Capítulo 12

Después de desayuno salí a comprar otro vestido, anteriormente había comprado solo uno, ya que no esperaba volver a reunirme con la emperatriz y menos tan pronto.

Cuando encontré el indicado me dirigí rápidamente a casa, necesitaba alistarme lo más rápido posible para llegar a tiempo o la emperatriz podría pensar mal de mí y eso no sería bueno.

Al llegar al palacio el asistente de la emperatriz me llevo a lo que parece ser su estudio, es un lugar increíble, cualquiera pensaría que los estudios son oscuros y aburridos, pero el de ella no, el lugar tiene buena iluminación natural y está sutilmente decorado con plantas, se ve elegante y novedoso, cada vez me sorprende más la habilidad que tiene la emperatriz, sería una excelente decoradora de interiores en el otro mundo.

- Saludos a su majestad la emperatriz\, madre de este imperio.

- Buenas tardes Sofia\, espero que hayas pensado en la propuesta que te hice.

- Si lo pensé majestad\, pero me gustaría primero conocerlo y ver si acepta mis condiciones.

- Eso me gusta\, se ve que eres una mujer que sabe lo que quiere y como lo quiere\, pero siéntate que no debe tardar en llegar.

- Gracias majestad.

Las dos nos sentamos en una mesa que tiene en su estudio, hablamos por un rato del hermoso jardín al que me llevaron ayer y de como decoro cuidadosamente su estudio hasta que el asistente anuncia la llegada de mi posible futuro esposo.

- Su majestad\, llego el Duque Esteban Montiel.

- Hazlo pasar Federico

El asistente sale y entra la última persona que quería ver, como es posible que de todas las personas que pueden existir en este mundo sea precisamente él.

*Narrador*

Esteban y Sofia se observan detenidamente, como si se estuvieran analizando el uno al otro, la emperatriz solo observa la situación, para ella es de lo más divertido ver como se miran, parece que se quieren matar y comer a la vez.

- Saludos a su majestad la emperatriz\, madre de este imperio\, Señorita\, es un placer conocerla\, me presento soy el Duque Esteban Montiel.

- Un placer conocerlo\, soy Sofia Vital

- Bueno\, yo los dejo\, tengo cosas que resolver y ustedes necesitan conversar de sus asuntos\, siéntanse como en su casa.

La emperatriz sale riendo de ahí, adentro la tensión entre los dos es muy grande, además necesitan hablar a solas.

Una vez afuera se topó de frente con el emperador, para él es sospechoso verla sonriendo así.

- Cariño\, ¿qué maldad hiciste ahora?- Le dice el emperador mientras la mira con sospecha

- Me indigna que pienses que hice algo malo- Responde ella como si se sintiera ofendida.

- Ya cariño\, no pongas esa cara\, más bien vamos y me cuentas.

- Chismoso- le dice mientras hace un puchero\, después se va con él a contarle todo\, porque esto puede salir o muy bien o muy mal y necesita alguien con quien compartir los avances.

Los emperadores son muy serios y profesionales para el resto del mundo, pero entre ellos y con los más cercanos parecen niños chiquitos.

Mientras tanto, en el estudio de la emperatriz el ambiente era tenso, hasta que Esteban decide hablar y acabar con la tensión presente.

- Supongo que tomaste una decisión.

- Así es la había tomado antes de saber que eras tú.

- ¿Y por qué cambiarias de opinión?.

- Por qué no me voy a casar contigo\, eres un idiota.

- Eres tú la que me espía y me persigue y ahora resulta el problema soy yo.

- Quien dice que te espió y persigo\, simplemente tengo la mala suerte de encontrarte cuando salgo\, eso es todo.

- Pues cuando me veías desnudo no parecías mortificada por tu mala suerte.

- Puedes olvidar eso\, por favor\, ya te dije que te encontré por accidente\, no fue intencional.

