Amigos para siempre.

Tiene tan solo nueve años. Es tierno, amoroso, alegre, y divertido, un poquito travieso osado y muy curioso. También le gusta cantar y jugar a orillas del riachuelo.

Vive en un hermoso bosque con sus padres, hermanos y familiares. Es el menor de todos.

Su curiosidad lo ha llevado a conocer y explorar lugares que otros a su edad no lo harían.

Luego de realizar sus deberes escolares, le gusta salir en bandada con sus amigos, disfrutar del paisaje, del aire, y de toda la belleza que ofrece la naturaleza.

Su color es azul metalizado con ligeros destellos en naranja y lila, blanco en su parte delantera que hace su plumaje hermoso y brillante.

Así es, pajarito Lynn, el protagonista de nuestra historia.

Una mañana en que volaba con la bandada, disfrutaba tanto que se distrajo y se alejó del grupo, haciendo gala a los de su especie voló por horas, de hecho estaba muy cansado, a lo lejos divisó en todo su esplendor un enorme y ancho río, bajó y se posó sobre una de las rocas que estaba a la orilla, tenía sed y bebió de aquella agua cristalina y fresca que invitaba a tomarla. Luego, y con mucho cuidado zambulló su cuerpo en el agua para refrescarse del calor, sacudió sus alas sintiéndose mejor. Tenía hambre, entonces degustó de unas semillas que estaban cerca Después sobre la roca, extendió completamente sus alas y recostándose sobre ellas se quedó dormido.

Al despertar se sintió reconfortado, no sabe cuanto tiempo durmió, aún así sabe que fue el necesario para sentirse mejor. Comenzó a estirar todo su cuerpo para emprender el regreso, pero, en el preciso momento que va a levantar vuelo; escucha un leve silbido, observa hacia todos lados sin embargo no ve de donde proviene ni tampoco logra ver a nadie. De pronto escucha una voz que lo saluda:

—¡¡Hoooola!!

Nuevamente observa, pero sigue sin ver a nadie. Otra vez escucha la voz:

—Hey hey — ¡Aquí, aquí abajo!

Entonces vuela hasta una roca un poco más cercana donde puede observar mejor. Desde allí dirige la mirada hacia abajo y a través del agua ve unos enormes ojos que le miran, siente algo de temor, retrocede un poco, pero de nuevo escucha la voz:

—¡Hola! — No temas, me llamo Willy,

—¿Cómo te llamas?

Es cuando se da cuenta que quien le habla es un pececito multicolor, un poco avergonzado le contesta:

—¡Hola, soy Lynn! — Gusto en conocerte Willy.

—¿Cómo estás?

Amablemente responde:

—Estoy muy bien, gracias.

— ¿Cómo te sientes? — tengo rato observándote, creí que estabas enfermo o qué te sentías mal.

—¡Oh no no, estaba descansando! —Me he alejado de mi grupo y he volado tanto que me sentía agotado. Solo estaba reponiendo fuerzas, pero ya estoy mejor... ¡Gracias por tu preocupación!.

Ambos sonrieron amistosamente.

A partir de ese instante se sentían con más confianza y comenzaron a charlar amigablemente. Pececito Willy preguntó a pajarito Lynn:

—¿Cuántos años tienes? — ¿y qué estudias?

—Tengo nueve, y estoy cursando el tercero de primaria,

—¿y tú?

—Ocho, estoy en segundo, oye procura estudiar mucho para que no te atrases, ya que te alcanzaré y entonces estaremos en el mismo grado. Inmediatamente sonríe y dice:

—Es en broma—«jajaja»

Lynn también sonríe e intrigado pregunta:

—¿Cómo haces para vivir en el agua?

—Pues muy bien. Si, ya sé que quizás para algunos es raro, pero he crecido aquí y por supuesto para mí es fácil vivir así, es mi hogar y soy muy feliz.

Lynn asiente con la cabeza un poco confundido. No logra entender eso de estar todo el tiempo respirando agua, en fin, hay cosas que aunque para unos sea extraño, para otros es muy normalito.

Entonces Willy dice:

—¡Ajá! — pero, y tú qué me cuentas si siempre andan volando y volando. Bueno; aunque imagino que debe ser divertido volar y volar observarlo todo desde lo muy alto. Oye tengo una curiosidad ya que desde aquí lo puedo apreciar:

—¿Por qué cuando vuelan forman una "V"?

A lo que Lynn responde:

—¡Aaaah si! — Pero no somos todos los que volamos así. Son otras especies a las que les encanta hacer eso cuando vuelan en grupo, ir detrás del otro formando una "V" les da energía y aumentan la velocidad.

Con actitud reflexiva Willy comenta:

—Vaya pues que interesante, ni siquiera me hubiese imaginado que es por eso, aún así la verdad se ven bien bonitos,

—Pero entonces,

— ¿Eres de esos que al volar mueven sus alas muchísimas veces?

