Mi Esposo

Ivy sintió algo cálido en su mejilla, fue una sensación maravillosa por eso no pudo evitar sonreír entre sueños, fue algo que le relajo mucho pero pronto esa calidez desapareció y eso hizo que comenzara a despertar pensando que vería ahí a su esposo junto a él, sin embargo; cuando abrió sus ojos solo había un leve aroma a hierbabuena en su habitación el cual Ivy sabía perfectamente que era del contrario.

El menor se sentó en la cama y se talló los ojos con una de sus manos sintiendo que el dolor en su cadera había disminuido bastante, salió de la cama algo sorprendido al ver el reloj en la pared, eran las doce en punto, había dormido demasiado y seguramente su esposo ya había desayunado sin él.

Salio disparado al baño para darse una ducha rápida, no necesitaba ayuda de nadie, ya bastante tenía con la tortura del día anterior, mientras se lavaba los diente y cepillaba su cabello debajo del agua caliente dejo que sus músculos se relajaran. Quería lucir bien para su esposo y también quería hablar con él acerca del anillo en su collar y porque le había dado una copia.

Se duchó en solo veinte minutos saliendo para secarse, eligio un atuendo cómodo una blusa blanca holgada ccon un suéter café claro de botones, un pantalón blanco y por último se colocó unas calcetas blancas con unos zapatos del mismo color.

...…...

Christopher no había esperado mucho tiempo a que despertara el joven en realidad pues también se había levantado tarde. Escucho el ruido en la habitación del chico y supuso que ya había despertado así que pidió que sievieran el desayuno del menor también para comer juntos, Christopher aún no estaba seguro que al estar convencido que le había revelado sus verdaderos colores, esperaba que por algún error de las mucamas dejaría de actuar como un dulce pastelillo que estaba demostrando por eso le pidió a una mucama que hiciera un pequeño error sin pensar que eso se tornaría en un gran problema…

Las mucamas colocaron todo el desayuno para ambos justo a tiempo pues pronto empezó a escuchar los pasos del menor bajando las escaleras a pesar de que estaba el ascensor el chico decidió no ser perezoso, Christopher fingió estar leyendo el periódico con la primera nota sobre su boda plasmado ahí, bajo un pocos que le papel para poder ver al menor entrando al comedor.

“B-Buenos días…” hablo el joven rubio algo sonrojado saliendo a todos los que estaban ahí.

“Buenos días Ivy… bueno más bien tardes” menciono el alfa con cierto sarcasmo

Christopher dejo de lado el periódico esperaba una reacción del caprichoso Ivy que no soportaba las críticas pero una suave risa apenada se escuchó en el lugar dejando al mayor sorprendido.

“¿Dije algo gracioso?” Alzo una ceja al verlo reírse.

“No… lo siento amor, es que es verdad… ya es bastante tarde”

El chico se acercó a Christopher quien estaba más sorprendido pues no esperaba que le diera la razón aún más nunca imagino que el menor le daría ese “apodo” cariñoso.

¿Porque actúas así? pensó simplemente Christopher mientras le veía acercarse

El alfa miro al contrario confundido, el menor no parecía estar fingiendo y su aroma a licor de café pronto embriagó sus sentidos, no demostraba que estuviera mintiendo pero aún quería presionarlo más.

“Te estaba esperando para desayunar ¿tienes hambre?”

“Si, mucho… gracias por esperarme”

El mayor iba a responder a sus palabras pero antes de poder hacerlo recibió un beso de su parte que le calló todas las palabras, Christopher se quedó en shock pues no esperaba que el menor volviera a tocarlo y menos en frente de tantas personas, pensó que en la boda había sido solo una estrategia para ganar una buena imagen porque ahora sabía que lo habían despedido del teatro.

Trato de no lucir muy sorprendido y se aclaró la garganta comenzando a comer lo que había preparado su chef ese día. Se distrajo un momento al ver como comía la entrada del desayuno un poco de queso con jamon antes de que llevaran la sopa

“¿Que harás hoy? ¿Tienes algún plan?” Christopher trató de hacer conversación aunque en realidad no le interesaba que haría.

“Mm… la verdad no lo sé… creo que mi mamá quería que fuera al teatro” Ivy lucía algo nervioso, pues no sabía que debía hacer con su trabajo.

“¿Y eso?”

“Bueno, parece ser que aún tengo un último trabajo que será esta noche pero creo que lo van a reprogramar aunque no estoy seguro” Aunque su madre le había contado todo sobre su vida como artista aún sentía que no encajaba en ello.

