Una reunión que dejó más incógnitas que respuestas, solo hacia que la familia Lombardi, se confundiera más, nadie pensaría, que en medio de esta encrucijada el camino correcto sería indagar en esta historia inconclusa e imprevisible.
Después de escuchar todo, los tres hombres de la familia Lombardi, se disponían a salir del lugar, pero fueron retenidos, por una súplica que venía de aquel hombre, que había dicho muchas tonterías, o así lo pensaban ellos.
Pero, si lo pensamos bien, una persona solo súplica, cuando ya no le queda salido o estaba desesperado, serían capaces de cualquier cosa, por conseguir misericordia, pero que pasa cuando la otra parte, no pide por el, y más bien suplicaba por alguien más.
Demuestra lo importante que es esa persona.
- Esperen- dijo - solo les pediré, que protejan a Beatriz, cuando se enteren de la verdad, vean que no le e mentido, por favor, no la culpen por lo que hizo su madre.
Después de escuchar esto último abandonaron el lugar, sin dedicarle una palabra o mirada.
Aunque hayan dicho que lo que decía ese hombre, es solo una mentira, eso no significa que no les haya sembrado la duda, y para llegar a la verdad, y conseguir más pruebas para hacerle pagar a esa mujer por sus crímenes, tendrían que llegar al fondo de todo, aunque eso los lleve a más incógnitas no importaba.
- Frank, averigua todo de Silvia y su esposo, todo desde que se casaron, donde vivían, como vivían antes de que entren a trabajar con los Sandoval, y Dietrich, tu estas encargado de verificar los registros en el hospital, cuantos niños recién nacidos había en esa fecha en especial.
Estas fueron las órdenes del señor Marco Lombardi, tendría que verificar si lo que dijo era verdad, para no dejar cabos sueltos.
Así se retiraron del lugar, cada uno con sus respectivos tareas, y pensamientos que una vez más cambia el rumbo de una historia que había sido torcida y que de apoco esta poniendo cada cosa que tendría que ests el lugar que le corresponde.
Una vez más, las personas que parecían ser irrelevantes en el transcurso de la historia, ordenando las partes del rompecabezas.
...***************...
Por otro lado, los cuatro hijos de la familia Cardozo, regresaron a la mansión, después de pasar toda el día fuera de casa, llegaron muy cansados, aunque solo hayan estado dando paseos dentro de la ciudad, más para una persona tan frágil como Fernanda.
Pero son recibidos, por un atmósfera un poco fuera de lo común, sombrio se podría decir, pues la persona con la que se encontraron es el asistente personal de su padre.
- Buenas tardes- saludo el hombre, parecía estar sufriendo mucho, por lo que se le nota, en su actitud nerviosa.
- Buenas tardes Albert- saludaron los cuatro- papá, pidió que vinieras?- pregunto Isaac.
- No, es decir- parecía estar más nervioso e indeciso, lo que preocupó a los niños.
- Paso algo- pregunto palida Fernanda, pues al sentir la atmósfera poco común, no le da buen presentimiento.
Albert al ver a Fernanda pálida, recordó lo que le dijo la esposa del jefe, que no mencionara nada.
- No es nada- dijo apresuradamente- la señora y el señor, estarán de viaje por un tiempo, y me pidieron que les dijera que se quedarán bajo el cuidado del joven Nuñez, por eso he venido aquí, para recogerlos.
- No entiendo- pregunta algo desconfiada Carlotta- porque nos dejan al cuidado con el, si lo conocemos muy poco.
- Yo no sabría responderle señorita, estas fueron las órdenes dadas por la señora- respondió.
Esta mañana, su jefe salió pero no regresó, se perdió toda comunicación con el, nadie tiene novedades de él, desde hace ocho horas, aunque no comprende lo que estaba pasando.
En las primeras horas pensaron que no era nada de que preocuparse, pero después de que hayan encontrado su vehículo abandonado en la carretera, las cosas cambiaron.
El joven Nuñez, ofreció su ayuda para buscarlo, también se ofreció para cuidar de los niños, a lo que la señora no pudo negarse, además de pedirles que no le mencionara nada a sus hijos.
Por eso estaban en la situación actual.
Fernanda suspiro aliviada al escuchar las palabras de Albert, aunque todavía sienta que algo no anda bien.
- Estas son las cosas que pidió que prepararamos- dijo llegando una de las empleadas, que tenía las manos templando, al igual que el asistente parecía muy nerviosa.
Pero Carlotta, Catherine, Fernanda e Isaac, no lo notaron.
- Usted nos llevará- pregunto Catherine.
- Así es, yo me encargaré de llevarlos hasta la mansión de los Nuñez- respondió el mayordomo.
Así, dejaron la mansión, si saber, ni sospechar nada.
Mientras los empleados despedían a sus jóvenes jefes, oraban para que el señor Julio aparezca y que se encuentre bien, todos los empleados de la mansión aprecian mucho a la familia, quienes son muy amables y cariñosos.
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