Capitulo 19

Luego de todo lo ocurrido le pedí a Alejandro que me llevara a mi casa, no hubo ni una sola palabra durante todo el camino, al llegar él me acompaño a adentro.

- Alejandro no tengo cómo agradecerte lo que hiciste... si no hubieses llegado... él.... - mis palabras se entrecortaron

- Tranquila ya pasó, él pagará te lo aseguro, nunca dejaría que alguien tr lastimara.

- Estoy bien gracias a tí - me acerqué a él y besé su mejilla, él se apartó disimuladamente

- Será mejor que me vaya.

- Espera por favor, quédate, te lo pido, no quiero estar sola!

- Claro, me quedaré aquí.

- Gracias.

Él se acomodó en el sillón y yo subí a mi habitación, me deshice de los tacones y sin desvestirme me arrojé en la cama, con dificultad me quedé dormida.

Sueño....

""Abrí mis ojos y me encontraba atada de manos y pies en una cama, miré mi cuerpo y estaba completamente desnudo, comencé a gritar pidiendo ayuda, pero no hubo respuesta, la puerta de la habitación se abrió y entró Esteban con una sonrisa - grita todo lo que quieras querida que nadie te escuchará - me dijo entre risas - ahora sí serás mía - quitó su ropa y se posó sobre mí, sin poder moverme me penetró con fuerza, comencé a llorar y a gritar tanto como pude""

- No por favor para!!.... NO SIGAS!! ME LASTIMAS!!! NOOO!!!

No sabía que estaba gritando de verdad, solo sentí la voz de Alejandro despertandome.

- Gabriela!!... Gabriela despierta!!!

Abrí los ojos exaltada y sofocada, toqué mis mejillas y estaban húmedas "estaba llorando".

- Él está aquí, no dejes que me toque!!

- Calmate, fue una pesadilla, aquí solo estoy yo contigo.

- Abrázame por favor.

Él se sentó en la cama y yo me recosté en su pecho, deslizó sus brazos y me envolvió en un abrazo, sentir su corazón latir me calmó en un instante.

Me incorporé y lo miré a los ojos, esos hermosos ojos que me miraron fijamente, aproximé mis labios a los suyos y pude respirar su respiración.

- Que haces?

Me pregunta claramente confundido, pero lo ignoro y pego mis labios a los de él, lo necesitaba, él poco a poco correspondió el beso, pero se separó de mi levantandose de la cama.

- Espera Gabriela, ya pasamos por esto, porque lo vuelves a hacer? acaso no te das cuenta de que esto me lastima?

Se escuchaba dolor en sus palabras, a gritos quería decirle que me había enamorado de él, que sentía mucho haberlo alejado y que me moría del coraje de saber que ahora le estaba dando su amor a otra mujer.

- Fue un error quedarme, lo siento Gabriela...

Cuando estaba a punto de abandonar la habitación lo tomé del brazo y lo hice regresar a mí.

- Por favor deja que me vaya, dime que es lo que quieres con esto?

- A ti...

Lo atraje mas a mí y volví a besarlo, esta vez me correspondió de inmediato, ese beso estaba lleno de ternura, de amor, me llenaba de felicidad, se separó nuevamente, pero para ser él quien me besara ahora, el beso se fué alargando y llenando de pasión, bajó sus manos a mi espalda y me aferró a su cuerpo, mis manos jugaban con su sedoso cabello, lentamente nos fuimos acercando a la cama, delicadamente fue quitando mi ropa y yo hice lo mismo con la suya, su cuerpo era exquisito, natural, para nada trabajado, entre besos quitó mi ropa interior y me recostó suavemente en la cama, no hubo ni un solo rincón de mi cuerpo que no besara, era tan exitante y placentero, su tacto era tan suave, como si en vez de tocarme a mi lo hiciera con una rosa, de mis labios bajó a mi cuello, donde lamió y mordisqueó con suavidad para no lastimarme, mis gemidos eran inevitables, se sentía maravilloso, con su legua siguió su camino hasta mis pechos, los tomó con sus manos y los apretó con delicadeza, luego los metió a su boca y los saboreó con pasión, yo solo me aferraba a las sábanas y me retorcía del placer, sus besos húmedos llegaron a mi intimidad, la besó y con su lengua jugueteó en ella, hizo mil figuras, no me aguantaba mas y me vine en su boca, me estaba saboreando con tanto gusto, que cosa mas deliciosa, humedeció un par de sus dedos y los introdujo en mí, los movía al son que me besaba, me estaba enloqueciendo, rápidamente me levanté y cambié los papeles, le arrebaté su boxer dejandome ver su miembro erecto, se veía tan apetecible, esto nunca lo hice, pero ese amigo me llamaba, lo tomé en mis manos y comencé a acariciarlo, Alejandro solo cerró los ojos y yo me deleité, con la punta de mi lengua comencé a saborearlo y poco a poco lo introduje en mi boca, subía y bajaba lento y constante, él gemía y eso me exitaba más, porque sabía que le estaba dando placer, así que aceleré mis movimientos, hasta que sentí un líquido espeso derramarse en mi boca, lo saborié y con malicia me lo tragué, que rico, subí de nuevo a su boca sin bajarme de encima de él, su miembro rozaba mi intimidad y eso me volvió loca, lo ubiqué con mi mano justo en la entrada y fuí bajando lentamente hasta que entró en mi en su totalidad, comencé a menearme lentamente sin dejar de besarlo, el me tomó de la cintura y guiaba mi ritmo, luego de un par de minutos se levantó conmigo dejandome abajo de él, me miraba y sonreía, llevó mis pechos a su boca y aceleró las penetraciones, no paraba de gemir y retorcerme, es la mejor sencación que he sentido, me besaba, chupaba, lamía, me hacía de todo, sentirlo dentro de mí era lo mejor, no lo soporté más y me vine por segunda vez, mojandolo todo, segundos después se vino él y se tumbó sobre mí acurrucando su cabeza en mi cuello, instintivamente lo abrecé y nos quedamos así unos segundos, "así que así se siente hacerlo con amor!", luego salió de mi y se acostó a mi lado, pasó su brazo detras mío y me abrazó, nos besamos sin decir ni una sola palabra, no hacía falta, así desnudos y entrelazados nos quedamos dormidos.

Alejandro

Esta sin duda ha sido la mejor noche de mi vida, luego de lo ocurrido en la discoteca la llevé a su casa, me pidió que me quedara y eso hice, aunque lo negara no deseaba dejarla sola, me dormí en el sofá de la sala, pero minutos después los gritos de Gabriela me despertaron, estaba confundido, pero rapidamente subí las escaleras y entré en su habitación, lo que imaginé, estaba teniendo una pesadilla con aquel hombre, la desperté y ella no paraba de llorar, la calmé y le di un abrazo que ella me pidió, sin esperarmelo me miró a los ojos y se fue acercando a mis labios, me sentí acorralado pero ya ella me estaba besando, esos dulces labios me dominan, otra vez la misma historia, me separé de ella y me entristecí mucho, justo lo que quería olvidar estaba pasando de nuevo, traté de irme pero ella lo impidió, me sentía enfadado conmigo mismo, por ser tan débil ante ella, le pregunte que que era lo que queria con esto, y su respuesta fue "a ti", eso me idiotizo, como la odio, ne beso y yo no me pude controlar mas y le seguí el juego, luego me separé y fui yo quien la besé, esto es todo, mi debilidad es ella, el beso se fue alargando y se volvió apasionado, terminamos haciendo el amor, sí el amor, porque la amo y con su entrega ahora sé que ella siente igual, después de ese acto tan bonito nos quedamos dormidos abrazados.

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