Capitulo 8

En la habitación....

Toc toc toc

- Adelante - dice la enfermera, al entrar mi amiga ella se retira.

- Gabi mi amor como estas? que pasó? y el bebé?

- Hay amiga......- comencé a llorar desconsoladamente, ella se acerco y me abrazo - el dolor que siente mi alma es más fuerte que el que siente mi cuerpo, mi bebito se ha ido - me atraganté con las lágrimas y Angie empezó a llorar tambien - lo perdí...

- Cuanto lo siento mi Gabi, sé lo que ese bebito significaba para tí - secó sus lágrimas - cuando Esteban lo sepa...

- Nunca más me menciones el nombre de ese maldito... todo esto es su culpa - ella me miró con confusión y yo le conté lo sucedido horas antes - Júrame que nunca nadie sabrá que yo le iba a dar un hijo a ese infelíz, nadie.

- Que desgraciado, tranquila amiga, todo va a estar bien, yo estoy aquí contigo, te lo juro - me acurruqué en sus brazos y luego de tanto llorar me quedé dormida.

Me dieron de alta al día siguente, no quería estar sola en mi casa así que Angela me dijo que me fuera a vivir con ella y yo acepte sin dudar, a los pocos días vendí mi casa y me mudé, el señor Bustamante me dió unos días libres mientras me recuperaba, él sabía toda la historia, aunque nunca le dije quien era mi novio, me daba pena, organicé las pocas cosas que me llevé a casa de Angie en mi nueva habitación, me traía paz vivir con ella y estar en su compañia.

Durante esos días me la pasé viendo películas, casi todas de amor, creo que para torturarme, Angela pasaba peleando conmigo por eso, la depresión me estaba matando, hasta que decidí salir a caminar para distraerme en otra cosa, pasé por un puesto de revistas y compré una para entretenerme, me senté en una banca del parque a leerla, que suerte!, lo primero que leo es el encabezado de una noticia que ha causado bastante revuelo "La hermosa modelo internacional Samantha Evans contraerá matrimonio con el guapo y exitoso empresario Esteban Montalvo" se me hizo un nudo en la garganta, como fue capaz de engañarme así, arranque a llorar y rompí la revista en pedazos.

Una semana después.....

Hoy debo regresar a la empresa y Angela va conmigo.

- Tienes que ser fuerte amiga, trata de ignorarlo aunque te duela y ni se te ocurra demostrarle que te lastimó, ten orgullo y no lo enfrentes, no vale la pena.

- Te lo prometo Angie. - nos dimos un abrazo y nos fuimos a trabajar, no pasó mucho tiempo cuando lo tuve frente a mí.

- Buen día Gabriela, anúnciame con Emiliano por favor - su voz era tan indiferente, no tiene sentimientos

- Señorita Robechi para usted señor, sígame por favor

Le hablé tan serio como pude para no llorar, entré a la oficina del señor y le dije que el señor Montalvo lo buscaba, él me dió órdenes de hacerlo pasar y eso hice, salí y corrí al baño, lave mi cara en el fregadero y me miré al espejo, lágrimas empezaron a brotar de mis ojos sin control, allí comprendí que no podía seguir en la empresa, no podría soportar trabajar y verlo a él, no solo habian jugado con mis sentimientos, sino que tambien había perdido a mi bebé por el mismo hombre, sequé mis lágrimas con enojo, "esta será la última vez que derramo una lágrima por él, y en este momento cierro mi corazón al amor para siempre, lo juro".

Estuve pendiente de Esteban hasta que se fue, necesitaba hablar con el señor y comentarle mi decisión, me dirigí a su oficina y toqué la puerta.

- Puedo pasar señor?

- Adelante hija mía, en que te puedo ayudar?

- Necesito hablarle de algo, pero no sé como lo vaya a tomar.

- Cuéntame lo que quieras hija mía, toma asiento - respire hondo y comencé a hablar.

- Señor usted sabe lo mucho que yo confío en usted, sabe todo lo que pasé esta última semana, pero no le comenté quien era el hombre que estaba conmigo, no se lo dije antes porque me daba pena, pero realmente ya no me importa - tome aliento y seguí - ese hombre es Esteban Montalvo su socio, se lo que piensa y se que no debí, pero yo no lo pude evitar y lo siento, pero lo más importante que necesitaba decirle es que tome la decisión de dejar la empresa, no soporto estar cerca de él, me lastima demaciado, necesito sanar para seguir con mi vida, fueron dos golpes muy duros para mí y espero que me entienda y acepte mi renuncia - le entregue mi carta y él la rompió

- No voy a aceptarla, tomate todo el tiempo que necesites y vuelve cuando te sientas preparada, durante tu ausencia te pondré un reemplazo que estará aquí hasta tu regreso - me hizo sonreir, él es sin duda un padre para mí

- No sabe cuanto se lo agradezco, sobre todo su comprensión, lo quiero mucho, de verdad gracias - me acerqué a él y nos dimos un abrazo

- Cuidate mucho hija mía y no dejes de llamarme.

Cerré la puerta de su oficina y fuí hacia Angela, le conte las decisiones que tomé y ella me apoyó en todo, la amo, no sé que sería de mí sin ella.

- También estoy pensando en irme de la ciudad, en estos momentos San Francisco no es para mí, todo me lo recuerda y escuché que la boda será aquí, te imaginas ver eso, no lo soportaría.

- Si claro Gabi te entiendo, yo haría lo mismo, aunque eso sea huir, pero hay que sanar y tu tienes muchas heridas abiertas, y a donde piensas ir?

- Tengo un primo en Los Angeles, pienso ir con él, y porfa que no lo sepa nadie.

- Por supuesto amiga, cuidate mucho sí, ah! y procura nunca dejar de comunicarte conmigo.

- Obvio que no - la abracé y nos despedimos.

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