Incertidumbre

El ruido de un golpe seco me despertó. Tarde un momento en reaccionar, aún algo desconcertada, me incorpore e intente averiguar de dónde venía el sonido, voltee a ver por la ventana, pero aún no amanecía. Salí de mi cama y con cuidado abrí la puerta de mi recámara. El pasillo se veía muy oscuro, por lo que apenas se alcanzaban a ver los relieves de las cosas. De repente una luz se encendió, provenía de la planta baja, lentamente me asomé por el barandal de la escalera.  Abajo estaban mis papás, papá acababa de llegar y mamá le ayudaba a guardar su sombrero y gabardina en el armario de la entrada.

 El ruido de la puerta fue lo que me despertó, voltee a ver el reloj de la estancia, marcaba las 5 de la mañana, papá se sentó en el sofá dejándose caer. Se veía agotado, tenía prominentes ojeras debajo de los ojos, estaba pálido y claramente alterado. Mamá se sentó enfrente de él, az salto a las piernas de mamá y se acomodó sobre ellas como si fuese a dormir, papá se acomodó el cabello hacia atrás con la mano, se quitó los lentes y soltó un largo suspiro mientras se inclinaba hacia mamá. Era sumamente extraño verlo así, de pronto su voz rompió el silencio.

 —  La situación es peor de lo que pensé, el mensajero no dijo nada, pero Estela fue atacada ayer después de la fiesta, la encontraron inconsciente en su oficina esta mañana con múltiples heridas, revisamos todo el lugar junto con todos los gremios, pero no encontramos nada.

— Pero, ¿está bien Estela?

—  Si solo está algo débil, despertó en la madrugada.

— No lo entiendo, ¿quién querría dañar a Estela?, es un miembro del consejo y siempre tiene a esa víbora con ella.

— Encontraron a su familiar muy alterado, estaba encerrado en uno de los almacenes, quien haya hecho esto, tenía gran dominio del sitio, y ataco a Estela por la espalda, por el tipo de golpes que tenía, deducen que era un hombre.

— ¿Y qué dijo Ricardo?, no se supone que es el que se encarga de estas situaciones, con el poder de adivinación que tiene, ¿no pudo encontrar al culpable?

 —  Eso es lo que nos preocupa, ni Ricardo, ni ninguno de su gremio supieron decir que pasó, según dicen, usaron un hechizo de intervención, el que entro sabía lo que hacía y no solo eso se llevó varios materiales raros del almacén de alquimia.

 — ¿No pueden seguir su rastro por medio de esos materiales?

— No, lo intentamos, pero hay mucha interferencia, pareciera que se lo trago la tierra. Ordenaron estar pendientes de cualquier anomalía.

 — Ahora que lo pienso… hoy vino Lucia, menciono algo sobre un curso de seguridad de vuelo.

— El gremio de expedición, se encargó de ir a las casas de quienes asistieron a la ceremonia ayer, seguramente invento lo del curso para distraerlas, mientras que su gente del gremio revisaba la casa en busca de los materiales perdidos, ¿no se te hizo raro que un líder de gremio te viniera a dar un aviso personalmente?

 — Ahora que lo mencionas si fue extraño estuvo viendo la estancia y después de darme él avisó se fue diciendo que aún le quedaban lugares para visitar. Ni siquiera me dio bien los detalles del curso.

—  Manda a Lilian al curso mañana, lo mejor será seguir su protocolo por ahora, seguro que no fue a la única que le entrego este aviso, no le cuentes esto a nadie, pero mañana…

 Un ruido me distrajo de la conversación, la puerta del cuarto de mis papás se empezaba a abrir, nala seguía aquí arriba conmigo, si me ve espiando a su dueña, seguro se enojará muchísimo y más importante aún, me entregaría a mamá sin dudar.

Rápidamente, me di la vuelta rumbo a mi habitación, no había dado ni tres pasos cuando de pronto escuché como la puerta se abrió por completo. Sentí la mirada de nala a mi espalda y corrí a mi cuarto lo más rápido que pude, a cada paso sentía como su aliento me rozaba las pantorrillas, el corazón me latía a mil por hora. Traté de cerrar la puerta de mi cuarto a toda prisa, pero nala me lo impedía, su fuerte ladrido sonó… de pronto escuché el grito inmediato de mi madre, “¿qué está pasando allí arriba?», sentí como el corazón se me paralizaba al escuchar que subían las escaleras. Finn de pronto salió de su nido y pasando por la abertura de la puerta empezó a distraer a nala, ya no me forcejeaba la puerta, en su lugar intentaba atrapar a finn que revoloteaba en el pasillo.

 Me apresuré a buscar en mi mesa de noche la poción para dormir, y pensar que me estaba quejando de haber preparado de más, con el excedente había hecho una pequeña bolita que quedo rodando sola en mi cajón. Por lo general odiaba cuando pasaba esto, pero qué bueno que paso… rápidamente, saque del cajón la pequeña esfera, lo cerré y procedí a tragarla, me acomodé en mi cama, cuando de pronto me sentí aturdida de golpe, lo último que recuerdo es escuchar a mi mamá regañar a nala, y ver la silueta de mi papá abrir mi puerta.

Me desperté aturdida y con la mente en blanco, apenas abrí los ojos, finn vino volando de su nido hasta mi cama, recordé que ayer me había ayudado, así que le agradecí sinceramente, salí del conflicto gracias a él. Con esta era la segunda vez que me ayudaba, el sentimiento de culpabilidad de pronto se hizo presente,

había estado ocultando y espiando cosas de mis papás. Por primera vez en la vida, me sentía como si los estuviese defraudando, me puse un vestido color rojo, me ate el cabello y después de ordenar bajé, tome el medallón que me regalo Lucia y baje decidida a contarle la verdad a mamá, pero cuando bajé estaba tan seria en la cocina, no me escucho, ni se percató de mi presencia hasta que nala se movió, parecía preocupada…

 — Lo siento cariño, no te escuché, ayer nala desconoció a finn en la madrugada, así que me alteré un poco y no pude dormir, ¿dormiste bien, descansaste?

 — No te preocupes, lo más seguro es que haya sido porque no lo reconoce aún. ¿Y mi papá?

— llego cansado de revisar el almacén, está descansando arriba

 —  Ya veo, pobre, espero que resuelva rápido lo del almacén — Mamá asintió, me sirvió el desayuno y se sentó frente a mí. Tras un breve momento de silencio continuo, — Recuerda que hoy tienes que ir al curso, no se te olvide tu almuerzo y el de finn.

 — Mamá, hay algo que no te he dicho…  — dije apenada y con un nudo en la garganta, mamá se pudo pálida, pero solo asintió, se notaba muy tensa, este no era el mejor momento para contarle que sabía lo de Estela

— si dime —insistió cuando guarde silencio.

— Quiero ser del gremio de exploración — mamá suspiro tranquila, después analizo lo que acababa de decir

—  Lo que quieras ser está bien, pero es algo muy arriesgado, ¿por qué aprovechando que vas a ir, no te acercas al supervisor y pides un recorrido por las instalaciones?, así puedes ver cómo trabajan y decidir si realmente te llama la atención, después de eso hablamos.

 Termine de desayunar, e intente platicar con mamá, pero, aunque hacía lo posible para seguirme la corriente podía notar que estaba algo preocupada, no sé qué tan grave sea el asunto, después de todo solo escuche una parte, pero algo me decía que no debía indagar más así que al dar las 9:30 salí de casa junto con finn, tome mi escoba y me dirigí al gremio de exploradores.

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