Capítulo 10: Corazón no sientas

Tomás:

Tener a Crystal a mi lado, no fue nada fácil. Su cercanía me intimidaba, aunque no lo demostré.

Ella se veía cansada pero, como dijo metida en su papel de asistente. Cuando Renata se acercó no pasaron desapercibidas las expresiones de molestia que tuvo Crystal hacia ella, acaso estaba celosa?.

Eso no podía saberlo. Renata y yo tuvimos un encuentro en el pasado, aunque no fue sexual, ella aún insistía en buscarme y a cambio de eso invertiría en mi compañía. La verdad es que no me hacía falta su apoyo, la empresa marchaba bastante bien, y jamás recurriría a algo como esto. Solo le mentí a Crystal para saber si en su expresión veía celos, pero solo encontré molestia.

Y que mujer no lo estaría?, a sus ojos era un mujeriego y un hombre despiadado. El peso de su mirada juzgándome se quedó conmigo un buen rato. No sabía por qué esto me molestaba tanto, quería explicarle que no fue así, que no sostenía intimidad con mis asistentes. No niego que una que otra vez sucedió, pero como dijo Crystal no mezclaba el placer con los negocios, además eso ya estaba en el pasado, fue algo sin sentido.

Después de haberle hablado mal, por ofender a Renata no quiso volver a hablar conmigo y podía entenderla, no debí tratarla así.

Ella se hallaba impaciente por alejarse de mí y que terminará este evento. Lo noté por como movía de vez en cuando sus pies, aliviando la incomodidad que le causaban sus tacones y también porque revisaba a cada tanto la hora en su reloj de mano.

Me sentí mal por su indiferencia, y quise aliviar la ofensa que había causado en ella. La miré y dije "Crystal...", ella me observa, pero fuimos interrumpidos por alguien.

Cuando volteo a ver, inmediatamente mis buenas intenciones se van por el desagüe. Mi competencia Cristóbal Luna, hizo acto de presencia y no me observaba a mí, sino a Crystal, con cierto interés, y eso si duda me enojó.

Pegué mi hombro al de ella, Crystal lo notó y no se separó como lo hizo minutos antes, al parecer vio algo en mi mirada, y esto me agradó, que ella aunque sea por un instante accediera a mis caprichos.

"Mucho gusto mi nombre es Cristóbal Luna, CEO de xxxx, no sé si, has escuchado hablar ella" dice Cristóbal mostrando su sonrisa de idiota.

Ella asiente y le sonríe, pero esta vez no es forzadamente; que?, porque a él de todos los hombres le sonreía y porque razón ella coqueteaba con él, cuando era novia de Antón, aunque eso no me sorprendía en lo absoluto.

En un solo instante, mi persona pasa a un segundo plano para ella, pero siempre fue así no?, después de todo ella fue la que destruyó lo nuestro.

Los dos se estrechan la mano, y no dejan de mirarse con interés, quiero separarlos, así que hago algo totalmente infantil. Paso mi mano por la cintura de Crystal, esto hace que Cristóbal lo noté y suelte inmediatamente su mano.

Sonrió triunfante, siento la mirada pesada de Crystal. La miró y ella está realmente enojada por mi aptitud. Se aleja de mí y a regañadientes la dejo.

"Bueno fue un placer conocerte, espero poder hacerlo más a fondo" le dice este idiota, acaso mi gesto no fue bastante obvio?, Crystal no está disponible.

A pesar de lo anterior ella le sonríe de nuevo animada y asiente despidiéndose de él.

Estaba seguro de que echaba humo, pero no tuve tiempo de reprocharle su indiscreción con mi rival, después de eso empezaron las exposiciones de los proyectos en los cuales se invertiría.

Crystal se mantuvo a mi lado durante esto, pero una vez se termino el evento desapareció de mi vista... estaba tan enojado que dejé el lugar sin despedirme de algunos socios.

