Capitulo 3: Un vínculo.

La luz intensa que llenaba toda la habitación desapareció y la forma que tomo y consolido fue la de un espíritu elemental como nosotros dos.

- ¡Es un pequeño niño espíritu! -Dije en vos alta apenas pude salir del shocks-

Ese pequeño niño estaba sentado justo frente a nosotros sin expresión alguna, completamente desnudo.

Un pálido niño de cabello blanco y ojos de un celeste tan claro.

- ¡¿Cómo pudo haberse eso convertido en un espíritu?! ¡Pensé que era algún animalito! -Dije sosprendida buscando rápido con que cubrirlo-

Alei quien aún seguía en shock viéndolo de pronto comienza a hablar.

- ¿Alguna vez escuchaste la teoría de como inicio nuestra raza en el mundo?

Entonces todo tendría sentido si fuera el caso...Era algo que todo espíritu aprendía desde el inicio.

Se sabía que un espíritu podía nacer así pero ahora se consideraba mito o cuento de los antepasados.

Ya que no había registro alguno...

- ¡Es peligroso! ¡Entonces es muy peligroso para el!

- ¡¿Tienes idea de lo que podría pasar si se enteran los demás de su existencia o si otros espíritus de otros elementos lo averiguan?! ¡Debemos protegerlo Alei!

Una vez dije eso cubrí con una manta al pequeño espíritu que ni siquiera había hablado y solo observaba en todas las direcciones.

Fue en ese momento cuando preocupada pensé que no había forma de ocultar a un niño espíritu que necesitaría aprender, comer y crecer adecuadamente.

El niño de pronto se levantó del suelo y dejó caer la manta que lo cubría y se acercó hacia mi yo me quedé viéndolo extrañada y el apoyo la palma de su mano en mi pecho.

- ¡¿He?! ¡¿Que haces niño?! -Grito Alei molesto-

Yo apoye mis manos en sus mejillas y sentí una helada sensación en el.

- Tu eres...

- ¿Un espíritu de Hielo? -Pregunte-

- ¿De que hablas Ashdi? ¡Los espíritus de hielo no existen! ¡El hielo solo lo manipula un espíritu de agua de alto rango!

Alei sin duda sabía de qué hablaba ya que el era un espíritu de agua, pero cuando ese niño había puesto su mano en mi sentí que me decía eso.

- Tu nombre sera Izar ¿Te gusta? Se me acaba de ocurrir...

- Si no te gusta podría pensar en algo más. -Dije ignorado a Alei y hablándole al niño-

Entonces el sonrió...

Una inocente, brillante y hermosa sonrisa.

Fue entonces cuando apoye mi mano derecha en el pecho del lado izquierdo del niño.

- Podrás vivir en este territorio ya que hay una parte de mi justo aquí...en ti.

- Gracias a eso me siento demasiado cansada así que se agradecido.

- Repiteme el nombre que te acabo de dar.

- Izar -Dijo el pequeño espíritu-

No tenía idea de los problemas que acarrearía la existencia de Izar en nuestras vidas.

De que significaba que naciera de la energía natural en el mundo ese pequeño espíritu y se hiciera llamar un espíritu de "Hielo"

Pero ya no había vuelta atrás.

El estaba justo frente a mi y le había obsequiado parte de mi vida.

Ya teníamos un vínculo que me hacía quererle proteger.

Aunque no tenía idea de cómo lo haría.

Estaba tan atrapada en mis pensamientos que no note que mi papá había llegado y nos llamaba a Alei y a mi.

- ¿Ahora que haremos Ashdi? Puedo guardar el secreto pero...

- Ese niño no es cualquier cosa Ashdi, es un ser vivo como tú y yo.

El sin duda estaba tan asustado como yo pero entonces Izar hizo algo que me sorprendió y que era imposible para un espíritu normal e incluso de mayor rango hacer.

Izar tocó con su mano derecha un colgante que llevaba en mi cuello, uno muy especial, hecho en forma de una roca roja cristalizada el cual era mana de mi madre y que ella me había obsequiado poco antes de su muerte.

Era lo único de la energía de mi madre que quedaba en el mundo... Por lo que me sorprendí mucho viendo que no me hiciera nada.

Pero Izar simplemente la soltó.

Fue entonces que el cuerpo de izar comenzó a desvanecerse era como si se estuviera evaporando.

El se había vuelto una neblina densa que desprendía un fuerte viento frío y escarchado.

Toda esa densa neblina se fue amoldando hasta que se formó una roca cristalizada exactamente como la que mi madre había hecho con su mano.

Pero está era blanca y parecía tener un ligero brillo hermoso y claro... Esta no era mana amoldanda. Era el mismo Izar transformado.

- Wow ahora comienzo a dudar de que esa cosa sea un espíritu. -Dijo Alei sosprendido-

- Si lo es... Entonces debe ser uno de muy alto rango y... Único. -Agrego-

Yo sonreí sosteniendole suavemente en mis manos y uniendolo a mi colgante con mana justo al lado de la roca cristalizada de mi madre.

CONTINUARÁ.

***Este trabajo esta bajo contratado con NovelToon y la piratería, como la reimpresión sin permiso, están estrictamente prohibidas.***

***¡Descarga NovelToon para disfrutar de una mejor experiencia de lectura!***