“Si es hoy dime… para ir a verte”

“¿En serio? Me encantaría… aunque no se si salga bien”

“¿Por que lo dices?” Christopher miro el ligero temblor del menor sorprendido ¿acaso tenía miedo? “Nunca imagine que también tuvieras… pánico escrnico” Christopher analizaba las expresiones del menor y cuando dijo eso notó la sorpresa en sus ojos.

“Si… parece que siempre he demostrado mucha seguridad ¿no es así? Jajaja … qunque quizá la perdí” bromeó un poco avergonzado mirándole con una sonrisa en sus labios.

“Bueno si después quieres dejar el teatro puedes hacerlo… ya no necesitas exigirte por trabajar ahí”

Al escuchar eso las mejillas de Ivy se encendieron en un rojo fuerte, notaba la preocupación de su esposo pero no quería preocuparlo. Al ver los ojos de su esposo sintió un nudo en su garganta, recordó que anoche después de tantas veces de hacerlo se había quedado dormido ni siquiera supo en que momento había pasado.

“L…lo siento mucho por… lo de ayer, parece que estaba bastante agotado”

Christopher casi se ahoga comenzando a toser mientras el mayordomo y algunas mucamas que estaban ahí solo los miraban algo avergonzados, todo el castillo había escuchado los sonidos de ambos ya que el castillo en las noches solia ser muy silencioso.

“Oh eso… no te preocupes… estabas muy cansado por eso me retiré para dejarte descansar”

“Mmg… la próxima vez… p-puedes quedarte”

Christopher trago saliva al escuchar las palabras del menor, en serio no sabía si no le daba vergüenza decirle aquello en frente de tantas personas o si lo hacía a propósito.

La mucama a la que le pidió que cometiera el error llevaba un tazón de sopa hirviendo aunque debía servirla caliente ella le puso un poco más de temperatura porque estaba enojada, molesta con ese chico por robarle su sueño de conquistar al duque y al estar cerca de él se lo tiró en las piernas.

El calor de aquella sopa le quemó las piernas pero Ivy apretó los labios de inmediato levantándose de la mesa. Christopher sonrió al ver que había perdido la cordura sin pensar que la sopa estaba tan caliente pero claro siguió con el acto.

“¡Como te atreves! ¿Acaso no sabes a quien le acabas de tirar la sopa?”

Christopher regaño a la mucama esperando que Ivy golpeara a la chica o lanzara una rabieta mientras que la chica solo se disculpaba y fingía estar arrepentida, diciendo que se había tropezado, Ivy levantó el rostro después de unos segundos aguantando sus ganas de llorar mostrando una sonrisa bastante amplia que dejó a todos sorprendidos.

“Tranquila solo fue un accidente, su excelencia no le reprenda… estoy seguro que solo se tropezó”

Ivy pidió retirarse comenzando a caminar algo rápido a su habitación bajo la atenta mirada de todos, la mucama se sintió culpable por que el chico pudo haberla acusado de que la sopa estaba hirviendo pero prefirió ayudarle pese a su dolor. Christopher no le dio importancia pensó que iría a hacer un berrinche en la habitación y aunque no pudo “exponerlo” sentía que había respondió algo falso.

Al llegar a su habitación Ivy se fue al baño para retirarse el pantalón y colocarse agua fría en sus piernas las cuales estaban bastante quemadas por la sopa, sin quitarse en resto de la ropa se metió a la tina y se hizo bolita dejando salir sus lágrimas libremente.

.........

“Hola señora Juny, ¿que la trae por aquí?”

“Quiero saber que días me dejará traer a Ivy a su trabajo”

“Puede traerlo solo esta semana, logre convencer al príncipe que en el escenario él mismo presentaría a Rumi como la próxima estrella del teatro pero el ¿estará dispuesto a hacerlo?

“ Por eso no se preocupe, estoy seguro que Ivy lo hara”

El director suspiró pues no sabía porque la madre de Ivy estaba tan seguro si el chico era bastante difícil de tratar al menos así lo veía siempre. Después de despedir a la señora O ‘Brian, el director volvió al teatro para hablar con todos sobre el último espectáculo de Ivy y que debían ayudarle en todo lo que necesitara.

“Ese chico me va a sacar canas verdes…”

Suspiró mientras iba a su oficina con una cara agotada.

Rumi suspiró algo cansado ya que tendría que fingir una última vez como la voz de ese chico engreído que siempre lo pisoteo…

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...Continuará ...

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