¿Nos encontraron?

Era de tarde y yo aún no salía del trabajo cuando me habla mi suegra desesperada

📞 Teodora: Chave, cuando salgas de trabajar no te vayas a ir a la casa, ven para el hotel que está cerca de donde trabajas, el hotel se llama Las Rosas

📞Isabella: ¿Están bien?¿Por qué?¿Qué pasó?

📞 Teodora: Te acuerdas de Silvia la esposa de Pablo, no se cómo le hizo, pero sabe que vivimos en Baja California y nos está buscando, amenazó a Jack (hijo de Teodora), y ya viene en camino con Helen (esposa de Jack) y Evelin (hija de Jack y Helen), porque los amenazaron de que los matarían, empacamos alguna ropa tuya y de Gabi, pagamos la estancia en el hotel por 8 días, el número de cuarto es el 284

📞 Isabella: Ok gracias, en cuanto salga del trabajo me voy para allá

Cuando salí del trabajo inmediatamente fui al hotel donde estaban, pregunté a la recepcionista por el cuarto y subí, toque la puerta, me abrieron y pase, ahí estaba don Joaquín, doña Teodora y Gabi, me sentí tranquila al ver a Gabi, pero tenía miedo, cómo rayos sabían donde estábamos, como nos habían localizado, bueno aunque no del todo, sabían que vivíamos en Baja California, pero no sabían en donde exactamente.

A los 3 días de haber llegado al hotel, Jack, su esposa y su hija llegaron, mis suegros habían rentado un cuarto en el hotel que era muy grande tenía varias camas y un baño.

Pasaron varios días y aún seguimos en el hotel, llevábamos ya 7 días, y nos llamaron por teléfono... al teléfono de mi suegra, yo lo conteste porque ella se estaba bañando y me dijo que contestara, era un número desconocido...

📞 Silvia: Bueno...

📞Isabella: Bueno, si ¿quién habla?

📞 Silvia: Hola cariño, habla Silvia, ¿me recuerdas?

📞 Isabella: ...Si (me quedé atónita, no le pude contestar nada más)

(en ese momento salió mi suegra del baño y puse el teléfono en altavoz)

📞 Silvia: Mira escúchame bien, quiero que me paguen el dinero ahorita mismo si no quieren que los vaya a buscar, ya estoy en Baja California y los voy a encontrar, supe que Jack también se vino para acá, porque creo que le di miedo... (dijo riendo)

📞 Isabella: Pero Silvia, nosotros no tenemos el dinero, cuando nos mandaron las cosas de Josué no venía ese dinero, se perdió o se lo robaron, por favor entiende

📞 Silvia: Peno nada, no me importa si venía o no, ustedes me van a pagar el dinero si o si, Josué era el encargado de ese dinero y no lo cuido, así que o me devuelven ese dinero o los busco y yo misma los mato, decide cariño...

(mi suegra le contesta a Silvia)

📞Teodora: A ver Silvia cuántas veces te tenemos que explicar que no llegó el dinero, no lo tenemos y nunca lo tuvimos

📞 Silvia: No me importa, solo quiero que me paguen o van a sufrir de una vez se los advierto, ustedes deciden cariño, yo que tú empezaría a pagar ese dinero, porque sino algo muy malo va a suceder...

(mi suegra colgó, pero Silvia ya tenían él número)

No se que íbamos a hacer, no podíamos estar toda la vida huyendo de ellos, teníamos que encontrar una solución, días después nos mudamos a una ciudad distinta, pero sin salir de Baja California, rentamos una casa de dos pisos, tenía de 4 habitaciones, dos baños y un patio muy grande, mandamos a un camión de mudanza a qué trajera las cosas de la casa, días después ya estábamos instalados en la nueva casa.

Me cambié de trabajo de nuevo, pero trabajaba en la misma compañía de restaurantes, ya no salíamos mucho por miedo a que Silvia nos encontrará, mi suegra recibía llamadas diariamente de Silvia, cambió su número de teléfono y eso acabó, pero sabíamos que Silvia no dejaría de buscarnos. Pasaron los meses y mi cuñado Jack y su familia se regresaron a Michoacán, al regresarse ellos, estarían en peligro porque talves Silvia ya estaba también en Michoacán, pero no querían estar con nosotros, días después Jack hablo muy asustado con mi suegra y le dijo que Silvia había ido a sus casa y lo había vuelto a amenazar y ahora llevaba una arma consigo, Jack le dio las escrituras de un terreno que él tenía, costaba aproximadamente como medio millón de pesos, que equivaldría como a 25 mil dólares, con eso Silvia se calmo y dejo de amenazarnos, por ahora.

Al pasar del tiempo decidimos empezarle a pagar a Silvia entre toda la familia, mis suegros y sus hijos le mandaban dinero a Silvia cada mes; nos volvimos a mudar a la casa de mis suegros y ahora todos estamos un poco más tranquilos porque Silvia ya no nos amenaza, ya estamos más seguros.

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