Me hizo la misma propuesta de antes, yo cuidaba a mi sobrino y ellos me daban lo que Leonardo necesitaba para su salud, yo acepté pues no tenía nada más, ella comenzó a estudiar y yo me quedaba en casa, llevaba al niño al hospital y así pasaron algunos días, ella comenzó a tener problemas con su esposo y comenzó a querer desquitarse conmigo, comenzaron de nuevo las preguntas me decía que porque si Cristian era el papá de Leonardo porque no le pedía ayuda que él tenía toda la obligación y yo sabía que si, pero yo una vez me jure a mi misma que jamás le pediría algo a él y lo estaba cumpliendo, yo le decía que no, y solo escuchaba todos los reclamos que me hacía, cada vez que discutía se enojaba conmigo, yo jamás le decía nada porque pensaba en la salud del niño, una vez ella estaba sentada comiendo sandía y yo estaba barriendo la casa, Leonardo comenzó a llorar y yo lo regañe y ella aprovechó para tirarme el pedazo de sandía en la cara, otra vez me humilló solo porque no saque el jugo de unas naranjas y muchas veces más que me hablaba horrible, llego a sacarme de su casa, me decía que porque no me iba yo solo lloraba y le decía que no tenía dinero para el pasaje, hasta que un día tome la decisión de irme, me fui para donde mi mamá y allá comenzó a darle de comer al niño todo lo que a él le gustaba y fue como poco a poco se fue recuperando, Marisol llegó y me dijo que mi cuñado me podía dar trabajo en su negocio y yo acepté, comencé a trabajar, mi mamá me cuidaba a Leonardo y todo iba de maravilla, hasta que regreso Marisol y esta vez iba muy enojada conmigo yo sin entender que pasaba, resulta que mi otra hermana le dijo lo que una vez me había dicho mi cuñado que yo le gustaba, se lo dijo a Marisol y ella se peleó con él, y se había ido a reclamar me es a mí, y ahí estaba yo otra vez siendo interrogada yo diciéndole toda la verdad de lo que había pasado y ella que no me creía, volvieron otra vez las dudas sobre la paternidad de Leonardo y le pidió que me despidiera del trabajo. Y fue así como otra vez yo no tenía empleo, por suerte había conocido a un muchacho que trabajaba en una empresa y él me había recomendado en su trabajo, tarde más de un mes para volver a trabajar, pero de igual forma no me iba a durar mucho, estuve dos meses y tuve un problema con uno de los jefes y como estaba en prueba pues me despidieron. Llore toda la tarde de camino a casa, entendía que había cometido muchos errores en el pasado y que tal vez por eso la vida me estaba castigando de esa manera, como estar en la casa no era muy buena idea, ya que mi mamá los primeros días me trataba bonito Víctor me pidió que regresara a la casa de ellos, y allá estuviera obviamente no iba de visita iba a trabajar por la comida y dormida, allá no me podía sentar ni un minuto, me levantaba a las cinco de la mañana y todo el día pasaba ocupada al igual que mi hermana que trabajaba el doble.
Así estuve varios meses, hasta que Victor comenzó a regalarme más, cada día era más exigente, trataba supermal a mi hermana, un día estaba alegre al otro estaba enojado y así era su forma de ser, una tía llamada Rocely vivía cerca ella también hablaba mal de mí, diciendo que Leonardo era hijo de mi cuñado hasta le encontraba parecido con el papá de él. Mi tía había tenido cinco hijos, pero todos estaban lejos algunos casados y otros fuera del país, ella vivía con una nieta, hija de su única hija, ella cuidaba de ella y estaba haciéndola una niña malcriada y caprichosa que pensaba que las personas tenían que hacer lo que ella dijera.
Mi tía necesitaba a alguien para que le ayuda con el aseo de la casa, y pensaron en mi yo estaba a disposición de todos y me Iba para donde me dijeran, ella habló con mi hermana y le propuso que me fuera a trabajar que me podía llevar a Leonardo y allá yo iba a estar mejor, mi hermana le dijo que si y hablo conmigo y yo acepté, yo no decía que no, me fui una tarde y comenzaba al día siguiente. Ella me dio el horario que era despertarme a las cinco de la mañana ya que Zoe su nieta tenía que ir a clases y llevaba desayuno, además que la casa era grande y tenia que comenzar con el aseo, yo siempre dispuesta a lo que se me presentará nunca decía que no, comenzaba y a las doce tenía que hacer almuerzo después de eso lavar la ropa, hacer mandados era mil usos, una tarde mi tía me habló fuerte y en tono pesado, me había dicho que le lavara la ropa a un hijastro que ella tenía, él no pasaba en la casa y la ropa la lavaba él, pero como yo estaba ahí trabajando, ya no lo tendría que hacer el sino que yo, la ropa había quedado con mal olor y por esa razón estaba recibiendo el regaño de parte de mi tía, me dijo que tenía que aprender hacer las cosas, que para algo me pagaba y que si no podía que le dijera y ella buscaba a alguien más, yo le dije que no volvería a pasar y que en la próxima vez lo haría mejor, después de eso me mando hacer la cena, yo cenaba y le daba a Leonardo y en el fondo me daba pena comer, era mi familia y sentía vergüenza. Me dejaba cuidando a Zoe y ella se iba para la iglesia, ya que era una fiel creyente, una vez Zoe enojada me tiro un verde con agua en la cara, era solo una niña de siete años y estaba ahí parada frente a mí mirándome y yo empapada de agua, yo no podía creer que salía de una casa meterme a otra peor, le dije que le iba a decir a mi tía y era como decirle nada, no le temía a nadie
esa noche llore amargamente, yo no podía irme a vivir sola, no tenía dinero para alquilar, comida y para que me cuidarán a Leonardo, además que estaba segura que lo que me pagaran no me ajustaría para nada, solo miraba a mi niño durmiendo sin saber nada del futuro, amanecía y era la misma rutina, la nuera de mi tía vivía a dos casas de donde ella y la muchacha que tenía se iba a ir, mi tía le dijo que yo le pedía ir a trabajar solo que hablara conmigo, todos tomaban decisiones por mi y yo aceptaba todo, nunca les puse un alto.
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