CAPÍTULO 18

*********Daniel Martínez**********

Sé que no estoy siendo claro con ella, pero no quiero que ella me deje. Lo único que puedo hacer es tontear siempre que pueda hacer que mis sentimientos la alcancé. Pero quiero saber si ella siente algo por mí, comencé hablar como si ya tengo a otra mujer en mi mente. Por otra parte, no creí que ella lo aceptara con toda calma, ella estaría totalmente dispuesta a dejarme si ese fuera el caso.

Daniel: (molesto)- por quien me tomas, piensas que jugaría con los sentimientos de la persona que amo.

Emma: (finge indiferencia)- si es así… porque haces cosas conmigo, cuando ya tienes a una mujer. –(aprieta la

mano)- lo mejor sería que te casaras con ella y termines de una vez por toda esta relación sin sentido.

Daniel: una relación sin sentido… (toma su hombro girándola bruscamente al estar frente a ella, enfadado, dice)- crees que te mantendría a mi lado y te tocaría solo por ese contrato.

Emma: (molesta lo empuja)- aléjate de mí, no me toques. - (enojada grita)- Si tienes a alguien que te gusta, solamente deberías hacerle estas cosas a ella... - (llorando mientras arrugaba su camisa con la mirada abajo)- No soy un juguete personal con quien puedas desahogar tus deseos.

Admito fue mi error, no debí hablar como si tuviera a otra mujer, pero ella cada vez está siendo algo irrazonable.

Estoy tan cabreado que, si esto fuera cierto, ella me lanzaría a los brazos de otra. Estoy realmente desesperado, ella cree que la utilizo para desahogar mis deseos, entonces todo este tiempo pensó que la he visto de esa forma. Si no le digo hoy lo que realmente pienso, ella podría dejarme y tendría que casarme con otra mujer elegida por mi madre.

Mi esposa, mi mujer y la madre de mis futuros hijos solo puede ser ella, me volveré loco si ella me rechaza.

Daniel: (se pone encima de ella)- tú no eres mi juguete y no-

Emma: (trata empujarlo, pero él pone resistencia y enojada, explota sus emociones diciéndole)- MENTIROSO SOLO LO DICES PARA QUE NO ME SIENTA MAL… -(lagrimeando)- Cada vez que me besas y me tocas me dejo llevar. Es tu culpa que me haya acostumbrado a tu presencia, si no estás a mi lado no puedo dormir y me hace sentir extraña. Eres el único culpable al hacer que me sienta de esta manera tan desesperante.

Daniel: Tú no eres la única, si te vas de mi lado sin ti mi vida no será la misma … - (secando sus lágrimas)- Lo que acabaste de decir lo tomaré como una confesión. Dijiste que esto debería hacerlo exclusivamente con la persona que amo… bien, pero ya lo hice, ahora lo que voy a realizar será únicamente con mi mujer y mi futura esposa. - (Desato el lazo de su bata, pero ella lo detuvo con su mano).

Emma: (sorprendida tartamudea)-Es-Espera… estás apresurando las cosas. -(nerviosa)- Esta es mi primera vez.

Daniel: Lo sé… Pero he esperado lo suficiente, todos estos años la única mujer que he tocado ha sido tu Emma. Nunca he estado con nadie… (se quitó la camisa del pijama diciendo)- además es imposible no pienso esperar ningún minuto más, te deseo Emma.

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Ella se había quedado estupefacta mirando cada centímetro del cuerpo de Daniel, avergonzada y con el corazón que le latía a mil, tímidamente desvió su mirada, pese a que mordía su labio inferior. Daniel sonrío al ver su reacción, poso encima del colchón una mano, al tiempo que con la otra tomaba el rostro de Emma diciéndole.

Daniel: Estaba viendo mi cuerpo detenidamente, esta noche podrás ver y tocar todo lo que tú quieras.

Daniel comenzó con un beso apasionante para después besar en cada rincón de su cuerpo, al tiempo que, ambos fueros quitándose las prendas hasta quedar completamente descubierto. Cada vez sus cuerpos sentían que quemaban, en cada toque y caricia que ambos se hacían. Él estaba preparándola para ingresar haciendo que ella gimiera y se estremeciera con los toques de sus dedos, al sacar los dedos sus flujos se deslizaban por su mano.

Tomando su miembro lo coloco en su entrepierna, empujando hacia dentro lentamente, ella se estremeció del dolor y se aferró de su cuello, apretando su dentadura fuertemente mientras que sus lágrimas salían sin cesar. Empezó a mover su cadera de adentro hacia afuera, a medida que ella iba sintiendo placer, él aceleraba poco a poco. Su embestida se iba incrementando a medida que ella gemía y ponía una cara totalmente provocativa, generando una contracción en su miembro y así continuaron hasta que amaneciera.

********Emma Rodríguez******

Al despertarme eran las 9 de la mañana, aún tenía mucho sueño, pero el rayo del sol de la mañana me despertó porque apuntaba hacia mis ojos. Cuando abrí la vista, lo primero que vi fue el pecho descubierto de Dani, mientras que, mis manos posaban en él. Luego al levantarme un dolor punzante me hizo quejarme al tocar y ver mi cuerpo completamente desnudo. Recordé como un flash lo intenso que fue en la cama esta madrugada, avergonzada rápidamente recogí mis ropas que estaban esparcidas alrededor de la cama y caminé con dificultad hacia el baño.

A la mitad de la ducha de Emma, al cerrar la llave, la puerta se abre, dejando ver a un Daniel sin ropa y con la mirada enojada mientras se dirigía hacía a ella. Emma se sorprendió y comenzó aventarle las cosas diciendo que saliera del baño mientras se cubría con la toalla que había agarrado. Al ver que no había nada que aventarle comenzó a ponerse nerviosa retrocediendo.

Daniel: (evitando las cosas mientras avanzaba)- Quien dijo que podías salir de la cama.

Emma: (sonrojada)- N-No te acerques, desvergonzado.

Daniel: ¡¿Desvergonzado?! Ja… - (tira de la toalla hacia un lado)- ahora somos dos. De ahora en adelante te bañarás conmigo.

Abre la llave del baño empujándola hacia el chorro de agua, casi acabado de bañarse los dos. Mientras que él miraba su cuerpo, la abrazo susurrándole al oído.

Daniel: (voz seductora)- Anoche estabas exquisita. - (mordiendo su oreja)- que quiero hacerlo de nuevo.

Emma: (su rostro estaba sombrío para pasar a uno seductor) Cariño- (agarro su rostro como si fuera a besarlo, cuando estaba cerca de sus labios le jalo de la oreja diciendo)- tendrás que resolverlo por tu cuenta, por tu culpa me duele mucho el cuerpo.

Daniel: (quejándose de dolor)- Auch, Auch… duele solo bromeaba. –(en voz baja quejándose)- pero quien era la que se aferraba anoche.

Emma: (roja al recordar fulminándolo molesta)- Tú

Daniel: Está bien, es mi culpa- (la toma en su brazo diciendo)- vamos a vestirnos para ir a la casa de mis padres.

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