Capitulo 4: Dudas.

Todo marcho bien por algunos años, Izar al parecer era un espíritu que aunque era inmaduro podía hacer uso de sus poderes elementales de gran manera.

Eso nos hacía pensar mucho a Alei y a mi de "¿Que clase de espíritu o ser vivo realmente era Izar?"

Pero aún así le enseñamos todo lo que sabíamos y le explicábamos como lo encontramos y sobre el territorio de fuego donde él estaba viviendo con nosotros.

Fue cuando el quiso conocer el lugar de donde provino así que Alei y yo decidimos arriesgarnos y volver.

Pero aún no sabíamos usar del todo bien el portal del clan y lamentablemente...

Volvimos a fallar...

Llegando a un extraño lugar boscoso donde la mayoría de plantas y árboles lucían en estado seco y dañado, el aire era tan denso y de un extraño aroma que no reconocimos y habían muchas pequeñas lagunas de unos líquidos verdes extraños que desprendían grandes burbujas de ellos y al estallar seguían liberando ese aroma extraño.

Yo supuse que estábamos en algún sector del territorio natural pero no parecía uno bueno y comenzaba a sentir esas incómodas punzadas en mi pecho como cuando había ingresado a la parte congelada del territorio de agua.

- Volvamos Ashdi, no me gusta nada este lugar, es escalofriante.

- Cierto, tampoco quiero arriesgar a Izar y hacerle que se transforme a su forma de espíritu justo aquí.

Dicho eso, ambos volvíamos a la ubicación donde dejamos el portal abierto y justo en ese momento hubo una gran explosión.

BOOOOOM

De una de las lagunas verdes de mal olor que estaba a solo unos metros de nosotros comenzó a emerger una gran criatura de aspecto pegajoso y verdoso.

¡Nos asustamos!

Corrimos y corrimos alejándonos de esa enorme cosa.

Pero tenia una contextura bastante larga y comenzaba a acercarse a nosotros con sus largos brazos y piernas.

Fue cuando justo frente a nosotros la silueta de una persona apareció.

Era un espíritu natural con su largo cabello verde oscuro y ojos del mismo tono brillantes.

No podíamos confiar en nadie Alei y yo nos miramos a los ojos, asentimos y corrimos hacia otra dirección.

Pero justo cuando creímos que los habíamos dejado atrás hubo otra gran explosión.

BOOOOOM

El suelo se sacudió en gran manera.

Perdimos el equilibrio y cuando vimos hacia atrás esa enorme cosa que había salido del lago estaba hecha pedazos esparcida por todas partes.

Justo ahí de pie lleno de ese líquido verdoso estaba el espíritu sosteniendo la fuente de mana de ese monstruo en forma de esfera entre sus manos y llevándolo a su boca tragando de un bocado.

El espíritu volvió a vernos a nosotros que aún éramos dos espíritus inmaduros de fuego y agua que andaban merodeando por ahí en su territorio.

- ¿Que-que hacemos Ashdi? -Dijo Alei muy nervioso y lloroso-

- Tengo mucho miedo... El nos- nos va a absorber.

No entendí por qué de la nada Alei decía eso sí no éramos monstruos ni animales y era poco probable que si se asesinaba un espíritu su fuente de mana vital quedará intacta o fuera manipulable, lo más probable era que se exparciera de inmediato y se uniera a la energía natural del mundo.

Pero no tenía tiempo ni quería probar la teoría así que lo tome de la muñeca y seguimos corriendo ya casi llegábamos a nuestro portal cuando el espíritu natural se volvió en un tipo de planta enredadera y se arrastró a gran velocidad hacia nosotros.

Justo en ese momento sentí que mi cuello dolía.

¡Dolía demasiado!

Note que no estaba mi colgante.

- ¡Noooo! ¡Mi colgante no está! ¡No está! -Grite asustada viendo hacia todas las direcciones-

Pero era tarde.

Muy tarde...

El espíritu natural había desaparecido y junto a él mi colgante.

Lloré.

Solamente llore.

Desconsolada mientras gritaba que volviera.

Mientras le gritaba devolverme mi colgante.

Mientras temblaba rapitiendo con mi entrecortada voz.

Izar...

Izar...Izar...no... Devuélveme a Izar.

Alei solo me tomo entre sus brazos y me llevo hasta el portal y uso gran parte de su propio mana para regresanos al territorio de los fuego.

Yo enferme.

Pase días sin hablar, sin comer, sumergida en mis pensamientos me culpe.

Me culpe una y otra y otra vez.

Lloré.

Pero Alei una noche se acercó a mi y me prometió que me ayudaría.

"No voy a descansar hasta encontrar el paradero de Izar" dijo él.

Yo llore y le abrace con fuerza.

Cuando me calme, le dije que también lo ayudaría.

Ambos queríamos encontrar a nuestro pequeño amigo Izar.

Pero esos días de búsqueda se volvieron meses y...

Pasaron años...

Más y más años.

....

- Ya han pasado docientos años. ¿Realmente crees que es él? -pregunte a Alei quien me miró con una expresión triste-

- Esperemos que lo sea, al parecer quienes le encontraron sintieron mana de fuego en su interior -Dijo Alei aún decaído-

- Escuché que es un espíritu maduro y si fuera él, entonces debería ser un niño como nosotros en ese tiempo no un espíritu adulto...pero...puede hacer una razón - Añadió -

CONTINUARÁ.

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