La chica de repente recordó que el tigre seguía siendo un animal salvaje, y el terror creció dentro de ella como una bomba. Narumi dio un paso hacia atrás y apoyó ambas manos al árbol, soltó un grito y apartó la mirada, cerrando los ojos con fuerza.
De repente, su cuerpo se fue hacia atrás como si se hubiese ido en un agujero. Ella gritó con fuerza y acurruco su cuerpo en una bola, esperando golpear el suelo. Pero al contrario de lo esperado, nada sucedió y el dolor esperado tampoco llegó.
Una sensación cálida la rodeaba y dos brazos fuertes y firmes la sostenían. Cuando abrió los ojos, miró sus alrededores con curiosidad, su rostro pálido.
Una risa baja y suave se escuchó desde un lado, cuando volvió la cabeza, se encontró con un par de hermosos ojos azules y profundos, como un océano sin fin.
Un rostro lo suficientemente hermoso como para destruir un país y enamorar a todo un continente apareció a su vista, con cejas gruesas y rizadas, labios delgados y de color cereza, tan antojables como para morderlos, una nariz perfectamente recta y una barbilla afilada y bellamente definida.
La masculinidad que exuda el hombre es simplemente demasiado. Un poema voló inmediatamente a la mente de la chica al verlo "El mar bajo el límpido cielo, azul tal cual hermoso y resplandeciente océano. Bajo la luz del sol crece la perla más brillante y divina, esculpida por los mismos dioses con las cosas más puras del mundo".
Sus ojos recorrieron aturdida el rostro del hombre que parecía sacado de un mismo cuadro antiguo. Su mirada finalmente se detuvo sobre las dos cosas adorables que estaban sobre el cabello blanco como la nieve del hombre.
-Que lindo par de orejas...- murmuró aturdida, extendiendo la mano para tocarlas, el hombre no se movió, sólo continuó mirándola con una expresión cálida.
Las dos adorables orejas se movieron al suave toque de la chica, sacándola de su aturdimiento y haciéndola gritar -¡Son reales!¡Mierd*, yo quiero un par!¡Yo quiero un par así!.
Cuando estaba a punto de tocar la otra, los brazos que la sostenían desaparecieron y su cuerpo cayó al suelo sobre su trasero. Un suave gemido doloroso escapó de su boca y su expresión se volvió un poco dolorosa.
Ella levantó la cabeza y lo miró con vergüenza, su rostro parecía estar a punto de gotear sangre. Se sintió avergonzada al pensar que se aprovechó del hombre mientras estaba aturdida con su belleza.
Narumi se levantó del suelo con una sonrisa culpable y avergonzada en su rostro, ya no se atrevió a mirar el hermoso rostro del hombre delante de ella.
-Ten cuidado, humana- dijo con frialdad el joven, haciendo que Narumi levantara la cabeza y lo mirará con sorpresa "¿Porqué esa voz me suena tan conocida?" se preguntó mentalmente, llena de curiosidad.
De pronto se dio cuenta de algo, miró apresuradamente a su alrededor y su cuerpo tembló -¡¿Dónde?!¡¿Dónde esta el tigre?!¡Joven hombre, le aconsejó que corra, hay un tigre hermoso pero feroz en esta zona!- le dijo con preocupación, el miedo brillaba en sus ojos.
El hombre la ignoro y se dio la vuelta, luego comenzó a avanzar hacia adelante con una expresión fría en su rostro. La chica se sintió aturdida por unos segundos antes de comenzar a seguirlo -Muchas gracias por salvarme de esa fea caída, señor.
Lo miró con gratitud y sonrió cálidamente. El hombre con orejas de tigre sólo agitó la mano y continuó caminando, sin prestarle mucha atención.
Narumi se quedó mirando la espalda del hombre con una expresión indiferente, luego miró a sus alrededores, buscando alguna señal de aquel tigre. Ella suspiró con enojo y pateó contra el suelo cuando no vio su maleta por ningún lado.
-Es tan extraño, recuerdo estar apoyada al árbol cuando de repente sentí irme en un agujero ¿Talvez el árbol es algún tipo de puerta o algo así? Si no ¿Cómo podría haber llegado hasta aquí?- se preguntó confundida, mirando a la nada.
-Oye, humana ¿No querías que te mostrara la Aldea Kyodaina Ki?- la voz del hombre sonó desde el frente, sacando a Narumi de su contemplación. La chica se quedó aturdida por unos segundos antes de señalarlo y decir con un grito -¡Eres el... el tigre!.
