Cap 8: Maestro

Después del incidente en el campo de entrenamiento, todos los estudiantes volvieron al salón de clases, todos excepto Marina que no volvió a aparecer.

En el comedor, los alumnos iban por su almuerzo y se sentaban en mesas con sus amigos.

Arkon, que rara vez frecuentaba el lugar, se hallaba ahí sentado en una mesa él solo y comiendo con tranquilidad.

— hola Arkon. — saludo Nami sentándose a su lado con su bandeja de comida.

— buenas tardes, Nami— la saludo Arkon

— ¿es cierto que inundaron el campo de entrenamiento? — pregunto Nami

Él asintió.

— la chica llamada Marina no tiene un control adecuado de su magia. —

— aun así me parece cruel que todos hablen mal de ella, el año pasado cuando Red intento atacarte solo le dieron un regaño, así que esto me parece injusto. — se jactó Nami.

Arkon terminó de tragar el bocado de su bistec.

— eso se debe al hecho de que Marina llegó aquí debido al patrocinio de la misma reina Diance. Eso provoca que todos tengan expectativas muy altas de ella.— él le comenzó a explicar. — Y aquellos que le tengan envidia o se sientan inferiores siempre estarán atentos a cada error incluso los más insignificantes.

— eso es muy cierto. — afirmó Nami

— ¿ella está por aquí? — pregunto Nami

Arkon negó con la cabeza.

— después de lo sucedido ella no volvió a salón —

Nami se preocupó por Marina, ella parecía ser una chica muy simpática.

Las clases habían terminado y Marina seguía sin aparecer.

Arkon estaba caminando hacia la salida, pero se detuvo al escuchar un llanto. Al acercarse para investigar vio que se trataba de Marina, que se hallaba llorando detrás de un árbol entre los arbustos.

Al parecer ella no se dio cuenta de la presencia de Arkon lo que le daba una oportunidad de retirarse.

Sin embargo, algo muy dentro de él que se sentía como una opresión en su pecho le impedía alejarse de ella.

< ¿qué es este sentimiento molesto? > pensó Arkon tocando su pecho.

Desconocía este sentimiento pero lo sentía familiar, como si ya lo hubiera sentido una vez en su anterior vida.

< que molesto... tal vez sea la lástima de ver a mi gran enemiga verse tan patética en ese estado. >

Arkon se acercó y le toco con suavidad su hombro ganándose así la sorpresa de Marina.

Marina volteo a ver quien la toco dándose cuenta de que fue Arkon.

— tú...—

— puedo ver que sigues afectada por lo de esta mañana. — dedujo Arkon mirándola sin expresión alguna

Marina rápidamente se limpió sus lágrimas.

— solo... yo...— Marina no sabía qué decir

Aún se sentía avergonzada por todo lo que sucedió en este día.

< se supone que la reina me envió aquí porque tengo talento en la magia... Sin embargo, solo conseguí ser una burla. > pensó Marina sintiendo como más lágrimas querían brotar de sus ojos.

Arkon al notar esto solo suspiro.

— ¿Crees que lamentándote arreglaras todo?—

Marina lo miró.

— ¿que quieres decir? —

— le das demasiada importancia a lo que ellos dicen en vez de mejorar tu dominio mágico. — le respondió Arkon.— ¿cuántas veces has usado tu magia de agua?

— solo unas pocas veces, la última vez que la use fuí encontrada por la reina Diance. — le explico Marina.

— eso significa que no practicaste mucho.—

— eso se debe que en el pueblo donde me críe no había magos. —

— con razón. Mira, lo que puedes ir haciendo es practicar tu magia desde lo más básico para que idiotas como Red no te humillen nuevamente. — dijo Arkon.— te recomiendo que busques un maestro personal que te guíe.

En ese momento una idea vino a la mente de Marina.

Antes de que Arkon le diera la espalda, ella tomó rápidamente de su mano, Arkon la miró con una expresión confundida.

— por favor, sé mi maestro. — le suplico Marina

Por alguna razón todo ruido en los alrededores cesó inmediatamente.

— ... ¿Disculpa? — pregunto Arkon esperando haber entendido mal

Inmediatamente, Marina suelta la mano y se levanta para tomar nuevamente su mano.

— sé que esto es muy precipitado, pero enserió usted es el único que puede ayudarme. —

— ¿si sabe que domino la magia psíquica? —

— también la arcana, pero tiene un gran control y concentración que podría ser muy útil para mí. — explico Marina con una sonrisa. — además, usted es el que mejor conoce sobre los fundamentos mágicos y apuesto a que es capaz de reconocer los errores de los otros magos observando como emplean su magia.

Es verdad.

< eso me pasa por demostrar mi superioridad intelectual. En fin, supongo que podría intentar enseñarle y tal vez obtener información de la reina Diance y este patrocinio. > pensó Arkon

— de acuerdo, acepto. — accedió Arkon.

Marina quería saltar de felicidad.

— cabe aclarar que soy muy exigente y directo así que no te sorprendas si te parezco un demonio. — agrego Arkon

— ¿un demonio? Que gracioso — dijo Marina. — entonces debes ser terrible, jeje

< ¿dije algo gracioso? > pensó Arkon inclinando su cabeza a la derecha.

Después de eso Arkon regreso a su casa y Marina a su habitación, entonces ella se dio cuenta de que olvidó algo.

— ¡olvidé disculparme con él! — se dijo a sí misma

Apenas entro en su dormitorio vio como un espejo de mano comenzaba a brillar, Marina sin perder tiempo agarro el espejo y lo miro.

— reina Diance. — nombró Marina.

En efecto, en el reflejo del espejo se veía a la reina Diance con una expresión tranquila.

— querida, ¿cómo te fue hoy?— pregunto la reina Diance

— me fue bien, su majestad — mintió Marina.