera, pero nada...  de pronto un sudor frio recorrió mi nuca al ver que ninguna flor tenía intención de dejar caer algo, ¿mis temores se habían hecho verdad?, volteé a ver al consejo preocupada y al hacerlo me di cuenta de sus rostros perplejos, se suponía que, aunque digas mal el encantamiento tu familiar llega a ti, ¿era solo un rumor? ...no, lo había dicho bien, aunque con un contratiempo otros se equivocaron también y ya tienen a su familiar en brazos.

 Estaba por darme por vencida cuando Liam señalo en un grito, "AHÍ ARRIBA, MIRA”. Una pequeña flor apenas visible se había abierto, una cálida espora llego a mis manos y una pequeña ave se empezó a formar entre ellas, podía sentir como se empezaba a mover poco a poco, su calor y suavidad me llenaron de gran alegría,

sentía como si conociese esa pequeña criatura desde siempre, y como si siempre lo hubiera sabido mis labios pronunciaron una vez más " te nombre es Finn". Tras mi corta frase un cuervo blanco salió de la grata luz

y se posó sobre mi hombro. Por fin tenía a mi anhelado compañero…

Todos queremos ser amados

Emocionada, regrese junto a mi familia, az y nala miraron y olfatearon curiosos a finn, esperaba una interacción más grande, pero le perdieron el interés rápidamente, así que después de un rato solo volvieron al lado de sus dueños. Todas las familias reunidas presentaban a sus familiares entre sí, algunos miembros del consejo se acercaban a las familias para ver a los nuevos familiares. El más interesado en estos era el señor Ricardo, inclusive algunos le preguntaban qué era lo que veía en sus futuros, pero él solo se limitaba a sonreír y pasar de largo.

El ocaso empezaba y los rayos del sol pasaban entre el vitral que protegía el sauce, las luces le daban una apariencia vibrante, las flores parecían ser multicolor y sus hojas relucían con mayor fuerza. Los miembros del consejo nos indicaron pasar al salón de reuniones del recinto, de poco a poco todos nos movilizamos.

Guiados por los concejales. Pronto llegamos a una enorme puerta doble de madera con tonos dorados en los

relieves del tallado. Apenas abrieron las puertas una enorme sala se reveló ante nosotros, en ella había varias mesas con infinidad de platillos, copas de vino y de jugo de uva. Los miembros del consejo entraron y con una copa, nos esperaban para brindar por los nuevos integrantes de la familia.

Múltiples brindis y bailes nos acompañaron en nuestra celebración, niños y adultos cantaban y bailaban,

inclusive los del consejo reían y brindaban entre ellos, abracé a finn, pues el ruido, aunque ameno, lo desconcertaba, él intentaba soltarse e irse volando, pero sin saber lo que había en su entorno bien podía perderse, así que no lo solté por más que aleteó.

Poniéndome en su lugar yo también estaría desconcertada, después de todo está en un lugar que desconoce, rodeado de extraños, quería darle seguridad y darle a entender que podía contar conmigo, así que lo abrace y empecé a acariciar su suave plumaje, una vez más tranquilo, busque el lugar más apartado del salón para dirigirme ahí.

Moviéndome entre la gente, llegué a una esquina cerca de un gran ventanal, un poco más lejos del bullicio, finn empezó a tranquilizarse, de a poco lo empecé a soltar y una vez más tranquilo procedió a volver a mi hombro. En forma de aprobación, acaricie su blanco plumaje, esto le agrado mucho pues empezó a restregarse contra mi cara.

Empecé a buscar con la vista a mis papás, me separe tan abruptamente que seguramente me estarían buscando, cuando por fin los encontré, mamá discutía con la señora Estela que parecía pasada de copas, mi papá y otros miembros del consejo intentaban calmarlas, me quede observándolas desde la distancia intentando saber qué pasaba, cuando de pronto una voz me dijo, "interesante como acaban las cosas ¿no?",

voltee hacia donde se escuchaba la voz, y me encontré con la señora Lucia, la jefa del gremio de exploradores, apenas lo podía creer la persona que más admiraba estaba frente a mí, era tan grandiosa como decían los rumores, era alta, con una cabellera rubia que le llegaba hasta los hombros, daba un aire imponente, su forma de vestir también era genial, vestía con botas altas, una playera de cuello de tortuga y manga larga, una falda negra larga que tenía una abertura de ambos lados y bajo de esta unas medias gruesas, pero ¿qué hacía aquí?, se supone que solo los familiares directos de los brujos y los del consejo podían acudir a esta ceremonia, ¿la señora Lucia tenía hijos?, ¿o seria parte del consejo como nuevo integrante?.

