Salimos del recinto, acompañados de nuestros familiares, el dulce olor de las flores del jardín inundó mi nariz cuando una fresca ráfaga de aire soplo, las fuentes de agua del recinto reflejaban la luz de la luna, aunque algo solitario, el ambiente era armonioso. Mis padres me veían a la espera de que preguntase algo incómodo para ellos, después de todo si se dieron cuenta de que los observaba durante su pequeña discusión, el preguntar era algo que hubiese hecho bajo otros términos, pero dada la historia que me acaban de contar a sus espaldas, lo mejor sería esperar a que me hablasen de ello por cuenta propia.
Una vez que se percataron de que no tenía intención de preguntar nada, sacaron sus baritas, las lanzaron al aire y una luz las envolvió haciendo aparecer las escobas nuevamente, subí a la escoba de mamá, esta vez con finn en mi hombro, pero antes de abrazar a mamá, me percaté que aún traía el medallón, rápidamente me lo quité y lo metí en mi bolsillo esperando que no lo hubieran visto, puesto que estaban más preocupados por lo ocurrido en la fiesta, no creo que lo hayan notado.
No era malo que lo vieran, simplemente aún no había comentado que quería dedicarme a la exploración, puesto que no era este el momento adecuado, decidí guardar el tema para después.
Una vez bien sujeta, mamá despego y emprendió el camino hacia casa, las luminarias encendidas a lo largo de los árboles daban una luz agradable a la vista, todas tenían forma de hongo o seta y si bien la forma era algo inusual, combinaban muy bien con el bosque. Según tengo entendido las luminarias son realmente hongos alterados con alquimia, durante el día se recargan con la luz solar y en las noches iluminan, muy creativo diría yo.
Regresamos exactamente por el mismo camino, pero la vista nocturna lo hacía lucir completamente diferente, las múltiples luces, las luciérnagas que volaban cerca de los pequeños cuerpos de agua, los maravillosos olores a pan horneado que salían de las casas y el olor a café de los establecimientos, sumados con el olor del bosque y la humedad del ambiente, creaban una sensación muy agradable.
Finalmente, llegamos a casa, la luz del pórtico estaba ya encendida, rápidamente bajé de la escoba y me dirigí a la puerta junto con finn, abrí la puerta y encendí la luz de la estancia, acto seguido mis papás entraron cerrando la puerta. Finn empezó a aletear y entendí que posiblemente tenía hambre, fui a la cocina en busca de algo para darle de comer, cuando de pronto me surgió la duda... ¿qué comen los cuervos?, tras pensar un poco me di cuenta de que no sabía la respuesta a esta pregunta, así que se lo pregunté a mamá
— ¡Mamá!, ¿qué comen los cuervos? — pregunte en voz alta desde la cocina, ella se acercó para sacar el tazón de nala y servirle su ración de carne.
— mmm, pues no lo sé, supongo que comen lagartijas, ranas, o aves más pequeñas que ellos, por lo que sé son animales carroñeros.
— Puaj, ¿y de dónde saco una lagartija muerta a estas horas? — dije con un gesto de asco, la idea de ver a mi familiar comerse a otra criatura en descomposición, no me resultaba tan grata, pero si era lo que comía que se le iba a hacer, de pronto papá entro en la cocina junto con az
— no es necesario que se lo des putrefacto, basta con que sea carne de ese animal o también le puedes dar semillas y bayas, también puede comer eso — dijo muy quitado de la pena mientras le daba otra de sus raciones a az, el cual comía varias veces al día.
Intercambie miradas con mamá, la cual acto seguido me paso de la alacena, las semillas y las bayas secas de la despensa, "Eso también puede funcionar", tome un tazón para darle de comer a finn, le serví un combinado de las semillas que encontré junto con las bayas, lo coloqué en la mesa y empezó a comer. Saque una silla del comedor y me senté frente a él a verlo comer, después de un rato empecé a sentir los parpados pesados, quería seguir despierta, pero el cansancio era más fuerte que yo, la magia de mamá se había terminado, su efecto por lo general solo funciona para una intención, y sí la intención era no sentir cansancio durante el día, era razonable que el cansancio acumulado llegara de golpe.
Desperté en mi cama junto con finn, traía el pijama puesto y mi ropa estaba colgada en un gancho frente al ropero, no me percate en qué momento me quede dormida. Me levanté con cuidado para no despertar a finn que estaba dormido junto a mi almohada, cambie mi ropa de dormir y me coloque un overol con una playera a
rayas, sujete mi cabello en una coleta y de repente pensé... EL MEDALLÓN. Revise mis ropas del día anterior, pero no había rastro de él, hay no, hay no, mamá, me cambio la ropa, ¿lo habrá encontrado? Y de ser así, ¿me va a reñir apenas baje?, nerviosa, empecé a dar vueltas por mi habitación, sé que no les gustara para nada la idea de que quiera ser exploradora, pero al final, es un trabajo importante y honesto, no estaba haciendo nada malo, a fin de cuentas, aun sí no le gusta la idea debería darme el privilegio de la duda por lo menos.
Un fuerte graznido me saco de mis pensamientos, con mi situación actual me había olvidado de despertar a finn," Buenos días finn lo siento mucho, no era mi intención ignorarte, solo que perdí algo que me causara dar un par explicaciones", finn ladeo la cabeza y soltó otro graznido sorprendiéndome, me había sacado un pequeño susto esta vez, supongo que tendré que acostumbrarme, pasaremos mucho tiempo juntos después de todo. Finn se levantó de mi cama y voló sobre el espacio que quedaba encima del ropero, después de un rato de dar vueltas, este saco el medallón perdido, enseguida voló de nuevo a mí y me lo entrego, la cadena parecía rota, lo más seguro es que la rompiese con el pico cuando me lo quito, aun así, estaba salvada, había olvidado los fieles e inteligentes que son los familiares y el pequeño detalle de que a los cuervos les gustan las cosas brillantes. "Gracias finn, no sabes cuanto te amo".
