Capitulo 12

Alejandro

Mi tío Emiliano me llamó bien temprano en la mañana para que me presente en una reunión a las 9:00a.m. le dije que llegaría un poco mas tarde porque estaba terminando de organizarme.

Había vivido toda mi vida en Venecia y mi tío ha velado por mí siempre ya que nunca conocí a mis padres, hace unos días me llamó anunciandome su retiro y me pidió ocupar su lugar en la empresa, al principio me negué, pués tengo mis propios negocios, pero él sabía que terminaría aceptando, organicé mis empresas y dejé a cargo de todo a mi mejor amigo Fabrizzio.

El exagerado de mi tío ya había comprado una mansión para mí a las afueras de la ciudad, él estaba seguro de que yo aceptaría, llegué anoche muy cansado y solo me tiré en la cama a dormir, me levante algo temprano para dejar todo organizado antes de ir a la empresa, al dejar todo listo me duche y cambié, tome las llaves del auto y conduje a la empresa con el gps, aún no conozco la ciudad, al llegar le dije a la secretaria de mi tío que me anunciara con él, ella no dejaba de mirarme y eso me causó algo de gracia, entré a la sala de juntas y salude de la mano a cada miembro en la mesa, hasta llegar a una hermosa dama, la más hermosa que he visto, tomé su mano y la besé como todo un caballero, su piel piel tan suave y con ligero olor a frutas me deleitó, ella debe ser la mujer sobre la que no deja de hablar mi tío, espero sea todo lo que dice y mucho más.

Acabó la reunión y hablé unos minutos mas con mi tío, cuando me dirigía a la que sería mi oficina escuche la voz sobresaltada de una mujer, no pensaba tolerar escandalos en la empresa, así que necesitaba ver de quien se trataba, noté una puerta entreabierta y me asomé, para mi sorpresa se trataba de la misma chica discutiendo con uno de los socios, evidentemente eran pareja, me sentí furioso y decepcionada de que ella tuviera novio, aunque era ilógico que estuviera sola, si es preciosa y tiene un maravilloso cuerpo que volvería a cualquier hombre loco, los interrumpí cuando él la iba a besar y llamé su atención, luego de un rato ella se acerco a mi oficina, no sé si a disculparse o a explicarse, pero no queria oir nada que tuviera que ver con su relación, así que no la deje hablar y le pedí que se retirara.

Gabriela

Estaba tan enfadada con el señor Irazabal, una cara de ángel con caracter de demonio, traté de explicarle que había malinterpretado la situación, pero el muy idiota ni me dejó hablar, me fuí a mi oficina y me encerré, decidí no darle más importancia al asunto y me senté en mi escritorio para comenzar a organizarme, llegó la hora de salida y Angela me esperaba en el auto.

- Y que amiga como te fue con el jefazo? le pudiste aclarar todo?

- Si claro como no, hasta nos hicimos los mejores amigos - dije con sarcasmo - el muy idiota no me dejó hablar y hasta me sacó de su oficina

- Si que es un idiota, bueno amiga, que él se de cuenta solo.

- Así es, me deberá una disculpa para entonces.

Arrancamos en el auto para la casa, decidí quedarme a vivir con Angela, no quería estar sola, que tal si a Esteban se le daba por buscarme, esa advertencia que me hizo antes de irme me puso muy tensa, y pués aparte de eso, Angie tampoco me dejaría ir, preparamos entre las dos una rica cena y luego nos fuimos a descansar, caí rendida, que puedo decir, mi día estuvo lleno de emociones fuertes.

sonó mi alarma a las 7:00a.m. como de costumbre, desperté, tomé una ducha y baje a desayunar, como cosa extraña Angela tenía rato de haber despertado, madrugadora ja ja ja, me acompaño en el desayuno y nos fuimos a trabajar.

Al llegar a la empresa me fuí directo a mi oficina, quería ponerme al corriente con mis deberes y empezar a demostrar mis destrezas para callarles la boca a los que dudaron de mí, estaba sumida en mi trabajo hasta el punto de no darme cuenta que Angela estaba parada frente a mí muy sonriente.

- Disculpe señorita Robechi, pero el presidente de la empresa está afuera y demanda verla - su formalidad me causó tanta gracia que me eché a reir.

- Hágalo pasar Angela - le dije burlona.

- Con permiso - salió riendo.

Al momento de ella salir, entró aquel hombre, le pedí que tomara asiento y él lo hizo de inmediato, comencé a hablar.

- Buenos días señor Irazabal, que lo trae por acá?, espero sea importante porque estoy llena de trabajo - le dije con mucha seriedad, lo trataría igual que él me trató a mí, pero lo que dijo a continuación me sorprendió.

- Gabriela Robechi no? - asentí - Quería disculparme contigo por el comportamiento que tuve ayer, estaba molesto ya que nunca he tolerado escenas así en ninguna de mis empresas y esta no será distinta, creo que ambos nos dimos una muy mala primera impresión, solo te voy a pedir que por favor no vuelvas a traer los problemas que tengas con tu novio a ls empresa, sé lo mucho que te aprecia mi tío y no quiero ponerle quejas tuyas - sonaba tan dulce y calmado, era mi oportunidad para aclarar todo.

- Acepto tu disculpa y tú acepta la mía por ese espectáculo, quiero aprovechar que estamos hablando de este tema para aclararte algo - tomé aire y seguí - Yo no tengo novio y si lo tuviera te aseguro que no sería él, él es un hombre casado y está esperando un hijo con su mujer - veo como sus hermosos ojos se abren de par en par, claro, ahora de seguro piensa que soy su amante - Sé lo que estas pensando y no!, no soy su amante, escucha, él y yo tuvimos una relación hace más de un año, al principio todo fue felicidad, pero luego me enteré que todo había sido un engaño, me lastimó mucho, en fin, me fuí a Los Angeles y viví con mi primo durante un año, el señor me llamó porque me necesitaba y pués aquí estoy, sabía que volvería a verlo, pero nunca pensé que él se atreviera a acercarse a mí después de lo que me hizo, si no me crees preguntaselo a tu tío - no se porque le dije todo eso, pero de verdad me reusaba a que él pensara mal de mí, además odiaba la idea de que él me viera como la novia de ese maldito ser.

- No sé que decir, me dejas sin palabras, todo pensé menos eso, no lo sabía, disculpame, además no puedo creer que alguien haya sido capaz de lastimarte, se nota que eres una gran mujer, mi tío tiene razón en todo lo que dice tí- me dio un poco de pena, pero se escuchaba sincero, ahora se veía hasta algo afectado con lo que le conté

- Tranquilo, no tenías porque saberlo, es más no se ni porqué te lo conté, no suelo hablar de eso, es solo que te estabas haciendo ideas de mi que no son y quería dejar todo claro, ayer intente explicartelo pero te cerraste, que bueno que hoy viniste tú, me siento mas aliviada.

- Que pena de verdad, yo soy muy estricto, pero jamás grocero, y sé que ayer lo fuí contigo, disculpame, si me lo permites me gustaría ser tu amigo, en fin, trabajamos juntos y nos estaremos viendo siempre, que dices? -me extiende la mano y yo la tomo.

- Si claro, yo no tengo ningun problema, amigos entonces.

Salió de mi oficina y seguidamente entró Angela.

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