Mi Preciado Espíritu Elemental No Deja De Cautivarme

Capitulo 6: Dulce reacción.

Cuando ví a ese espíritu se veía tan lastimado.

Tenía muchas heridas y parecía agotado.

Respiraba con dificultad pero aún así le tenían sentado en una esquina y encadenado de brazos y pies con cadenas reforzadas en mana.

Así que me acerque hacia el con algo de cautela.

Alei me seguía muy de cerca en total silencio.

Cuando me agaché me le quede viendo atentamente...

Su cabello era negro y estaba largo y descuidado, sus ojos estaban cerrados parecía inconciente.

No tenía el aspecto de un espíritu de fuego.

Pero se podía sentir ligeramente esa energía provenir de él.

Yo apoye mi mano en su pecho del lado izquierdo.

Su corazón palpitaba de una manera tranquila.

No estaba ahí.

La aura que podía sentir con un ligero toque hacía Izar en el pasado... no estaba ahí.

De las comisuras de mis ojos se comenzaban a asomar nuevas lágrimas.

"¿Puede que esté espíritu maduro no sea Izar?" Pensé decepcionada.

"Tengo que probarlo todo, no puedo rendirme tan fácil"

Con ese pensamiento en mi mente comencé a hacer reaccionar el mana vital en mi interior intentando comprobar si la que había dentro de él era la misma energía vital.

Si era así, él respondería a mi acción y sentiría la conección de inmediato.

Espere...

Continúe...

Pero no pasaba, tenía una extraña sensación como si hubiera una enorme barrera bloqueado mi energía.

- Dame agua Alei. -Dije-

- ¿He?

- ¡Muévete! Agua rápido ¡haz que despierte!

- ¿Estás loca? ¡Se ha vuelto muy agresivo! ¿Por qué crees que se le encadenó?

- Dices que tiene amnesia, tal vez lo hizo por instinto de protección.

Dicho eso Alei extendiendo su mano derecha, comenzó a sacar una pequeña parte de su mana que tenía un hermoso color azul brillante y fue formando una burbuja de agua, la cual guío e hizo estallar justo en la cara del espíritu.

El comenzaba a despertar lentamente.

- Vaya finalmente has controlado tus poderes en este territorio.

- He vivido aquí y pasado a mi etapa madura, es normal que lo haya hecho.

- No, eres un talentoso espíritu de agua. -Dije haciéndole un cumplido-

Note un ligero sonrojo en sus mejillas "Sigue siendo algo tímido" pensé sonriendo.

- ¿Quien eres? -Decia el espíritu ya en sus sentidos viéndome fijamente-

- ¿Otro espíritu de fuego más que viene a torturarme? -Dijo en un tono más agresivo.

Yo me quedé viendo fijamente sus ojos, no eran tampoco del celeste tan claro que los tenía Izar.

Eran ojos de un dorado intenso y llamativo como si de un mountruo se tratará.

- ¡¿Por qué cree que lo voy a torturar Alei?! ¿Que le han hecho? - Pregunté molesta -

- No lo sé, yo no me encargo de todo Ashdi.

Me acerque de nuevo al espíritu en el suelo el cual me veía con una intensa mirada llena de rabia.

- ¿Sabes que hay mana de fuego en tu interior, pero no eres uno de los nuestros?

- Lo sé.

- Nosotros los espíritus de fuego no somos tan buenos con cualquiera para pasar nuestra energía vital solo por qué sí.

- ¿Que insinuas?

- He pasado docientos años de mi vida buscando a un espíritu que perdí, el era demasiado importante para mí.

- ¿Que tiene eso que ver conmigo? -Dijo el espíritu enojado-

- No voy a torturarte, ni ser ruda contigo, parece que hay algo bloqueando el mana de fuego que está en tu interior.

-Intete hacerlo reaccionar pero... hay algo en ti que lo impide.

- Eso no me deja averiguar si eres tú a quien he estado buscando.

- No lo soy, déjame en paz. -Dijo aún muy molesto-

- ¿Cómo sabes que no? Dicen que perdiste la memoria... ¿No recuerdas nada?

El solo guardó silencio y apartó su mirada. Así que supuse que yo tenía razón.

- ¿Me permites intentar una última vez? -Le pregunté amablemente-

El solo suspiro y asintió con su cabeza.

Yo me acerque apoyando mi mano en su pecho y le di un beso.

El se sorprendió y yo aproveche eso para profundizar aun más el beso.

Sin apartar mi boca de la suya que estaba inmóvil, probablemente por el shock que causó mi acción.

Intente la última forma posible.

Cuando dos espíritus del mismo elemento se besaban podían sentir la energía vital del otro, entre más sensible fuera la sensación más se podía asegurar que se estaba preparado para la reproducción.

El no era de mi mismo elemento, pero si dentro suyo estaba mi mana vital entonces ese vínculo al menos le haría reaccionar.

Puse un poco más de intensidad en el beso.

Aumente mi energía al tope y entonces paso...

Sentí una ligera reacción de mi mana que provenía de su interior.

Así que me aleje.

El comenzó a sostener su pecho con una de sus manos haciendo una expresión de dolor.

- ¿Qu- Que me hiciste? ¡Quema!

En ese momento sonríe...

Sonreí mientras mis lágrimas volvían a salir.

Pero está vez eran lágrimas de felicidad.

- ¡Eres tú! No sé ni cómo pero... Tú eres Izar.

- ¿Izar? Repitió el espíritu dejando de lado su reacción de dolor.