Nos tienen vigiladas

Después de leer la carta que mando Josué, se la enseñe a doña Teodora, ella me dijo que no me preocupara que no pasaría nada. Seguimos haciendo nuestra vida normal, llevaba a Gabi al preescolar todos los días, ella no quería quedarse, porque no quería estar lejos de mi lloraba mucho cuando la iba a dejar, entonces decidí trabajar ahí cocinando para los niños del preescolar, Gabi estaba feliz de verme cerca todos los días, yo también estaba tranquila por estar con ella y ver qué hacía en el día, hasta que un día comencé a ver a dos hombres y una mujer que todos los días venían y se paraban afuera de la escuela desde que empezaba el horario escolar hasta que terminaba, le conté a doña Teodora, y solamente me dijo que los cuidara para ver qué hacían, también les reporte eso a la escuela, pero no hicieron caso, me dijeron que talves esperaban a un niño.

Ultimamente he estado muy preocupada, todos los días veo a esos dos hombres y a la mujer parados afuera de la escuela, visten siempre con ropa oscura y traen lentes negros, no se que hagan aquí es algo raro. Cuando espero a Gabi siempre la llevo de la mano e inmediatamente nos vamos para la casa de mis suegros, pero he notado algo últimamente, esos tipos que espían la escuela, siempre que sale Gabi de su salón no le quitan la mirada, también cuando nos vamos de regreso a casa, se nos quedan viendo fijamente, no se que esté pasando, pero me está empezando a dar miedo.

Josué sigue mandando cartas, diciéndonos que está bien, y que nos cuidemos, doña Teodora también está preocupada por lo que últimamente ha estado pasando en la escuela donde va Gabi, los dos hombres y la mujer nunca se van, siempre espían la escuela

Isabella: Doña Teodora, esto ya me está preocupando, esos hombres y esa mujer están todos los días ahí y los he estado vigilando y no van a esperar ningún niño (le digo asustada)

Teodora:No lo se, pero no debe ser nada grave, está bien, no te preocupes

Isabella: ¿Cree que sea Silvia la esposa de Pablo que quiera el dinero?

Teodora: Pues aunque lo quiera, nosotras no lo tenemos

Cada día me preocupaba más, esos tipos empezaban a señalar a Gabi cada vez que la veían murmuraban, un día cuando íbamos de regreso a casa, vi que los tipos nos empezaron a seguir, eso ya no me estaba gustando, camine rápido a casa con Gabi, cerré el portón y le puse seguro, entre a la casa y también le puse seguro a la puerta delantera y trasera, llegué muy asustada y doña Teodora está sentada viendo la televisión.

Teodora: ¿Qué pasa?¿qué tienes?¿por qué me pones seguro a las puertas?

(no le contesto y solo cierro las puertas y ventanas muy asustada)

Teodora: Dime qué pasa (me dice con un tono de voz más fuerte)

Isabella: Doña Teodora, tengo estoy asustada

Teodora: ¿Pero por qué?

Isabella: Cuando veníamos de regreso dos hombres y una mujer, los que siempre están afuera de la escuela, nos venían siguiendo, no se que querían hacer, ya le puse seguro al portón, a las dos puertas y ventanas

Teodora: No creo que entren, nada más te querían asustar, no te preocupes

Los siguientes días doña Teodora me acompaño al preescolar y se quedó conmigo y cuando salia Gabi regresábamos a casa, doña Teodora pudo ver también a los dos hombres y la mujer que todos los días se pasaban parados viéndonos.

Pensamos que ya no harían nada más hasta que un día... eran aproximadamente las 5 de la tarde, estaba cambiando a Gabi de ropa, cuando la termine de cambiar, mire hacia la ventana de mi cuarto, por qué vi una silueta pasar, en la casa solo estamos doña Teodora, Gabi y yo, no podía ver nadie más, me asome por la ventana y vi que un hombre estaba escondido detrás de un árbol que había en el patio de la casa, salgo apresuradamente del cuarto y le pongo seguro a las puertas y todas las ventanas, también cierro las cortinas y apago las luces que están prendidas, después cargo a Gabi y voy hacia el cuarto de mi suegra, paso sin tocar, cierro la puerta y le pongo el seguro.

Isabella: Doña Teodora, perdón por no haber tocado la puerta pero... (le digo casi susurrando y ella me interrumpe)

Teodora: ¿Por qué hablas así? casi no te escucho

Isabella: Bajé la voz, hay un hombre el patio escondido en un árbol, le puse seguro a las puertas y ventanas apague las luces y cerré las cortinas (le dije de nuevo susurrando)

Teodora:Pero que dices, no se pueden meter

Isabella: De verdad, créame, véalo usted misma, asomese por su ventana, detrás del árbol de limón están el hombre

(doña Teodora ve hacia él árbol y cierra la cortina rápidamente)

Teodora: ¿Pero que está haciendo aquí?

Isabella: No lo sé, pero creo que lo reconozco, es uno de los hombres que esta en la escuela todos los días

Teodora: ¿Que es lo que querrá?

Isabella: Yo creo que talves pueda ser uno de los empleados de parte de Pablo, si lo es así deben de querer el dinero, pero de donde lo vamos a sacar, si nosotros no lo tenemos

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