Viviendo con él

No sabía cómo tomarían esto mis suegros, yo iba interferir en sus vidas...

Al pasar dos días Josué era muy cariñoso como siempre y veíamos película, me encantaba estar con él, dormíamos juntos.

Josué: Buenos días flaquita (me dice cuando apenas nos vamos despertando)

Isabella: Hola mi amor buenos días ¿como dormiste? (le doy un beso)

Josué: Contigo a mi lado siempre voy a dormir bien, ven vamos a desayunar, ¿qué se te antoja?

Isabella: Mm.... no sé ¿a ti que que te antoja?

Desayunamos unos omelettes, después vimos la televisión y después él se fue a trabajar (trabajaba manejando un camión y regreso muy pronto, como a las 4 horas, para la comida)

Josué: Hola flaquita, ¿qué vamos a comer?

Isabella:Hola mi amor, hice unas enchiladas, ¿ como te fue en el trabajo?

Josué:Mm... que rico, me fue bien, regresé pronto es qué quería estar contigo

Isabella:Yo también mi amor, ya quería que vinieras

Vamos a comer y cuando terminamos fuimos a ver la televisión y cuando la estamos viendo...

Josué:Te amo (me dijo al oído)

Él me agarra de la cintura y me comienza a besar, ese beso es tan apasionado, que me siento en sus piernas frente a él, me toma de las piernas y me carga, apaga la televisión y nos dirigimos a su habitación, al llegar a ella, me pone en su cama y me sigue besando, él para de besarme un momento y se quita su playera, después el me comienza a desvestir poco a poco me quita mi pantalón, después mi blusa y yo le quitó su pantalón, quedando él solo en boxer, me recuesto en la cama y él me quita el brassier, me empezó a tocar y a besarme, después se quitó el boxer, estaba totalmente desnudo, y lentamente me quito mi ropa interior, y tuvimos relaciones sexuales, yo era virgen, está era mi primera vez, no sabía lo que se sentía, yo me entregue, siempre dije que si me entregaba a alguien en cuerpo y alma es porque con esa persona iba a estar por el resto de mi vida, ya había encontrado a lo que llaman mi media naranja, lo amaba de verdad, y quería estar con él para siempre...

Al pasar los días Josué iba al trabajo, yo lo esperaba para comer y casi a diario teníamos relaciones sexuales, sus papás aún no llegaban y cuando el se iba al trabajo yo me quedaba completamente sola.

Josué había cambiado y se había vuelto enojon y celoso, ya se había ido al extremo, ya no me dejaba salir con mis amigas, y ni si quiera me dejaba salir al patio de su casa, su casa tenía mucho patio era muy, muy grande, y tenia arena, así que si yo me salía al patio se iban a ver las pisadas y se daría cuenta de que me salí, no se en que momento llegó a ser así...

Él comenzó a ir a bares en la noches y en las madrugadas llegaba tomado, esto ya no era lo mismo que cuando comenzó, yo estaba cayendo en depresión, me sentía muy sola, mi papá y hermanos ya no me hablaban, cuando se enteraron que había dejado la escuela para irme a vivir con Josué, se enojaron y dejaron de hablarme, con mi amiga Maribel también perdí comunicación, no me sabía su número aunque en la casa de Josué si había un teléfono de casa, perdí comunicación con todos, Josué prácticamente me tenía como prisionera en su casa, que había pasado con nosotros, que había pasado con nuestra relación que un día fue todo color de rosa, yo quería quedar embarazada, para que así tener un pedacito de mi, tener a alguien con quién pasar los días, teníamos relaciones sexuales sin protección, pero por una extraña razón yo no quedaba embarazada.

En ese momento ya habían pasado 3 años desde que nos hicimos novios; sus papás vivían en Puebla con la hermana de Josué que aún estudiaba, muy pocas veces venían, solo llegaban a venir cuando Carolina hermana de Josué tenía vacaciones, me llevaba muy bien con Carolina, y con mis suegros creo que también.

Todos los días me pasaba sola hasta en la tarde Josué llegaba de trabajar, estaba 2 o 3 horas conmigo y se iba con sus amigos al billar, yo me sentía sola, pero no me podía ir, él ahora era la única familia que tenía, ya que mi familia ya no me apoyaba en nada, ya no existía para ellos, por eso quería quedar embarazada, para en los días no estar sola, pasaban y pasaban los días, hasta que un día...

Isabella: Hola amor, que bueno que ya llegaste, ¿como te fue?

Josué:Hola, bien ¿y a ti que tal te fue?¿que vamos a comer?

Isabella:Que bueno mi amor, pues a mí también me fue bien, hice el quehacer y de comer hice chilaquiles

Josué:Que bien, vamos a comer

Cuando estábamos comiendo de repente sentí que todo lo que había comido, lo iba a devolver, fui corriendo al baño y vomite todo, me dolía mucho el estómago y la cabeza, detrás de mí vino Josué.

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