Me gustan los hombres dominantes y fuertes.

Narumi sentía la necesidad de descansar para procesar todo lo que le había sucedido hoy, también pidió a sus padres hablar con ellos a solas.

Yoshito y Hoshi, el papá y la mamá de Narumi, aceptaron la solicitud de su hija. Se disculparon con los invitados y se dirigieron al estudio de Yoshito.

-Sé que tienes muchas dudas acerca de lo que dije antes pero tienes que dejar que te explique primero- dijo inmediatamente Yoshito cuando cerró la puerta, miró a su hija, quien tenía el rostro oscuro y lo miraba con críticas.

Frunciendo el ceño con una expresión seria, Narumi se cruzó de brazos y le preguntó a su padre -¿Para eso me llamaste?¿Para casarme con alguien a quién ni siquiera conozco?- no pudo evitar sentirse enojada, creyendo que sus padres la llamaron solo para eso.

Yoshito dio un paso adelante y tomó las manos de su hija entre las suyas, la culpa brilló en sus ojos mientras la miraba - Hija mía, es culpa de este viejo por no ser tan fuerte. No importa si me culpas por esto, sólo espero que algún día me perdones- dijo con una sonrisa amarga.

Narumi relajo su expresión y suspiro con impotencia -Padre, no te culpo, sé que tienes que poner a las personas por delante como jefe de los cuatro pueblos, no me atrevería a exigirte nada- acaricio suavemente las manos de su padre con una sonrisa gentil.

-Cariño...- Hoshi se acercó a su hija y la tomó en sus brazos, dándole una sensación de seguridad a Narumi, suavemente movió el cabello suelto detrás de su oreja, con una sonrisa llena de amor, explicó -Los clanes Ishikawa, Yamamoto y Nishimura están exigiendo que la descendiente del jefe de los cuatro pueblos se casé con uno de sus descendientes.

-Según tu padre, el joven del clan Nishimura parece la mejor opción. Sin embargo, los otros dos jóvenes de los clanes restantes también vendrán en estos días para conocerte y entablar relaciones contigo- continuó Hoshi con una expresión seria, mirando a su hija con ojos amorosos.

Yoshito asintió y su expresión se volvió cada vez más seria -Si tu no te casas con alguno de ellos, puede ser que se libre una guerra entre los cuatro clanes, eso incluyendo al nuestro- suspiro con amargura e impotencia -No puedo poner en peligro a la gente de los pueblos pero tampoco quiero forzarte a esto, en estos momentos, me encuentro en un dilema.

Narumi entendió a la perfección los sentimientos de su padre, ella no podía simplemente forzarlo a hacer lo que quería y destruir con su deseo egoísta todos los clanes y su gente.

-Hija mía...- Yoshito sostuvo con fuerza las manos de su hija y su expresión se volvió seria -No soy lo suficientemente fuerte y poderoso como para oponerme a los tres clanes, pero si encuentro la manera de evitar el matrimonio, entonces la buscaré- prometió con un rostro solemne, su voz sincera y honesta con fuerte determinación.

Al ver las emociones en los ojos de su padre, Narumi realmente no tenía el corazón para negarse, y solo pudo asentir con impotencia. Para cambiar el tema, le pregunto a su padre sobre Towa.

-¿Qué sucede con el tipo que será mi guardián?- pregunto con curiosidad, pasando sus ojos de su padre a su madre.

La expresión de Yoshito se relajó un poco al ver a su hija cambiar la conversación, él sonrió y explicó -Hace diez años, lo encontré muy mal herido durante una misión en las profundidades de la isla. Todo su clan había sido destruido y él fue el único que quedó- suspiró con un poco de pena y continuó -Cuide de él durante un año completo, como un ser místico, sus heridas sanaron muy rápido, sin embargo, estuvo fuera de sí, sufriendo interiormente.

Hoshi asintió con la cabeza y soltó a su hija -Sabemos que él tiene alrededor de mil años de edad, pero no sabemos nada más sobre él. Nunca habla de lo que sucedió con su clan y porque solo él quedó vivo o cosas como esas. Como agradecimiento a tu padre y sin tener propósito, se volvió su guardián a costa de su vida.

-¿Qué?¿Acosta de su vida?- preguntó Narumi com sorpresa, abriendo mucho los ojos. Su madre asintió.

-Para salvar a tu padre, casi muere durante una batalla con el clan serpiente, pero sobrevivió. Desde entonces, se ha quedado al lado de tu padre con fiel lealtad- suspiro Hoshi con una expresión triste.

Narumi sintió un poco de lástima por el hermoso tigresito, pero no dijo nada al respecto. Después de charlar un poco más con sus padres, les pregunto por su habitación, ellos la llevaron a una casa propia, solo para ella.

