12. buscando a la princesa

Esteban se quedó observando un buen rato el lugar donde desapareció la chica al final se sube a su Jeep y continúa su viaje.

Al fin llega a la ciudad hasta llegar a la finca de la familia Carrizales al bajar de su Jeep es recibido por una pareja de ancianos sonriendo de oreja a oreja.

"Hijo al fin estas en casa" Linda se acerca muy emocionada abrazar a su hijo.

"Bienvenido a casa hijo, tienes hambre?" pregunta el padre todo emocionado, Marcos Carrizales orgulloso de su hijo.

"Mamá, papá no es para tanto, yo también los extrañé mucho, y si tengo mucha hambre, ¿Has hecho mi estofado favorito?" su madre siempre lo consentía con su comida.

"Como podría olvidarlo, vamos para que después descanses"

Todos pasaron al lujoso comedor el cual estaba impecable, había diez sirvientes alrededor, Esteban le empieza a contar sobre su vida fuera de la ciudad y en algún momento mencionó a la chica del caballo.

"Hijo vienes llegando, donde la viste?, Linda pregunta sorprendida qién fue la chica que dejó a su hijo tan emocionado.

"Cuando venía llegando a la ciudad se cayó del caballo... pero no me dijo su nombre" Esteban giraba el cubierto muy pensativo.

"En este pueblo muchas niñas suelen andar en caballo,¿Como es?, ¿es bonita?" Marco también quería saber de quién se trata.

"Su caballo es un frisón negro muy hermoso su cabello es negro azabache muy largo y lacio es delgada de uno 1.65 creo, tiene un hermoso rostro muy delicado al mismo tiempo muy fría" los padres se preguntaron quién es la chica que dejó cautivado a su hijo.

"Tomando en cuenta la raza del caballo que mencionas, muy poca familia lo tienen sin embargo la hacienda de los MF cuentan con varios frisones en sus establos, debe ser la hija de Ricardo Mendoza"

Esteban ya no dijo nada, se concentró en deleitarse con el sazón de su madre.

sube a su habitación para descansar un rato, al momento de cerrar los ojos se imagina a la chica del caballo.

Al no poder dormir termina por levantarse de la cama, al pasar por el jardín ve a sus padres tomando el té.

"¿vas a salir?" sus padres no lo invitaron al té porque supusieron que estaba muy cansado por ello lo dejaron descansar.

"Saldré a dar una vuelta, regresaré antes de la cena" Esteban se va sin dar explicaciones a dónde iba.

Se dirige a las caballerizas, en poco tiempo sale en su caballo blanco (Rex) salió de la finca por la salida de ciudad

se sorprendió al ver de cómo Westerns pasó de ser un pequeño pueblo a una mini ciudad que está creciendo constantemente.

A lo lejos pudo ver la espalda de una mujer sentada en una gran roca, su larga cabellera cae en forma de cascadas, muy hermoso.

Norma no se percató que alguien la estaba observando a la distancia, Esteban se quedó un rato más luego siguió su camino.

Pasaron los días, las semanas y lo meses. Un día Norma ya sabía que él la cerva de lejos pero no le importo, ya que no se quedaba tan cerca y hoy se armó de valor para acercarse a él.

Ambos en sus respectivos caballos se quedan viéndose frente a frente.

"¿Por qué siento que me estás acosando?, siempre te veo cada vez que vengo a este lugar"

Esto fue una gran sorpresa para Esteban, nunca pensó que ella fuera la primera en acercarse.

"Hola soy Esteban y no te estaba siguiendo, me gusta este lugar esa es la razón por la que me vengo tan seguido"

El trató de sonar lo más casual posible

"Bien, debo irme ahora disfruto de la vista"

Sin esperar respuestas de Esteban, se aleja muy rápido con su caballo.

"Qué mujer tan extraña" pensó el hombre para sus adentros.

De camino a casa Norma se preguntaba si ya había llegado su padre a casa antes que ella.

Todas las veces que se veían en el mismo lugar, se saludan poco a poco Esteban estaba descongelando el iceberg de su corazón.

Pasaron tiempo juntos cada vez más seguido, siempre se veían a escondidas sin nadie alrededor. Un día llegó con una rosa en la mano, Norma sintió en él un olor diferente del que usualmente usa.

Se dijo así misma que debería de confiar más en las personas, se olvidó de todo cuando lo vio arrodillado con una sonrisa en los labios.

"Norma...¿puedo tener el honor de ser tu novio?"

Norma se quedó sin palabras, su mente le decía que no, pero su corazón le decía que sí.

Sin esperar más asintió con la cabeza, Esteban se puso de pie la abrazo con cuidado y la levanto haciéndola girar. El la cargo y dejo descansar su cabeza sobre su pecho escuchando los latidos de su corazón:

"Así te llevaré a la iglesia cuando nos casemos" Esteban susurro en su oído.

"Eso todavía falta apenas tengo 17 y tu ya tienes 29..." Le responde Norma sonriendo.

"¿Te importa que sé más mayor que tu?" la baja al suelo esperando la respuesta de Norma.

"No claro que no... tu te quieres casar conmigo?"

No pudo evitar preguntar con la mirada fija en él.

...

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