Sus ojos estaban llenos de incredulidad mientras miraba las orejas en la cabeza del hombre, ella cerró con fuerza la boca cuando pensó en otra cosa "¿Será que debajo de su kimono esta su cola?¡Yo quiero verla!" pensó emocionada, un rubor se extendió sobre su rostro.
El joven hombre frunció el ceño, preguntándose que estaba pensando la chica, realmente no podía ver a través de ella y eso lo hacía interesarse un poco en ella.
Una sonrisa de interés apareció en el rostro del hombre cuando la miró, levantó una ceja, se cruzó de brazos y dijo -No eres tan estúpida como pareces- luego se dio la vuelta y continuo caminando.
Narumi lo pensó por unos momentos antes de seguirlo aún sorprendida, en su mente aún procesaba todo lo que le había sucedido en tan solo unos minutos. No pudo evitar preguntarse si estaba inconsciente en algún lugar y en estos momentos solo estaba soñando. Miles de emociones extrañas pasaban por su corazón en ese instante.
Dos horas después...
Después de caminar durante mucho tiempo, llegaron a una Aldea muy bien construida, los edificios estaban hechos de madera muy buena, que parecía fuerte y resistente. Todo el lugar exudaba un aire antiguo, como si hubiesen viajado en el tiempo a unos mil años atrás.
Narumi jadeo sorprendida mientras sus ojos vagaban por todo el lugar, deslumbrada. El pueblo Kyodaina Ki no era en nada parecido a lo que recordaba, ciertamente ya no era como cuando jugaba con los niños de su misma edad en el lugar en aquel entonces.
De hecho, Narumi tenía 14 años de no volver a su pueblo natal, ya que desde era una niña, sus padres la enviaron a vivir con la hermana de su madre a la Cuidad capital de Japón. Así podría aprender mejores cosas y conseguir un buen trabajo, estos eran los pensamientos de sus padres para su hija.
Cada año la visitaban durante los días festivos y se quedaban con ella al menos dos semanas antes de volver a la isla Ryú, por miedo a que algo sucediera en su pueblo.
Narumi nunca se quejó de ello, ya que sus padres sólo querían lo mejor para ella, sin embargo, eso la alejó de su verdadera cultura.
La chica, por ir distraída, chocó con algo duro, fue cuando se dio cuenta de que el hombre que caminaba delante de ella se había detenido, provocando la pequeña colisión.
-Muchas gracias por traerme, señor- le dijo en voz baja, su voz llena de gratitud. Él se dio la vuelta y la miró con pereza, un segundo después, su figura blanca desapareció en el aire, dejando a la chica desconcertada y un poco enojada -¡Qué tipo tan mal educado!¡Ni siquiera se despidió!
Narumi tuvo que preguntar a varias personas del pueblo para saber la dirección de la casa de su familia. En toda la isla Ryú, sólo su familia tenía el apellido Kimura, así como los otros tres clanes, también tenían un solo apellido el cual sería el que dominara en esa zona.
Cuando finalmente llegó a su casa, su boca casi se abrió por completo mientras miraba atravez de las rejas las pocas cosas que podía ver, sin embargo, ya era suficiente para dejarla muda.
-Realmenye no puedo creer que yo valla a vivir aquí de ahora en adelante- murmuró con cierto asombro, luego camino hacia las puertas de la gran mansión antigua.
La ubicación de la familia Kimura estaba algo lejos del pueblo, pero también al final de la calle principal. Como jefe del pueblo, el padre de Narumi tenía que estar siempre al tanto de todo pero también le gustaba el silencio, por lo que eligió esa posición para más facilidad de la gente y también para su propio gusto.
Narumi camino hacia los dos guardias que custodiaban las puertas, ambos la miraron de pies a cabeza con una expresión extraña, no hacía falta decir que era su ropa, pues en el pueblo todos utilizaban kimonos, como en la era antigua para mantener viva su cultura. No eran las primeras personas en el camino que miraban a Narumi con esa expresión.
-¿Quién eres, forastera?- pregunto el guardia más robusto con frialdad, su rostro amargado y rasguñado hizo que Narumi frunciera el ceño y lo mirará un poco más.
-Soy la hija del jefe Kimura...- respondió con una sonrisa gentil, mirándolo con calma.
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Comments
Nelly Seila Gonzalez
se va poniéndose mas interesante cada vez
2022-09-08
1
😈 Hunter. 😈
Interesante, va pintando bien.
2022-07-06
1