— Así es, pertenezco a la especie de las golondrinas que cuando volamos movemos nuestras alas entre dieciocho y veinte veces por segundo. Dicho esto, y a manera de demostración, comenzó a mover sus alas, pero no tan rápido ya que no estaba en vuelo. Pececito Willy entornando aún más sus ojos demostrando asombro dice:

—¡Qué bien! debe ser divertido, es que desearía tener alas y no aletas.

— Que ocurrencias tienes — comenta Lynn.

Entonces Willy comenzó a hacer piruetas y burbujas dentro del agua, y entre risas dice:

—Fíjate lo que hago, también disfruto.— Lynn lo observa y sonríe.

De alguna parte flotaba una pelotita con la cual comenzaron a jugar, pececito Willy la lanza fuera del agua y pajarito Lynn vuela la atrapa y la regresa. Así estuvieron un largo rato jugando, hasta que pajarito Lynn se dió cuenta que ya había pasado mucho tiempo y tenía que volver a su hogar al que seguramente la bandada había llegado hace mucho rato.

Se despidió de su nuevo amigo, no sin antes prometerle que volvería al día siguiente.

Así que le dijo:

—«"Mañana volveré» — ¡Espérame!

Levantó el vuelo y se alejó perdiéndose poco a poco en el horizonte, Willy pudo apreciar su peculiar forma de volar al seguirlo con la mirada hasta que tan solo se veía un pequeño punto en la inmensidad azul, y dando media vuelta se sumergió en el agua y también se fue a casa con los suyos.

Al día siguiente tal como lo había prometido, volvió a la roca a encontrarse con pececito Willy. Ahora sentía más confianza con su recién amigo que desde hacía rato lo esperaba.

Nuevamente jugaron, charlaron, rieron, y hasta comieron unas semillas que un árbol cercano les ofrecía, disfrutaron hasta que de nuevo emprendió el regreso al hogar, pero prometió volver.

Y así fue qué a través del ir y venir de todos los días como consolidaron su amistad en el tiempo y espacio.

Una noche mientras trataba de dormir, pensaba como hacer para estar más cerca suyo, ya que él no podía entrar al agua sin correr peligro de ahogarse, y Willy no podía salir del agua arriesgando perecer fuera de ella. Además, ya estaba aburrido de tener que apreciar a su amigo desde lo alto de aquella roca donde comenzaron su amistad. Aunque a veces se atrevía a estar en la orilla del río, aún así quería estar más cerca.

Bueno; se le ocurrió una pequeña idea, la pondría en práctica lo más pronto posible.

Al día siguiente llegó al punto de encuentro de siempre mucho antes que su amigo Willy. Se dispuso a recolectar gran variedad de hojas y ramas pequeñas que estuviesen esparcidas por el lugar, cuando reunió suficiente, fue poniendo casi a la orilla pero entre el espacio que quedaba entre dos rocas de manera de ir construyendo una pequeña represa en la cual pudiese entrar al agua sin correr riesgo de ahogarse, y suficiente para que Willy pudiese nadar sin dificultad.

Después de mucho esfuerzo y muchas horas de arduo trabajo lo logró.

¡¡Enhorabuena!! ya tenían un sitio para jugar y nadar uno cerca del otro.

¡Que buena noticia le tenía a su gran amigo!.

Cuándo pececito llegó, quedó gratamente sorprendido:

—¡¡¡Oooh qué bueno tenemos una represa para nosotros!!! — Y con los ojos anegados en lágrimas, por el sentimiento que le embargaba, levantando el rostro dijo:

—"Te felicito amigo por tan hermosa sorpresa, ha sido el mejor regalo que he recibido, nunca nadie ha hecho tanto por mí; y no importa lo que pase después, este momento ha sido increíble e inolvidable."

Pero inmediatamente se sobrepone, y sonriéndole dice:

—««Oye me hubieses esperado para construirla juntos»».

Lynn, qué había percibido la emoción en las palabras de Willy, y para suavizar el momento, bromeando le dice:

—"Ya tendremos tiempo de sobra para construir hasta un imperio" —«jajaja»

Bueno; la verdad es que disfrutaron muy poco de la tal represa, ya que en menos de diez minutos se había desarmado totalmente, todas las hojas y ramas que estaban alrededor se las llevó la corriente. Por supuesto, era de esperarse ya que no tenía el soporte necesario como para represar tanta agua, pero para ellos fue tan divertido ver como todo se lo llevaba el río, que no pararon de reír y reír toda la tarde.

Ese hecho fue determinante, y aunque seguían como al principio, él, desde lo alto de la roca, y Willy en el agua, a partir de ese día disfrutaron al máximo su amistad. Consolidándose en el tiempo como la más hermosa y sincera. Demostrando con hechos y acciones que:

««¡Pájaros y peces si pueden ser "amigos para siempre" aunque ninguno de los dos pueda visitarse en su hogar!»»

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Comments

Lili

Lili

Bendita imaginación...

2024-11-20

1

Maria Perez

Maria Perez

La amistad hermoso tesoro que no todos saben cuidar y cultivar para que florezca.

2024-05-21

2

La mulata

La mulata

hermosísimo! y la moraleja que deja referente a la amistad verdadeta

2022-11-17

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