1. una pesadilla

Mi nombre es Norma Mendoza, soy la menor de dos hermanos, (el mayor) Miguel Mendoza, somos hijos del matrimonio Mendoza Fuentes, nuestros padres Ricardo Mendoza y Anna Fuentes. No todos nacemos fríos o sin sentimientos, como suelen llamarme los que están a mi alrededor. Pero, ¿qué más puedo hacer? Si en los que algún día confíe mi propia vida terminaron dándome la espalda, y cómo no desconfiar si desde muy temprano conocí lo que era dormir llorando.

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En Nayswort una pequeña ciudad ubicada al sur de la capital Westerns, donde se ubicaba la hacienda de los MF (Mendoza Fuentes) Norma estaba sola en casa, ya que sus hermanos y sus padres estaban trabajando con los agricultores en la cosecha de maíz, aunque a ella le gusta el campo sus hermanos y principalmente su padre no la dejaban andar por el campo debido a los mosquitos que hay muchos es esas temporadas. Tiene 13 años y está estudiando la secundaria, estaba haciendo la tarea cuando se escuchó el timbre, era el hermano de su padre, Carlos llegó con una gran sonrisa, ya que sabía que no había nadie más en casa, por el hecho de que todos trabajan de lunes a domingo en temporadas de cosecha en los últimos 3 años le ha tenido mucho miedo... sabrán por qué...

"Hola, bebé hermosa de tío, ¿qué haces, bebé?"

Saluda con una sonrisa tonta en el rostro.

"Hola, tío Carlos, estaba haciendo la tarea", respondió incómoda.

"No me temas, cariño, yo no soy malo…" responde con una sonrisa burlona.

Carlos se le iba acercando más y más mientras que ella retrocede por instinto, quiso correr, pero él fue más rápido en tomarla por los hombros con mucha fuerza, ya que era un hombre grande de unos 1.90 y Norma no es rival para él.

"Tío no.  Aléjate, no, no, no me toques. Se lo diré a papá"

Trata con todas sus fuerzas de evitar a Carlos.

"Cariño, yo soy el hermano mayor. Ricardo me debe la vida y jamás te creerá, solo eres la niña tonta de papi que no sabe hacer nada más que llorar... solo eres bonita... mm nada más"

Con eso último le rasgó la ropa. Norma llevaba una falda muy corta y una blusa de tirante por el calor.

"Y otra cosa le diré a tus padres que tú y Fernando son novios, eres una mentirosa, les mientes diciendo que eres una buena niña".

Con eso último le quito la blusa de un tirón, ella gritaba, no había nadie cerca donde él la tenía, contra la pared había una mesa, sobre la mesa está un jarrón que era su última esperanza, alcanzó el jarrón y con todo su fuerza le pego en la cabeza, cuando él estaba distraído quitándose el pantalón este último cayó al suelo boca abajo, la cabeza de Carlos la sangre fluía sin parar, ella empezó a temblar pensando que no había matado.

"¿Tío Carlos?... despierta... Por favor, despierta..." con los pies temblando, lo mueve con la punta del pie.

"¿Aaaaah qué me hiciste maldita?"

Al comprobar que seguía vivo, sale corriendo a su habitación a cambiarse la ropa y lavarse las manos que la tiene manchada de sangre. Se cambió rápidamente, se colocó un vestido amarillo floreado y unas sandalias planas, salió por la ventana y se fue directo a la casa de Elena, su mejor amiga. Ignorando el hecho que dejó a Carlos en la sala, herido por querer abusar de ella. Al llegar a la casa de su amiga, apenas podía contenerse de la ira e impotencia.

"Nor, qué paso, nunca llegas a estas horas, ¿paso algo con Fer?"

Elena pudo sentir cómo le tiembla la mano al sostenerla.

"No todo está bien, solo me sentía muy sola en casa y quería verte también..." forzando una sonrisa.

Elena la conocía bien, ya que se conocieron desde el kínder y sabía que estaba fingiendo, pero no le dio importancia porque estaba segura de que se lo contaría más tarde. Empezaron a platicar de todo un poco y cuando terminó de contar lo que había pasado, empezó a llorar. Sin imaginar lo que se le venía encima después de contarle eso a Elena, ya que a ella siempre le ha gustado Fer, aunque lo disimulo muy bien.

"Tienes que decirle a tus papás que si esto sigue algún día lo matarás y ahí su te convertirás en una asesina".

Con la piel más gruesa, finge preocupación por ella.

"Pero no me van a creer, no saben que Fer y yo somos novios..."

Las lágrimas no tardaron en hacerse presentes en su hermoso rostro.

"No sé cómo ayudarte o dile a Fer..."

Elena, por dentro, se regocija de la desgracia de Norma.

"No, tengo miedo de que tal vez se enoja conmigo".

Norma se sobresalta cuando lo menciona.

"Bueno, entonces no se lo digas, tal vez tengas razón, se puede enojar y mucho".

Por dentro se estaba riendo a carcajadas, ya que la consideraba una tonta. Regresó a casa a las 9 pm, ya todos la estaban esperando.

Sus padres en la sala, con cara de decepción y su madre llorando, no sabía lo que pasaba, luego volteó a ver a sus hermanos que no decían nada y no la miraban a los ojos. No sabía qué había pasado, pero al volver vio al tío Carlos sentado en el otro sofá.

"¡Entonces es cierto, donde estuviste!, y no me mientas más, Norma!"

 Le grita Ricardo, su padre levantándole la voz.

"Papá, yo no... dime qué hice..."

Norma retrocede lentamente, pudo sentir una descarga eléctrica recorrer por su columna vertebral por el miedo a su padre.

"¡Cállate, si vas a seguir mintiendo... siempre te he dado todo... dime, ¿cuándo te ha faltado algo?!

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