capitulo 16

La mañana siguiente llegó y Alessandra se despertó antes que Michelle, hoy tenían que continuar con la filmación del comercial y no quería llegar tarde. Mientras se duchaba sintió como unos fuertes brazos rodeaban su cintura y luego con voz ronca decía.

- Te estás bañando sin mí. Que mala eres...

Bea sonrió y volteando entre sus brazos dijo.

- Hoy no quiero llegar tarde.

- Pues tu jefe te está dando permiso de hacerlo.

Bea sonrió y dijo.

- Señor Lucchese no me parece ético acostarme con mi patrocinador. Creo que mientras que dure este contrato tendremos que suspender nuestros encuentros. No quiero que digan que solo conseguí este contrato por acostarme con el producto...

Michelle se separó un poco de ella y vio su rostro serio.

- ¿Lo dices en serio?

- Muy en serio.

Lucas él sonrió y dijo con voz seductora.

- No creo que puedas resistirte a mis encantos.

Lucas bajo su mano a su intimidad y tocando directamente su punto de excitación dijo

- Quiero ver cuánto soportas antes de pedirme a gritos que te haga mía.

Sin más con su otra mano tomo uno de sus senos y empezó a chuparlo mientras que con su otra mano aumentaba el ritmo. Bea empezó a sentir que sus piernas flaqueaban, con voz pausada y su respiración agitada dijo.

- Lucas... no me tortures más...

-¿Dime que quieres gatita?

- A ti... te quiero a ti...

Lucas sonrió complacido y sin esperar entro en ella.

- ¿Esto es lo que quieres?

Bea se encontraba perdida de placer que solo salían sonidos obscenos de su boca. Sin poder aguantan más término estallando en un orgasmo, pero Lucas no le dio tregua y siguió arremetiendo contra ella. Bea de pronto sintió como sus piernas dejaron de tocar el piso y las envolvió en la cintura de Lucas. Cuando el chico término dijo con su voz más ronca de lo habitual.

- Te lo dije, ni tú, ni yo tenemos la fuerza de voluntad para resistirnos a esto.

Bea sonrió y volvió a besar sus labios.

Cuando ambos terminaron de "bañarse" Salieron y se cambiaron para ir a la cocina dónde ya Marc estaba preparando el desayuno.

- Creo que tendré que acostarme que ahora seremos tres.

Michelle sonrió y dijo.

- Buenos días para ti también Marc.

- Buenos días a ambos. Ya están listos, tomen el desayuno rápido y vamos nena que si no se nos hará nuevamente tarde.

Bea miró apenada a Marc pero dijo

- Está vez no fue mi culpa...

- Pues yo no vi que te quejarás mucho...

- Lucas...

Este sonrió Marc dijo.

- ¿Lucas? ¿Su nombre ni era Michelle?

Bea miró a Marc y dijo rápidamente.

- Si, pero Lucas es el segundo nombre.- Sin darle tiempo a pensar mucho en ellos dijo - Ya termine vamos.

- Apenas tocaste tu desayuno...

Lucas sonrió juguetón y dijo.

- Ya está satisfecha.

Marc entendió lo que quiso decir y con una sonrisa traviesa dijo.

- Veo que si sigue dándose esos desayunos matutinos pronto tendremos sorprecita.

Lucas se ahogó con el café y Bea sonrió.

- ¿Estás bien?

Dijo fungiendo estar preocupada y Lucas solo asintió.

- Lo estoy.

Marc también sonrió y dijo.

- Bien despídete de tu galán que yo te espero en el estacionamiento.

Marc salió de la habitación y Lucas dijo.

- ¿Bea tú te estás cuidando? Digo yo no tendría problema de tener unos cuántos hijos contigo, pero primero me gustaría que nos casemos y...