— ¿sabes por qué pelean tu mamá y Estela? — dijo señalando el conflicto, y sacándome de mis pensamientos. Negué con la cabeza de forma casi instintiva — Así que no te lo dijeron, bueno, entonces te contaré una pequeña historia, cuando tu mamá y Estela eran jóvenes y asistían a la escuela de magia, apenas y se hablaban pero se conocían entre sí, tu mamá era un prodigio, ya que era la única bruja de cocina de su generación, por otro lado, Estela siempre se esforzó mucho para estar en los primeros lugares en cuanto aprovechamiento académico se refiere, recuerdo que en ese entonces Úrsula y Ricardo estaban sumamente enamorados, iban a todos lados juntos derramando miel sobre hojuelas.

— Espere, está diciendo que mi mamá era novia de Ricardo, ¿el concejal Ricardo?

— El mismo que viste y calza, no sé si lo sepas, pero se tiene la creencia de que los familiares te guían a tu destino y eso incluye personas, no sabes la cantidad de pretendientes que asusto esa loba que tiene tu mamá, inclusive lo intento con Ricardo si no mal recuerdo. En ese entonces apenas era un aprendiz, pero podía

ver lo que pasaría en el instante siguiente con gran facilidad, por lo que se escapó varias veces de los mordiscos de la loba, a pesar de que ellos se adoraban sus familiares los detestaban. Si pones atención, te darás cuenta que el señor Ricardo tiene un zorro rojo como familiar, siempre lo acompaña, pero cuando esta la loba cerca mantiene su distancia, en este momento esta detrás de el a unos 3 metros más o menos. Esto es porque en alguna ocasión durante una de sus citas el zorro quiso atacar a tu mamá y la loba la defendió ocasionando una pelea... enorme.

Desde esa ocasión Ricardo trae un bastón, no lo usa de adorno como siempre da a entender, lo usa porque durante esa pelea, al intentar separar a los familiares se llevó una buena mordida en la pierna que le daño el tendón.

Al ser mordido por un familiar, su nervio se dañó de una forma horrible, y aunque se sanó con magia, la herida de vez en cuando sigue dándole problemas, por lo que cojea de vez en cuando.

Si bien ese terrible accidente advertiría a cualquiera de que su relación no era correcta, esto no les impidió seguir viéndose solo que sin sus familiares. No sé cuánto tiempo estuvieron así, yo empezaba a entrenar para salir en ese entonces, así que no estuve presente ni me enteré de todo, pero en una de las ocasiones que estaba arreglando documentos en la escuela… se dio un incidente que recuerda toda la generación.

Anna, la chica más tímida del colegio se plantó enfrente de estos dos con sus respectivos familiares, les

alego que su relación era un fraude y que ellos no tenían que estar juntos, después dijo que no era justo que Ricardo estuviera con Úrsula a pesar de que supiera perfectamente que su persona destinada era ella. Todos nos quedamos helados ante tal declaración, no sabes el alboroto que hubo, pronto los que iban pasando empezaron a acercarse para escuchar más, Anna avanzó y enfrente de todos beso a Ricardo diciéndole que ella le amaba, pensábamos que él la iba a alejar, pero le correspondió... Úrsula simplemente los dejo y se abrió paso entre la multitud. Por lo que todos empezaron a aplaudir mientras se alejaba, como si e suceso no fuera bastante traumático.

 — Pobre mamá, debió de haberle dolido mucho, ¿pero no hizo nada?