Me sorprendí conmigo mismo, jamás había hecho algo como esto por una mujer, pero ella no era cualquier persona ...

Me dirijo a su escritorio y notó que su bolso ya no está... "Esta mujer me va a volver loco" digo en voz alta, entro a mi oficina y saco la hoja de vida de Crystal, que aún conservo conmigo, aunque no sé por qué.

Buscó y encuentro su dirección, no sé en que momento, pero mi mente o tal vez mis celos deciden por mí y me dirijo justo a su casa.

Crystal:

Salí echa una furia como se atrevía, a hacerme pasar, por una de las tantas asistentes con las que se acostaba delante de este hombre?

Tomás era un completo idiota, pero no dejaría que se saliera con la suya. Camino rápidamente no quiero encontrarme con él.

"Hola, Crystal" una voz gruesa interrumpe en mi camino a la salida.

Volteo a ver y me encuentro con Cristóbal Luna, él me sonríe.

Le devuelvo la sonrisa pero sin humor " Hola, ¿cómo estás?", seguro debe estar pensando que soy una chica fácil por culpa de Tomás

Sus ojos verdes me observan con curiosidad, "¿Mal día?"

De mi sale una carcajada "¿Se nota tanto?"

"Un poco, que tal si te invito algo?" me siento un tanto reacia a su propuesta, pero al final decido ir porque, pienso desmentir cualquier cosa que le haya hecho pensar mal de mí, debido a mi cercanía con Tomás anteriormente.

Me lleva en su coche a un pequeño café - bar cerca de la oficina.

No hablamos mucho durante el camino, la verdad me sentí algo tímida a su alrededor y él pareció no notarlo o no le importo y eso está bien por el momento.

Cristóbal me guió por el mar de mesas, hacia una mesa en particular que estaba situada en un rincón alejado del bullicio de las calles. Lo agradecí y a la vez me sentí algo nerviosa de estar sola con un hombre desconocido, en un lugar donde obviamente vendían licor... desde esa fiesta había evitado a toda costa estos lugares.

"Ten" él me muestra la carta, "quieres algo de beber o…"

"mmm, la verdad no suelo beber, " lo miro apenada y agregó después "tal vez, un café estaría bien" lo miro expectante, debí parecer ante sus ojos una completa ñoña. Pero que más da, no iba a romper mi regla "de no beber con extraños."

Él asiente conforme y sin juzgarme "No suelo beber tampoco, un café es genial" sonríe y llama al mesero quien toma nuestra orden.

Me quedo viéndolo un momento con disimulo, Cristóbal es un hombre realmente atractivo, y amable, nada que ver con Tomás, espera... porque lo estoy comparando con él, no quiero absolutamente nada, lo nuestro término hace mucho, me regaño a mi misma.

Suspiro cansada, Cristóbal lo nota y dice "Bien cuéntame que te aqueja" dice él en confianza.

Sonrió "está mal odiar a tu jefe" él alza sus cejas y sonríe.

"Tomás es un tanto, ... Idiota" asentí en confirmación y él sonríe gracioso, este hombre está empezando a agradarme. "Pero supongo que por la clase de vida que ha tenido, no esperaba algo diferente de él"

Fruncí mi ceño confundida "que quieres decir"

"Bueno él es huérfano desde niño, y su tía tuvo que acercarse cargo de él" hizo comillas con sus dedos, esa pequeña historia la sabía, él continúa "ella en realidad no estuvo para el cuándo más la necesito... hasta hace un año que se acercó a Tomás y quiso dejarle su legado y su fortuna, ella falleció unos meses después de una enfermedad al corazón... así que de nuevo Tomás quedo solo en el mundo" dijo Cristóbal con pena.