- Cariño tranquilo, en esta época haya unas pastillas muy buenas que no saben asquerosas cómo el anticonceptivo. Desde que empezamos a tener relaciones las estoy tomando. Yo tampoco tendría problemas de firmar una familia contigo, pero recién nos hemos vuelto a encontrar, quiero disfrutar primero nuestra relación de pareja y luego que venga todo lo demás.

Lucas sonrió y dijo.

- ¿Una familia conmigo? ¿Eso es lo que te gustaría?

- Eso es lo que más deseo.

- Muy bien, dejemos que todo se acomode y luego de casarnos tú y yo volveremos hablar de esto.

Bea asintió y Lucas la atajo hacia él para besarla nuevamente y una vez ambos se separaron Bea salió de la habitación para ir al estacionamiento.

Michelle por su parte fue a su oficina, pero luego se media hora tocaron a su puerta. Dio el pase y Marc ingreso a la oficina.

Michelle miró al chico y dijo.

- ¿Qué sucede?

- Lo mismo te pregunto a ti. ¿Dónde está Alessa? Llevo cuarenta minutos esperándola en el estacionamiento.

Michelle frunció su rostro y dijo.

- Ella bajo hace rato.

- No, no lo hizo. Yo estuve todo este tiempo esperándola, pero al ver que no venía decidí venir a buscarla.

Michelle tomo su teléfono y llamo al señor Risso. Cinco minutos después el hombre estaba en la oficina de Lucas y este dijo.

- ¿Señor Lucchese que se le ofrece?

- Muéstrame las cámaras de seguridad.

Este se sorprendió por su pedido, pero camino hasta su escritorio y tecleando en su computadora le enseño las cámaras del hotel. Marc miró al hombre y dijo.

- Retroceda media hora atrás.

El señor Risso así lo hizo y vieron cómo Bea entraba al ascenso y en él ya había dos tipos vestidos de negro. Luego vieron como ambos se llevaban inconsciente a Bea por la salida de empleados.

Michelle golpeó con su puño el escritorio y su mirada se ensombreció.

- Señor Risso, necesito que encuentre a esos tipos.

- Señor yo no sé cómo hacer eso, mayormente usted le pide esos encargos a Max.

- Pues comunícame con él.

El señor Risso llamo al hombre de seguridad y mano derecha de Michelle. Una vez este llegó dijo.

- Señor...

- Necesito que ubiques a estos hombres ahora mismo. Se acaban de llevar a mi mujer y será mejor que los encuentres ahora.

Max tembló ligeramente ante la clara amenaza de Michelle y rápidamente tomo la computadora y al revisar las cámara de seguridad y las de tránsito pudo descubrir que la habían llevado a una bodega.

- Ya tengo el dato señor. Ellos están...

- Tendrás que llevarme, aún no recuerdo bien las calles. Dónde se supone que guardo mi armamento.

Marc estaba en shock no sabía que hacer pero dijo

- Yo iré contigo...

- No, es peligroso y puedes salir herido.

- Alessandra es como mi hermana, si algo malo le pasa...

- Créeme, nada malo le pasará. Ahora quédate aquí y espera noticias mías. Yo la traeré de regreso.

Max caminó hasta un armario y al abrirlo encontró un momento de armas y municiones.

Michelle sin dudarlo tomo varias granadas, pistolas, cargadores y un rifle semiautomático con mira.

Max al ver que se estaba armando hasta los dientes dijo.

- Señor no quiero ofenderlo, pero ¿recuerda como disparar.?

Michelle sonrió y dijo.

- Eso no se olvida. Prepárate, mi padre no quiere que utilice sus hombres para proteger a Alessa es por eso que iré solo, pero por si acaso lleva armas para tí. No te pondré en peligro.

Max Miro sorprendido a su jefe, él sabía que era un hombre despiadado, lo había visto matar a sangre fría muchas veces, pero al ver cómo estaba dispuesto a ir a la guerra por esa mujer decidió que de camino le enviaría un mensaje al señor Lucchese avisándole de la situación...

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