 — Yo también pensaba que haría algo, pero no, simplemente se marchó, supongo que en el fondo ella

sabía que no estaban destinados. Así que sé simplemente se fue, decidí seguirla, pues nadie parecía interesado en su dolor y aunque no nos conocíamos, supuse que todos ocupábamos de un poco de consuelo en un momento así… La seguí hasta el rincón más apartado de la escuela, pero cuando me quise acercar, la

escuche gritarle a su familiar… "por tu culpa, si solo lo hubieses aceptado… vate de aquí, quiero estar sola, no te quiero aquí", me quede helada sin saber qué hacer, su familiar salió corriendo despavorido, y tu mamá

empezó a llorar, en ese momento sí que no supe qué hacer, no nos conocíamos y no quería incomodarla, me estaba planteando el quedarme o irme, cuando de repente su familiar regreso arrastrando a alguien, el muchacho sumamente confundido no paraba de pedir auxilio hasta que vio a tu mamá... se quedó pasmado por un instante y después le ofreció un pañuelo y se sentó junto a ella. Después de eso, como no me necesitaba más, me marche.

— ¿y quién era el muchacho arrastrado? — pregunte curiosa

— ¿Enserio no sabes?, adivina — me dijo mientras apuntaba con su pulgar al lugar del alboroto

 — claro... ¡Mi papá!

 —  tiempo después me enteré de que habían empezado a salir y apenas se graduaron, se casaron. Todos acabaron felices y contentos al final, por lo que ambas parejas según tengo entendido se llevan bien

 — ¿y qué pasa con Estela?, digo con la señora Estela

 — oh claro, se me olvidaba, estela estaba profundamente enamorada de tu papá, él era el alquimista más famoso del colegio y estela siempre le admiro, y amo, por decirlo así, espero a que sus familiares los juntaran, pero ese día nunca llego... en vez de eso lo emparejaron con Úrsula. Lo que le causo un resentimiento hacia ella, aunque nunca se habían tratado a fondo. Todos pensamos que como en los casos anteriores, su pareja llegaría algún día, pero para sorpresa de todos, ese día aún no llega y sigue tan sola como siempre. Después de quedarse sola se esmeró mucho en ser la mejor alquimista, pero el puesto fue cedido a tu papá.

— Pero mi papá trabaja para Estela

 — Espera a eso voy, no me interrumpas, el día que iban a nombrar al nuevo jefe de alquimia y miembro

del consejo, los competidores más fuertes eran tu papá y Estela, la competencia fue muy reñida, pero al final gano tu papá. Más, sin embargo, rechazo el puesto. Pues argumento, que no quería estar en una oficina siempre, que quería verte crecer y pasar tiempo con su amada familia, pidió que en su lugar le dieran el

puesto a Estela, el consejo de aquellos años no estaba muy convencido, pero tu papá se puso firme en su decisión y argumento que Estela era una gran alquimista que alcanzaría un nivel de conocimientos más alto que él, después del gran discurso de tu papá, el consejo accedió con la condición de que tu papá fuese el segundo al mando y que apoyase a Estela en todo. Como si no fuese poco haber perdido la campaña, Estela se vio obligada a trabajar con la persona que le rompió el corazón hace años.

No sabía nada de esta historia, mis papás nunca me habían contado nada de esto, dirigí la mirada a donde se

encontraban, las cosas ya se habían calmado, la señora Laurencia y Liam se habían llevado a Estela, y por otro lado mamá y papa conversaban con el señor Esteban y con el señor Ricardo. Dirigí la mirada a Lucia nuevamente, estaba viendo la misma escena que yo había visto hace un momento, de pronto, se dio cuenta de mi mirada y se giró hacia mí, se inclinó y me coloco en el cuello el medallón que estaba con ella hasta hace poco. Este era grande y redondo, tenía la insignia de los exploradores, "sabes, eres buena escuchando, me agradas, búscame después con esto, estoy segura de que, si quisieras, serías un gran explorador… Bueno, me tengo que ir, felicidades, disfruta tu noche".

Después de un rato mis papas me vieron dese dejos y me hicieron una seña para que fuese con ellos, la noche ya estaba muy avanzada, por lo que después de despedirnos volvimos a casa.

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