Una falsa calumnia de mi propia madre

Yo simplemente no podía creer lo que escuchaba y ella amenazaba con golpearme imaginando que yo había traicionado a mi hermana al meterme con su esposo, yo jamás imagine una cosa así, comencé a sentir como mi vientre se ponía duro y ella lloraba y gritaba que el hijo que yo esperaba era de mi cuñado que ella jamás me había conocido un novio, que le dijera la verdad o si no ella haría a hacerle un escándalo a mi cuñado a su casa para que todo mundo se enterara de la verdad, yo le pedía que se callara que nada de eso era verdad, ella se calmó y se fue para la cocina yo me acosté y me dormí, a la mañana siguiente me levante me bañe y me fui a mi trabajo, yo no tenía ni un dólar ahorrado, no tenía nada los días siguieron pasando y cuando ya me faltaba poco para dar a luz mi cuñado me dijo que ya no podría seguir trabajando que me fuera para mi casa, él no me pago los derechos que tenía, lo único con lo que yo contaba era con cien dólares y ya me faltaba poco para dar a luz, mi hermana mayor llegó a casa y me propuso que me fuera a vivir a la casa de ella, que allá estaría mejor y que yo le ayudara en los oficios de la casa, yo acepté sin ningún problema y nos fuimos, Marisol me regalo la ropa que no le quedaba a mi sobrino y así ya tenía algo yo para el bebe, una mañana de abril comencé a sentir dolores y le dije a mi hermana, rápidamente me dijo vamos para el hospital porque ya va a nacer el niño, y en efecto llegué al hospital me revisaron y me mandaron a caminar me ingresaron a las cuatro de la tarde y a las dos de la mañana estaba dando a luz a mi niño, se miraba tan sano, tan grande y comencé a darle pecho porque como no tenía dinero ni trabajo no podría ponerle biberón, además con lo exigente que era Víctor mi cuñado tenía que hacer lo que él me dijera, ya que vivía en su casa y dependía de ellos pensaban que el biberón podría enfermarlo.

Así pasaron los cuarenta días de cuarentena mi hermana no me dejaba hacer nada y yo queriendo ayudarle porque me daba pena que me vieran solo acostada pero de igual forma no me dejaba, pasé la cuarentena y ya después si le ayudaban con los quehaceres de la casa el niño comenzó a crecer y fue cuando mi hermana comenzó a preguntarme nuevamente por el papá del niño yo seguía dándole la misma versión luego ella me dijo que si alguna vez yo había tenido algo que ver con mi cuñado que el niño se parecía un poco a él, que ella no me creía la versión mía y comenzó a calumniarme diciéndome cosas, insinuandome que to tenía una relación con mi propio cuñado yo era demasiado tranquila y le contestaba que no, que yo nunca había tenido algo con él.

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