Evander aún con la mirada puesta en ella, como un lobo hambriento por su presa, le clavó sus ojos verdes y, durante unos instantes ambos se miraron a los ojos, como si no existiera nadie más.
Alan interrumpió. “de momento, lo que van a hacer es ir a su casa a cambiarse de ropa y quitarse el barro de encima, más tarde, seguiremos hablando.” luego, volviéndose hacia los comerciantes dice. “Mañana por la mañana, al que piense como ellos, no los quiero ver por aquí.”
Evander señalándolos. “No sé aun lo que ha pasado, pero por mis tierras, no los quiero ver”.
Leno que se ha mantenido en silencio dice. “Ni por las mías.”
Alan mira a su hermana y dice. "Marie ven aquí, te llevaré al castillo para que te cambies de ropa y vuelvas a ser una dama."
Marie gritó enfadada al ser levantada por su hermano ante la cara de burla de Bruno. "soy una dama, pero las injusticias pueden conmigo.”
Emma cogiéndolo de la mano y comenzando a andar dice. "vamos Nick."
Alan mientras volvía su caballo en dirección al castillo dice. "¡Evander!, ¿podrías ocuparte de que Emma y sus hermanos lleguen a casa sin que se metan en más problemas?"
Emma caminando rápido grito. "¡No!, nosotros iremos andando, mi señor, está muy cerca además nos encanta pasear."
Pero los guerreros ya habían tomado su decisión.
... ...
Leno intervino acercándose a Ashley, a quien alzo sin previo aviso para sentarla ante él, dejándola con la boca abierta. "Será un placer acompañarlos".
Ashley protestando se quería bajar pero se contuvo, no le quedó más remedio que quedarse quieta. "Si no me dejas más alternativa, gracias señor Canon," sonrió acomodándose a su lado, dejando a su hermana sin palabras por aquella ligereza, y en especial por su cara de tonta.
Leno aspirando su aroma, se quedó atontado al ver el frágil cuerpo delante de él, con la punta del dedo toco su mentón que estaba sucio, susurró y dice. "Quédate quieta y no te muevas, tienes un poco de barro aquí."
Ashley sonrió y limpiándose como si nada dice. “No te preocupes, yo lo hago.”
Emma al ver como su hermana sonriendo coqueta pensó, Ashley pero ¿qué haces cortejando con él?
Bruno río al ver la cara de bobo de Leno.
Evander después de tenderle al hombre unas monedas para pagar los collares, da varios pasos hasta llegó a su caballo y de un ágil salto montó en él, mira a su hermano y dice. “Bruno coge al muchacho y agárralo bien, que no se te vaya a caer” - ordenó con voz alta y clara, sin decir nada más se acercó a Emma tendiéndole la mano para que subiera.
Emma algo desconcertada y molesta por el giro de los acontecimientos, siguió su camino, siente un caballo a su lado y al ver a Evander montado en él, levanto la cara y él le extiende la mano para que suba, ella voltea su cara hacia el camino y sigo andando, cuando de repente siente del otro lado que le quitan a Nick de las mano.
Evander al ver a su hermano agarrando a Nick, se acerca a Emma y de un jalón la levanta como una pluma, sentándola delante de él, fuertemente la sostiene por la cintura.
Emma pienso, si protesto sé que no me dejara bajar, de lo más serena dice. “Gracias por pagar la deuda, señor Brownes, pero mis hermanos y yo podríamos ir andando.”
Evander rodeando con su brazo izquierdo su cintura para tenerla agarrada dice. “yo te llevaré hasta tu casa y me aseguraré de que no te pase nada.”
El camino no era muy largo, y menos a caballo, la humilde cabaña de Arthur Facton estaba próxima a las caballerizas y junto a la herrería, Ashley y Leno rieron durante el camino por las comentarios de Bruno, quien maldecía su mala suerte por tener que llevar a un muchacho y no a una dulce dama.
