3. Carlos

En la hacienda los MF Norma se cubre la mejilla por el golpe que recibió de parte de su padre.

Todos se sorprendieron, ya que Ricardo nunca la regañaba mucho menos la golpeaba. Su madre, al igual que sus hermanos, no sabían qué estaba pasando después de que Carlos y Ricardo se metieran a hablar, él salió furioso.

Cinco horas antes, en la entrada de la hacienda, todos llegaron felices.

"Les apuesto a que nuestra princesita se quedó dormida con la tarea, jajajá". Martín la conocía bien, se quedaba dormida con la tarea.

"¿Para qué apostar?, si ya sabemos la respuesta." Miguel le sigue la corriente.

"Oigan, dejen de burlarse de la nena" Carlos defiende a su hija.

"Cariño, tú no cambias, ella ya no es una bebé y se enoja cuando le dices así", responde Anna con su sonrisa burlona.

"Jajajá, ella siempre será mi niña, mi bebé por siempre", él responde.

"Dios mío, ¿qué vas a hacer el día que te presente un novio?", no quería dejar de provocarlos.

"Eso no pasará", los tres hombres responden al mismo tiempo, Anna no pudo aguantarse y se empezó a reír mientras que ellos estaban con la cara seria.

"Ese día el novio se quedará sin dientes, Norma tendrá novio a los 30 años", responde Miguel con su sonrisa pícara hacia los otros dos.

"Yo diría que sin las manos, no la pueda tocar. ¿Verdad, padre?" Martín no quiso quedar atrás, siempre defendería a su hermana pequeña.

"Cuenten conmigo, estoy de acuerdo". Ricardo no podría estar más que de acuerdo.

Se iban acercando más a la entrada y Anna no paraba de reír, entran a la sala y se encuentran con Carlos.

"Hola, ¿por qué la risa, cuñada? ¿Cómo están? ¿Dónde andaban?" Carlos, pregunta cuándo los ve llegar en la sala.

"Espera, hermano primero se saluda, y después las preguntas".

"Cierto hermano. Ricardo, ¿cómo estás?, ¿así está bien? Ha, ha, ha"

"Si mucho mejor" ambos se abrazan.

"Hermano, ¿cómo te fue? Te extrañamos en estos meses que estuviste fuera de la hacienda, ¿cómo estuvo tu viaje?", los hermanos no se veían hace un tiempo.

"Cariño, ya es muy tarde, solo comimos la sandía que se roba Martín del capataz".

Se voltea para ver a su hijo.

"Madre José y yo la sembramos, él dijo que podía tomarlas cuando quisiera", no quería que lo juzgaran como a un ladrón.

"El que lo ayudó fui yo, madre Martín, se quiere llevar el crédito" su hermano no estaba de acuerdo con él.

"Por eso dije que la robó" Anna sabía que él no ayudó.

"Ya no importa, ustedes también comieron"

Seguían discutiendo por un asunto tan trivial.

"Ya sabes cómo son". Ricardo le dice a su hermano.

"Tú y yo éramos así en la edad de ellos" Carlos estuvo de acuerdo con su hermano.

"Tú eras el mejor portado" le guiña un ojo a su esposa.

"Bueno, ustedes no cambian, son iguales a ellos". Como tengo hambre, voy a preparar algo rápido. ¿Quieren pasta con crema de champiñones?"

Era el platillo favorito de sus hijos.

"Lo que quieras, mamá, todo te queda muy rico" el primero en responder es Martín.

"Así es, cariño, eres la mejor chef, y que solo yo puedo degustar tus exquisitos platillos".

Martín sonríe al ver a sus padres felices y su familia perfecta.

"El piso se está llenando de miel, traigan un frasco", ambos hermanos se burlan de los cariñosos padres.

"Déjate de tonterías, sube a buscar a tu hermana para que me ayude a hacer una ensalada", le ordena Anna.

"Está bien, pero no te aseguro que se levante, ella duerme como tronco".

Se da la vuelta para subir a buscarla.

"Te aconsejo que no la muevas mucho, tiene la mano pesada", le recomienda Miguel.

"No me digas. ¿Te pego el otro día por despertarla?". Abre los ojos de incredulidad.

"Es tu culpa por enseñarla a golpear como en las películas de ninja, que tanto les gusta ver contigo".

Él solo niega y sonríe al pensar en ello.

