Me sentí acorralada por la anciana, que tomando nuestras manos se presentó como Marge. Ella desprendía un aroma muy particular a madera y tierra, tenía arrugas en los ojos pero de aspecto agradable. Su manera de caminar era muy peculiar porque arrastraba la pierna derecha.
Nuestras miradas se cruzaron y tomo rápidamente mis manos. Sus palmas se sentían frías y sus ojos permanecían fijos en mí, como si me estudiara minuciosamente. No vi que mirara a mi amiga, era como si estuviéramos a solas.
Reina, tiene la misma mirada que su madre- dijo la mujer finalmente, un escalofrío recorrió mi espalda. Esta mujer sabia quien era y conocía a mi madre.
Cómo es que...- no alcance a terminar de formular mi pregunta que me interrumpió.
Conocí a tu madre cuando era muy joven, incluso antes de que fuera una Reina. Pero no importa lo que te diga ahora no lo creerás hasta que lo veas, así que comencemos- esa mujer parecía leer mi mente, con Sofy nos miramos fascinadas, pero una parte de mi seguía desconfiado de sus palabras.
Veo que tienes que ordenar tus ideas querida niña, tienes muchas preguntas, pero hay algunas cosas que no te puedo responder. Pero hay una que te trajo y es la única que te voy a responder- ella hizo una pausa mientras preparaba unas cuantas cosas en una mesa, a mis ojos eran simples ramitas- Te espera un futuro lleno de dolor y amor, muchas emociones juntas. En tres días conocerás el amor, pero ten cuidado porque traerá mucho dolor a tu vida, pero tu alma gemela está más cerca de lo que crees-
Su mensaje era muy confuso, conocería a mi alma gemela y traería dolor a mi vida todo al mismo tiempo.
Una cosa era segura por más que creyera en ella o no, en tres días tendría una fiesta y conocería al futuro Rey sea mi alma gemela o no.
Me fui de ese lugar con más dudas y Sofy no paraba de hablar sobre lo emocionante que fue. Sabía que volvería algún día a preguntar sobre mi madre.
Cuando estábamos volviendo al palacio se largó una lluvia torrencial, volvimos empapadas y con frío.
El regaño de Astrid era lo que nos faltaba, pero no alcance a decir nada que me descompense. Sentía escalofríos y tiritaba por el frío, sentía la vista cansada y no podía mantener los ojos abiertos.
Astrid y Sofy intentaron con todas sus fuerzas llevarme hacia el baño para bajar mi temperatura.
Astrid: Amira necesito que nos ayudes y camines.
Amira: Lo siento, no tengo fuerzas.
No eran tan fuertes para cargarme ellas solas, así que tuvieron que llamar a un guardia para que las ayudara. Sabía que mi cuerpo estaba desnudo y podía sentir como me cargaban entre sus brazos.
Tenía tanta vergüenza de que un hombre me viera así, preferiría haber muerto. Mientras me cargaban comencé a difariar y decir cosas sin sentido.
Podía sentir un aliento cálido y una aroma a tierra, abro mis ojos y observo un rostro familiar. Sus labios eran finos y tenía algunos lunares en el rostro.
Sus brazos temblaban, yo también tendría miedo si fuera él. Me dejo en el agua suavemente, mientras Astrid arrojaba unas plantas medicinales al agua.
Amira: Te mataré.
Con la fiebre y mis delirios fue lo único que logre decir. Quería matarlo realmente por atreverse a ver mi cuerpo desnudo.
Astrid: Tranquilo, mañana no se acordara de nada.
La voz de mi amiga sonaba calmada y reparadora. Se notaba que intentaba consolarlo.
Amira: Si lo haré.
Solo necesitaba saber su nombre y mañana mismo estaría listo.
Astrid: Callate Amira, todo esto es tu responsabilidad.
Por fin logro entrar en razón y dejo que me carguen a la cama. Tenía que recuperarme en tres días, antes de que comience el baile si no todo estaría perdido y el consejo terminaría eligiendo al futuro Rey.
Pasaron los días y la fiebre no bajaba. Astrid llamó en secreto al médico Real. Solo había logrado bajar la fiebre temporalmente, pero mi rostro seguía pálido.
Astrid y Sofy lograron ponerme el vestido pero no estaba segura de poder bailar toda la noche.
Dejaron mi cabello suelto y me maquillaron. Sofy me colocó mi perfume favorito.
Estaba nerviosa por entrar y que alguien se diera cuenta de mi condición. Respire profundamente y que comience la actuación.
Al entrar todas las miradas se posaron en mí, el vestido que había elegido resaltaba mi figura y mi piel blanca.
El salón estaba lleno de nobles y príncipes, las familias más importantes de mi Reino y los Príncipes segundos de cada Reino cercano. Algunos eran muy atractivos, pero arrogantes y presumían sus títulos.
Margot se acerco hacia donde estaba con mis doncellas.
Margot: Debe conocer a Andrés es un excelente candidato y está muy interesado en bailar con usted.
Las palabras de Margot eran un alivio y un respiro para mí. Un joven alto de tez pálida y muy bien parecido se acercó. Se presentó con una reverencia.
Andres: ¿Me permite el primer baile?.
Amira: Claro- respondí tímidamente.
Andres resulto muy bueno bailando, aunque su charla era muy estructurada. Me sentía en una reunión del consejo hablando con él. Supongo que a los ojos de Margot era el indicado para el Reino y no lo dudaba, pero no estaba segura de poder casarme con una persona tan aburrida.
Mientras bailaba con Andrés un joven nos chocó y nuestras miradas se cruzaron. Sentí un cosquilleo y se me escapo una sonrisa. Era tan… Perfecto. Sus ojos, su boca y su sonrisa. Me costaba respirar y mantener mi papel.
Andrés parecía molesto por la intromisión. Este joven no había tenido la decencia de presentarse, ni siquiera pidió disculpas.
Desconocido: ¿Su Alteza me concede este baile?
Andres: Oye...
Antes de que Andres pudiera seguir hablando acepte y extendí mi mano.
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Updated 164 Episodes
Comments
Liliana Diaz
me esta gustando
2024-11-25
1
Melina Miers
*desvariar
2022-07-01
1