Para sorpresa de la chica, su patio era una mansión completa que consistía de: cuatro habitaciones, dos baños con sus propias tinas, una sala, un estudio, dos cocinas y dos comedores con una sala de té en el jardín ¡Era simplemente una maldit* mansión!

Yoshito también le dio cinco sirvientas a Narumi para que se encargaran de las tareas diarias y otras cosas que fueran necesarias. Narumi no supo como sentirse por un tiempo, la vida se volvió muy lujosa de un momento a otro.

Mientras se familiarizaba con su ahora casa, Narumi pellizacaba entre sus cejas con una expresión preocupada, sintiendo dolor de cabeza. Su vida cambió de un pronto a otro y ahora era como una princesa, esa sensación de tener tres pretendientes no era para nada bonita.

"¿No se suponía que todas las princesas se casaban con el amor de su vida?¿Porqué yo tengo que casarme por arreglo y obligación?" pensó con tristeza, pero a pesar de eso, no se quejó.

-¿Piensas en el matrimonio, Mi Señora?- pregunto con respeto el joven de cabello blanco y largo, con la cabeza baja. Igual que antes, no se atrevió a mirar a Narumi a los ojos.

Su melodiosa voz sacó a Narumi de sus pensamientos molestos, ella soltó un pequeño y bajo suspiro antes de asentir con una expresión triste -Sí, de haberlo sabido, talvez no habría vuelto y eso sólo hubiese llevado a mis padres al desastre.

Los hermosos ojos azules del joven se movieron levemente, como si quisiera verla a la cara pero no lo hizo. Se detuvo e hizo una reverencia -Si me lo permite, mi señora. Si usted no hubiese vuelto, los tres clanes se hubiesen coludido para acabar con el Clan Kimura y luego luchado entre ellos por la posición de líder.

Narumi también se detuvo y lo miró, sus ojos ya tenían esa sensación de elegancia o suavidad. La seriedad estaba grabada en su rostro mientras lo miraba -No seas tan formal conmigo, solo llámame Narumi cuando estemos a solas. Es incómodo si me llamas Señora- le dijo con frialdad, luego continuó caminando.

El cerebro de Narumi casi comenzó a palpitar cuando proceso las palabras de Towa, sintiendo que este lugar a pesar de ser hermoso, también tenía sus cosas feas. Eso hizo que su corazón se volviera más pesado.

El sol se puso rojo para el atardecer... y las Gogo 6-ji (seis de la tarde) se acercaban, dando un tono rojizo al cielo.

La chica se sentó delante de Towa, mirándolo fijamente de arriba hacia abajo. Las orejas de tigre descansaban tranquilamente sobre la cabeza del hombre, moviéndose de vez en cuando. Un pequeño rubor apareció en sus mejillas causada por la pena que sentía.

-Esto era lo que necesitaba después de un largo día ajetreado. Mirar un hermoso rostro para relajar mi mente- suspiró la chica, tomando un sorbo de té con una expresión tranquila. Se sentó con elegancia sobre una banca debajo de un árbol de durazno.

-Mi señora, desde ahora seré su guardián, espero que nos llevemos bien, así que me gustaría saber que le gusta y disgusta- dijo suavemente Towa, con una expresión dócil en su rostro, mirando hacia abajo, sus orejas gachas.

Narumi frunció el ceño, sintiendo que el comportamiento del joven era simplemente demasiado dócil y eso no le agradaba. Ella extendió la mano y levantó la barbilla del joven, obligándolo a mirarla, sin embargo, él aún así no la miró directamente a los ojos.

-Towa, tigresito sexy, mírame- le ordenó en voz baja y cálida, sus ojos mirando el hermoso rostro del joven. Las orejas blancas como la nieve se movieron.

Towa levanto los ojos y la miró, tal como Narumi le ordenó, sus ojos se encontraron. Narumi sintió perderse en un océano sin fin al ver los ojos azules del hombre, sus labios se abrieron ligeramente cuando una sonrisa encantadora apareció en su hermoso rostro.

-Me gustan los hombres dominantes y fuertes, que puedan darme una sensación de seguridad sin pretendientes. Que sepan guardan bien mis sentimientos y cuidar mi corazón de cualquier herida- ella entrecerro los ojos con una luz fría y su sonrisa solo se volvió más cálida -Un niño lindo y dócil como tu, solo me serviría para jugar en la cama.

Soltó la barbilla del joven y se levantó con una expresión fría -Asegurate de estar al tanto de las órdenes- su figura se desvaneció a la vuelta de la esquina.

Towa se levantó y miró en la dirección por donde se perdió Narumi, una sonrisa gentil apareció en su rostro -Encontre a mi pareja, parece que mis días serán más ajetreados de ahora en adelante, sin embargo....- miró el cielo rojizo con una luz fría en sus ojos -Tengo menos de seis meses para encontrar una manera de cancelar el compromiso.