Evander por su parte, no podía pensar en otra cosa que no fuera la mujer que tenía entre sus brazos, sentada ante él, pudo aspirar mejor aún su aroma, una esencia a flores silvestres diferente al que nunca hubiera olido, cada vez que ella volvía la cabeza para ver si sus hermanos los seguían, podía admirar la delicadeza de sus rasgos; incluso una de esas veces su mentón chocó con la frente de él, sintiendo la suavidad de su sedosa piel.
Megan incómoda por estar en aquella absurda situación, intentó mantener la espalda rígida, echarse hacia atrás suponía sentir la musculatura de aquel guerrero contra ella, y no estaba dispuesta; ver su imponente figura cuando venía de frente a mí me dejaba desarmada, pero no Emma tienes que ser fuerte ante él, recuerda que él es el guerrero más temido por los clanes y más codiciado por las mujeres.
El anciano Arthur Facton, que en ese momento estaba hablando con Luan, el herrero del clan Blacach, se asustó cuando vio llegar a sus nietos acompañados por aquellos guerreros, un sudor frío recorrió su cuerpo al mirar a su dirección, cuando se fueron acercando y vio las sonrisas de Ashley y Nick, se tranquilizó.
Emma al ver de lejos la cabaña de su abuelo señala con el debo el lugar. “Es allí señor, mi abuelo es quien cuida de los caballos de la manada.”
Evander mirando hacia donde ella le señalaba, mientras disfrutaba de los pequeños roces que el movimiento del caballo le permitía. “Pero aquello es la herrería.”
Emma responde. “Vivimos junto a Luan, su mujer murió hace dos años, mi hermana y yo nos ocupamos de él.”
Evander curioso y molesto dice. “¿A qué te refieres con que se ocupan de él?”
Emma al escuchar su tono de voz dice: “No quisiera ser descortés, pero ¿a usted qué le importa, señor?”
A Evander la valentía y el descaro de esa mujer le hicieron gracia. “Llámame Evander.”
Emma al sentir el susurró de su nombre en el oído, le pone los pelos de la piel de punta, se voltea para mirarlo a los ojos, cosa que se arrepintió, la dura y sensual boca de él rozó la de ella suavemente, suspiro para decir. “Disculpe señor Brownes pero no creo que sea buena idea que lo llame de esa manera, no debemos olvidar quiénes somos.”
Evander fijo su mirada en ella. “Evander me gustaría y preferiría que me llamaras así.”
Emma entrecierra los ojos y bajando la voz para que nadie la escuchara, le susurro. “He dicho que no, señor Brownes, no insistas.”
Evander frunciendo el ceño, pensó, no estoy acostumbrado a repetir las órdenes más de una vez, suspiro para decir. “¡Eres testaruda, mujer!”
Emma resopló retirándose con una mano un rizo negro que caía entre sus ojos. “Cuántas veces tengo que deciros que no, señor Brownes”.
“Hasta que digas sí,” respondió Evander disfrutando de aquella conversación, pero ella era terca, tan terca como una mula.
“No lo diré, además permítame decirle que estoy segura de que si lo llamo Evander, luego pretenderás algo más de mí y yo no estoy dispuesta a darle nada, que le quede claro, soy pobre pero decente, no caliento el lecho de nadie y tenga por seguro que aunque seas el poderosísimo gran lobo fiero y las mujeres se peleen por estar con usted, a mí no me impresiona, por lo tanto, le agradecería que no vuelva a insistir, señor Brownes” - cuando Emma cerré la boca fui consciente de cómo le había hablado.
Evander sonreía entre asombrado, incrédulo y divertido, por la mujer tan osada que la diosa luna le puso en su camino.
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Comments
Yanet Cristina Vilugron Salazar
jajaja 🤣🤣😃
2024-12-17
0
Lesly Argumelo
Emma es bien terca
2024-09-27
1
Milagros Rodriguez
de lobo fiero pasará a ser lindo cachorrito. ya consiguió la horma de su zapato
2023-11-16
3