Guarde el medallón en uno de los bolsillos del overol, sacudí y tendí mi cama, pegue mi oído a la puerta por si escuchaba a mis papás, pero nada... intercambie una pequeña mirada con fin, que estaba en mi cama acicalándose, y junto con él salí de mi habitación, baje al comedor con cuidado en caso de que me estuvieran esperando, pero en su lugar vi a mi mamá sentada en el comedor mientras terminaba su desayuno.
-Buenos días, conejita, ¿descansaste bien?, ¿quieres tu desayuno de una vez? - dijo mamá en su tono de siempre, por sus reacciones no habían visto el medallón todavía, que bueno que finn lo escondió, tome asiento en mi lugar habitual, mientras mamá iba a la cocina. - no te desperté porque te veías muy cansada, ¿cómo te sientes?
— Me siento mejor, gracias, ¿y mi papá? — pregunté curiosa, pues no era común ver a mamá desayunar sola
— Se fue a trabajar, temprano vino un mensajero del gremio para avisar que Estela estaba indispuesta, dado que ya viene el invierno, tienen que terminar con los presupuestos del siguiente año. — dijo tranquilamente mientras nos servía el desayuno a mí y a finn.
— Gracias mamá, se ve delicioso como siempre, ¿crees que me puedes acompañar hoy?
— Claro, ¿a dónde vas?
— A buscar ramas, quiero hacerle un nido a finn — dije mientras me apresuraba a desayunar dado que ya era tarde
Terminé de desayunar con mi madre y juntas salimos a buscar ramas, hojas y todo lo que le pudiera servir a finn como nido, nala nos ayudó a mover todo por lo que el regreso no fue tan difícil, una vez llegamos a casa subimos todo a mi cuarto, sacudí arriba del ropero y me dispuse a hacerle el nido a finn, pero este se interpuso y empezó a hacerlo por su propia cuenta, desasiendo todo lo que yo ya había hecho. Como parecía que no quería mi ayuda y que mi presencia le estorbaba, volví a bajar. Mamá estaba limpiando, así que pregunte si podía ayudar, no tenía nada mejor que hacer después de todo, debido a la ceremonia de familiares, la escuela había cancelado clases, pues era importante que empezáramos a convivir con nuestros familiares para vincularnos.
Estaba limpiando la cocina junto con mamá cuando de pronto tocaron a la puerta, me seque las manos en el mandil y fui a abrir la puerta, "voy" grite ante la insistencia con la que tocaban la puerta, abrí la puerta y casi me
congeló al ver a Lucia parada en mi pórtico.
— Hola tesoro, ¿puedo pasar? — pasmada, me limité a asentir con la cabeza, ¿qué hacía Lucia aquí? Me entrego un paquete con galletas, y posteriormente paso hasta la estancia de la casa, se quedó viendo los retratos familiares que estaban colgados en la pared en completo silencio, hasta qué salió mamá.
— O señorita Lucia, ¿qué la trae por aquí? — dijo mi madre que recién salía de la cocina, buscando respuesta me volteo a ver, pero antes de contestar la señora lucia se adelantó.
— Lamento la intromisión tan repentina, vine porque el gremio de exploración va a hacer un curso sobre seguridad, después de todo no sé si sabe, pero se han dado casos en los que los nuevos dueños de familiares salen de la barrera por error al perseguir a sus familiares con alas. Puede ser peligroso y para evitar esto ofrecemos cursos para mejorar su relación y que aprendan a seguir ciertos comandos en caso de emergencia.
— No... había escuchado nada sobre eso, ¿dice que es en curso de seguridad?
— Exactamente, no me sorprende que desconozca del tema, pues su familiar tiene cuatro patas, pero como comprenderá en el caso de su hija no es así, por lo que sugiero que tome el curso. Al final la decisión es de ustedes, pero yo considero que le podría ser de utilidad. Con su permiso me retiró, tengo dar el aviso a otras
familias. Que tengan buen día.
Acompañe a la señora Lucia de nuevo a la puerta, y cuando me asegure de que mamá no me escuchaba saque el medallón de mi bolsillo.
— Lo siento mucho, mi cuervo lo rompió ayer — dije mientras tomaba el medallón con ambas manos y se lo entregaba de vuelta.
— Esta bien, no pasa nada, es natural que los familiares nuevos tengan curiosidad por lo que los rodea. — tomo el medallón y lo envolvió entre sus manos, y tras recitar unas palabras el medallón se arregló
nuevamente— tómalo ahora es tuyo, espero sinceramente que te dejen ir y en caso de que sea así, nos vemos mañana a las 10:00
Entre a mi casa nuevamente cerrando la puerta, mientras ayudaba a mamá a poner la mesa me pregunto qué opinaba sobre el curso, a lo que conteste que sinceramente quería tomarlo, después de eso no pregunto más sobre el tema, simple mente asintió y me alboroto el pelo. Esperamos a que llegara mi papá de trabajar, pero en su lugar un mensajero llego para avisarnos que papá pasaría la noche en el trabajo, dijo que tenía que revisar el inventario, pues se dieron cuenta que faltaban materiales que no tenían registro de haber sido tomados. Aunque no le agrado mucho la idea, mamá empaco comida para que el mensajero se la entregase
a mi papá, cenamos juntas de forma amena, limpiamos la cocina y nos fuimos a dormir.
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