- Bien\, no vamos a discutir por eso\, simplemente hablemos de lo que nos interesa

- Ya te dije que no me casaré

- Nos conviene a los dos\, tú necesitas un título y yo una esposa\, además por como nos llevamos es imposible que nos enamoremos el uno del otro\, por lo que no habrá problemas en el futuro.

- Bueno\, eso es verdad\, nunca podría enamorarme de ti

- Ni yo de ti\, así que en eso estamos de acuerdo.

- ¿Por qué tanta urgencia de casarte?

- No necesitas saberlo

- Por supuesto que si\, tú sabes que necesito un título\, pero ¿para qué necesitarías una esposa?

- Bien\, mi madre no deja de molestarme con el tema del matrimonio y ahora se le sumó mi padre\, una vez se lleve a cabo ella estará tranquila y yo seguiré mi vida sin problemas.

- No pedirán hijos\, ¿verdad?

- Si los van a pedir\, pero les diremos que no estamos listos y así más adelante lo resolvemos.

- Bueno\, yo no necesito el título para siempre\, así que cuando todo termine podemos decir que no nos pudimos poner de acuerdo y nos divorciamos.

- ¿Para qué necesitas el título específicamente?

- Una venganza\, una vez termine me iré lejos a hacer mi vida en un lugar tranquilo\, solo no se lo digas a la emperatriz\, ella cree que es para que me respeten y en parte es así\, pero entre menos gente lo sepa mejor.

- ¿Por qué me lo dices a mí entonces?

- Porque si nos vamos a casar no te lo podré ocultar\, prefiero ser honesta desde el principio.

- Bueno\, ya que aclaramos lo importante\, supongo que lo que sigue es el matrimonio.

- Así es\, pero primero vamos a hacer un contrato prematrimonial.

- ¿De qué estás hablando?

- Es un documento en donde se estipulara que cada uno manejara su dinero sin la interferencia del otro y una vez divorciados cada quien se queda con lo suyo\, además si se comprueba que me eres infiel me darás el divorcio y una buena cantidad de dinero\, no soy tan estúpida como para dejar que arruines mi reputación sin obtener un beneficio\, aunque me vaya lejos no me iré como una cornuda\, con el letrero de divorciada ya me basta.

- Bien\, pero esos términos contarán para los dos\, comprenderás que también debo tener un seguro.

- Me parece perfecto\, ahí dejaremos en claro que cualquier acto que afecte la reputación del otro tendrá una sanción y en público seremos la pareja perfecta\, necesito que crean que la relación es real.

-Estoy de acuerdo, en dos días tendré listo el documento y lo firmaremos en presencia del emperador.

- Bien\, entonces me voy\, ya no tengo nada más que hacer acá.

- Espera un momento

Esteban se acerca peligrosamente mientras la mira a los ojos, esa actitud que tomo de repente la pone nerviosa

- ¿Qué quieres?\, ¿qué estás haciendo?

- Practicando para cuando nos vean en público

- No es necesario\, puedo actuar bien.

- Pero te ves muy nerviosa y solo me estoy acercando\, eso no se ve natural

En ese momento Sofia se endereza mientras levanta bien la cabeza sin apartar la mirada de sus ojos, él se acerca cada vez más y cuando sus labios están a punto de tocarse, se separa.

- Mucho mejor\, eso se vio más natural\, seguiremos practicando en otra oportunidad.

Se va y la deja sola, sumida en sus pensamientos

- Mierda\, porque quería que me besara\, Sofia estás mal\, muy mal.

Sale del estudio apresurada, sus mejillas ligeramente rojas la delatan, por eso avanza lo más rápido que puede, no quiere encontrarse con él, ya tuvo suficiente de él por un día.

Mientras tanto detrás de una columna se encuentran los emperadores viendo como salieron esos dos, ahí existe algo más y ellos los empujaran a descubrirlo, eso será más que un matrimonio arreglado.

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