Capitulo 12: Gar furioso.

Entonces Alei hizo una cara de desagradó y comenzó a hablarle a Izar.

- El "novio de Ashdiara"  hijo del jefe del Clan, es un espíritu de fuego de alto nivel del que tendrás que ser muy cuidadoso.

- ¡Basta! ¡No lo asustes no le metas tantas cosas en la cabeza! -Le dije molesta a Alei-

- ¡No es un niño, es un espíritu maduro Ashdi!

- Tarde o temprano conocerá a Gar y debe saber tratar con el.

- ¡Ni siquiera ha llegado a sus 500 años! Y tampoco a recuperado sus recuerdos de esos últimos doscientos, todo lo que Izar sabe es lo que le enseñamos en ese entonces. -Le dije-

- ¡Que de alguna forma haya madurado prematuramente no es razón para meterle en miedo!

- De hecho, recuerdo todo lo sucedido desde que estoy en este territorio, así que recuerdo las torturas.

- Además tengo 275 años pero sigo siendo un espíritu maduro normal así que no tengo una mente de niño Ashdi.

En ese momento tanto Alei como yo nos quedamos en silencio viéndolo.

- ¿Vez? Deja de sobreprotegerlo.

- ¡Solo estás celoso por qué siempre le he cuídado más que a ti! -Dije en tono bromista-

A lo que Alei no respondió y ligeramente se sonrojo.

- Me voy tengo muchas cosas que hacer, Izar dormirá hoy aquí, regresa mañana por él. -Dijo Alei-

- Él es exactamente el mismo. -Dijo Izar viendo seriamente mientras Alei se iba-

- El que más ha cambiado de nosotros eres tú. - Dije sentándome en el borde de la cama-

- ¿Te desagrada?

- No, sigues siendo tu aunque cambies.

- Solamente debo aprender del "nuevo" Izar.

- Si aprendes algo dímelo, ni siquiera yo conozco bien al "nuevo" yo. -Dijo él sonriendo-

Ahí estaba esa sonrisa brillante tan dulce e ingenua que ví por años y me hizo tan feliz.

Yo extendí mi mano y acaricié su lacio cabello negro, sentía como se mezclaba entre mis dedos... El no decía nada, solo me quedo viendo con esos ojos dorados a los que ya me estaba acostumbrando, pero a pesar de ambos estar en silencio total, no era un silencio incómodo.

El silencio entre nosotros nunca lo fue...era una sensación cálida y pacífica.

Entonces Izar recostó su cabeza entre mi cuello y mi hombro murmurando a mi oído.

- Cuando haces eso... Se siente realmente bien Ashdi, Recuerdo que siempre lo hacías cuando éramos pequeños.

- Me gustaba tú cabello tan blanco y reluciente, ahora tanto el como tus ojos tienen otro color, pero siguen teniendo la misma complexión.

- Ashdi... Ese espíritu Gar... ¿Es bueno contigo?

- Más o menos.

- ¿Por qué eres tan fría refiriéndote a el? ¿No te agrada?

- No es que no me agrade, pes solo que no siento nada por él...no puedo obligarme a quererlo.

- ¿Obligar? ¿Quien te obliga a eso?

- Es complicado, no es que me obliguen pero por el bien de papá es que lo acepte como mi pareja.

Izar no siguió preguntando nada más, aunque si era el sentía que podía ser sincera y decirle todo.

El se quedó recostado en mi hombro y yo seguí acariciando su oscuro cabello hasta que sin darme cuenta...

Ambos nos quedamos dormidos.

Cuando por fin amaneció desperté al lado de Izar quien aún seguía profundamente dormido recuperando su mana perdido más lentamente que yo al no ser ese su territorio cuna.

Así que le dejé una nota diciéndole donde encontrarme cuando despierte y regrese a mi hogar.

Una vez termine de preparar todo para ver a los pequeños espíritus de fuego a los que les enseñaba.

La puerta de mi hogar se abrió de golpe, papá ya se había ido pero pensé que algo se le olvidó.

- ¿Eres tú papá? -Pregunté mientras preparaba más últimas cosas-

Fue entonces que alguien me jalo del cabello con fuerza hacia atrás y cuando me hizo lanzada a un asiento largo cercano, ví que era Gar quien se veía muy molesto.

- ¡Me enteré que no pasaste la noche en tu hogar! ¡Esta mañana tu padre creyó que te habías quedado conmigo!

- ¡¿Dónde y con quién pasaste la noche?! ¡No me digas que te estás involucrando con ese espíritu desconocido!

Decía Gar enojado mientras aprisionaba mis muñecas con sus manos y me presionaba dolorosamente contra el largo asiento.

- ¡Sueltame Gar! ¡Ay! ¡Me estás lastimando estúpido!

- ¡No! ¡Eres mía Ashdiara! ¿Cómo puedo permitirte que le ayudes si el primer día ya pasas la noche con él?

- ¿Me crees estúpido? ¡¿Me estás engañando?!

En ese instante expulse mi mana de fuego y lo cristalice en pequeñas agujas que penetraron la piel de Gar y lo hicieron hacer una expresión de dolor y quitarse de encima mío por inercia.

Yo aproveche para levantarme.

- ¡Ni se te ocurra volver a atacerme así! -Grito el molesto-

- ¡Tu me atacaste primero! ¡¿Por qué te creas historias estúpidas en tu cabeza?! ¿Engañarte? ¡No lo hice! ¡No haría algo tan bajo!

CONTINUARÁ.

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