Mi corazón comenzó a sentir compasión por Tomás, pero me detuve allí, recordando lo que él me había hecho. Lo que pasó Tomás en su vida no le daba el derecho a hacer sufrir a las demás personas, mi corazón y mi mente estuvieron deacuerdo con este hecho. Salí de mis pensamientos y pregunte curiosa. "Sabes mucho sobre él, eran cercanos?"

El mesero nos trae nuestra orden, un latte con caramelo para mí y para Cristóbal un latte helado. Tomé un sorbo de mi bebida y mis papilas gustativas agradecieron esto, era justo lo que necesitaba después del día tan desastroso que tuve, esto era sensacional.

"En realidad fuimos compañeros de facultad, mi amistad fue sincera, pero Tomás siempre ha sido competitivo y un tanto celoso... con el tiempo cuando nos graduamos y tomo posesión de su empresa nos alejamos. Dado que obviamente trabajamos en la misma área todo se transformó en rivalidad, cuando mi empresa tuvo éxito"

Escuche atentamente todo lo que decía Cristóbal, asentí en comprensión, ambos él y yo habíamos conocido esa verdadera cara de Tomás.

"Entiendo, él a veces puede ser imposible de tratar" en ese momento recordé sus maltratos en el Instituto.

Cristóbal frunció su ceño y dijo "¿Tienes alguna relación con Tomás?"

Solté una carcajada "no gracias a Dios " dije exageradamente

"mmm, se veían bastante cercanos hoy en el evento" su mirada se mostró interesada por el tema.

"No tenemos nada, solo mmmm, nos conocimos en el Instituto. En realidad fuimos novios y no termino bien, nos odiamos desde entonces" los ojos de Cristóbal se muestran sorprendidos, pero a la vez excepticos, seguro debe creer que miento y si tengo algo con Tomás. Continuo y le aclaró, "Lo que viste hoy solo fue su ego exaltado, cree que todas las mujeres con las que ha estado, le pertenecen" mi voz suena enojada.

Él asiente y dice "Entiendo, aunque no se vio asi" negue no estando de acuerdo. Nos quedamos un rato en silencio, analizando la información que compartimos.

Cristóbal toma un sorbo de su café y luego me mira y pregunta "¿él te hizo daño?"

Aparto mi mirada y me quedo un rato en silencio, no sabia si debía contarle a un extraño mi doloroso pasado, pero al levantar la vista y observar su mirada, me siento en total confianza y a salvo. En ese momento las palabras salen de mi tan fácilmente y no me detengo hasta terminar.

Cristóbal me escucho atentamente y podía ver en sus ojos la molestia que le generaba mi relato, él solo pudo decir "Que idiota, si yo tuviera una segunda oportunidad para rectificar el pasado lo haría sin dudar" dijo sin más, en sus ojos se reflejó cierta ilusión, sospeché que era quizá por su propia vida, o quizás una mujer.

"¿Hubo alguien especial?" pregunte curiosa.

"La hubo, verás creci en un orfanato, es por eso que Tomás y yo nos entendimos a la perfección, nos sentíamos como hermanos" asentí entendiendo esa clase conexión, Antón y yo la teníamos. Él continúa hablando "pero ya sabes el resto y lo que paso entre nosotros. El hecho es que la conocí allí y estaba seguro que era la mujer correcta, pero el destino no estuvo de acuerdo, desperté esa mañana y no la encontré, por más que la busqué" dijo mirando a lo lejos recordando el pasado "me enteré después que una familia la adoptó"

Lo mire con dolor, el mismo dolor que se reflejaba en los ojos de Cristóbal, esta chica era realmente importante para él. Ojalá Tomas hubiese sido como él, mis hormosas de chica se sintieron atraídas por Cristóbal inmediatamente, era justo el hombre que buscaba para mí.

Permanecimos un rato más allí hablando, cuando llego la hora de irnos Cristóbal se ofreció a llevarme y acepté gustosa. Me agrado mucho su compañía, sin duda no me arrepentía de haber hablado con él, el enojo que sentía se había disipado.

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