"Más tarde les prendo fuego"

Con eso subió las escaleras, llegó a la puerta y entró, nunca tocó la puerta y eso lo hizo a propósito para enojar a su hermana. La cama está tendida, en su escritorio, todos sus útiles escolares intactos, toca el baño y no hay nadie.

"Menos mal, me ahorré el golpe".

Mientras en la sala seguían esperando a Martín bajar corriendo con un golpe de Norma, todos la conocían muy bien.

"¿Te quedas a comer, cuñado?" Anna invita a Carlos.

"Sabes que me encanta tu comida, Anna, pero no se lo digas a mi madre", responde Carlos.

"Es verdad, cada vez que voy a visitarla me hace repetir postre, siempre sale con uno: ¿Qué tal, me queda a mi mejor verdad?"

"¿Y cómo decirle no a esa señora?, Pero Anna, tú cocinas muy rico, me encanta tu sazón", en eso baja Martín.

"¿Y bien? ¿Dónde fue el golpe?" Miguel quería ver el golpe.

"No me lo van a creer, pero ella no está" aliviado de no recibir la paliza.

"¿Debe estar con Elena y Gabriela? Siempre va con ellas cuando termina las tareas, al rato vuelve, voy a la cocina, chicos me ayudan con la mesa"

Los tres se van a la cocina dejando a los hermanos solos.

"Sabes que sí, madre"

"Carlos, ven vamos, platícame de tu viaje, ¿conociste a alguna chica?" Ricardo quiere saber del viaje de su hermano.

"Sabes que no necesito eso, tú y mis sobrinos son a los que más quiero aparte de mi claro", en eso se gira para sentarse.

En eso, Ricardo ve una mancha roja en el cuello de la camisa y se preocupa, se acerca a él y lo toca. Es ahí cuando se da cuenta de que es sangre. Él, todo preocupado, le preguntó.

"¿Qué te pasó en la cabeza?"

Trata de ver más de cerca, ve el corte que tiene en la cabeza

"Hermano, eso es lo de menos, ¿podemos hablar a solas de algo muy importante y delicado?"

Ricardo siente que algo anda mal con su hermano.

"Me estás preocupando, pero vamos al despacho para que nadie nos interrumpa". Los dos se van al despacho.

"Dime qué es lo que está pasando, que están delicado, ¿fue nuestra madre?"

Carlos niega con la cabeza

"Mamá no fue, es Norma"

"¿Norma? No te entiendo, explícate, ¿qué tiene que ver mi nena en esto?"

Se pregunta porque una niña haría algo como eso

"Primero que nada sabes lo mucho que quiero a tus hijos, como si fueran míos"

Con voz apagada y decepción le dice a su hermano

"Eso ya lo sé, déjate de rodeos, si se trata de mi hija, ya dime" se empieza a desesperar.

"Norma fue ella quien me golpeó con un florero unas horas antes de que ustedes llegarán"

Él se quedó paralizado al pensar que su hija hubiera hecho algo así, se peleaba con sus hermanos, pero no a ese nivel de violencia. No podía creer lo que estaba escuchando, aun así decidió preguntar.

"Es una broma de muy mal gusto decir eso de mi hija, Carlos, ¿por qué Norma haría eso?"

No podía creerlo, una niña no podría golpear así de fuerte

"Yo sé que es tu hija, aunque soy tu hermano, ella es tu carne y sangre, es la niña de tus ojos, te lo cuento porque solo quiero lo mejor para ella y que la ayudes".

Él baja la mirada al suelo en señal de agravio.

"¿Qué pasó con Norma? Ya dímelo de una vez" la paciencia se le está acabando a Ricardo.

"Hace rato cuando llegué, ella estaba en la sala, la saludé y todo, ella se empezó a quitarse la ropa enfrente de mí y..." no termina la frase al ver los ojos inyectados de sangre de su hermano.

"¡Carlos, tiene que ser broma esto! ¡Verdad!", su mente no da crédito a esto.

"Sabes que sería incapaz de bromear con algo así y eso no es todo, me he enterado de otras cosas, no lo quería creer, pero hoy me di cuenta de que gran parte es verdad".

Ricardo estaba más enojado

"¡Dime la verdad de una vez!", gritándole.

"¡Sabías que Norma tiene novio, los vieron desnudos en la cabaña!"

"¡Qué?!" Para Ricardo, su nombre y apellido lo eran todo.

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