Una vez prepararon la cama y la habitación con velas aromáticas y una iluminación baja se retiraron dejando a Ivy en la habitación sentado en la cama esperando por… su esposo…
...…...
“Esta listo, su excelencia” Susana terminó por ayudarle a prepararse y se retiró de la habitación dejando que él fuera a la habitación de Ivy.
Ambas chicas también se había retirado dejando el tercer piso en completo silencio. Christopher suspiró un poco apretando sus manos puesto que no sabía que hacer, no podía decirle que ese matrimonio solo era temporal porque podría arruinar sus planes pero si le seguía el juego podría perder la única oportunidad que tenía de conquistar a la persona que en verdad amaba.
Contrariado Christopher salió de su habitación caminando… así es, si bien tenia quemaduras y a veces si necesitaba ayuda, podía caminar perfectamente, solo era una fachada para la persona que trató de asesinarlo al encontrar cierta información de un crimen imperdonable.
Llego a la había de Ivy y la abrió lentamente notando al chico sentado sobre la cama, cuando volteó a mirarlo sintió de nuevo el aire acabándose ¿porque demonios se sentía así por él? Christopher no creía en las parejas destinadas, sentía que uno escogía al amor de su vida pero cada vez que veía a Ivy dudaba ciertamente sobre esa leyenda.
Se adentró a la habitación sin mayor duda y cerró la puerta detrás de si, Ivy le miro con sorpresa al verlo caminar pero no pregunto nada estaba demasiado nervioso como para pensar si estaba o no caminando.
Christopher se sentó junto a él así que Ivy dio el siguiente paso y se acercó para abrazar su cuello.
Se miraron un largo rato hasta que sus labios por fin se unieron en un largo y profundo beso… Christopher lo recostó en la cama y se retiró la bata de seda azul que estaba usando perdiéndose en el hermoso color de sus ojos olvidando hasta su propio nombre…
...…...
Ivy despertó a la mitad de la madrugada notando que el lugar a su lado estaba vacío, el rubio se talló un poco los ojos y se trató de sentar en la cama pero el dolor en su cadera era demasiado para poder hacerlo… su esposo… era un maldito salvaje, no recordaba cuantas veces lo habían hecho pero habían sido más de tres, al recordar todo lo que había pasado con su esposo su rostro se puso completamente rojo y se ocultó en la almohada, por fin estaba con el amor de su vida y sentía que su cuerpo lo recordaba sino ¿porque otra razón se sentía tan unido al contrario?
Cuando el dolor cesó un poco se sentó mirando a ambos lados de la habitación hasta que encontró su maleta de la cual sacó aquel collar el cual se acomodó en el cuello, no entendía porque su esposo le había dado una copia idéntica al anillo que estaba en ese pero pensó que al ser tan valioso no quería que lo perdiera por eso debía usar una copia.
Volvió a recostarse en la cama esperando por que su esposo volviera, paso una hora…dos horas… y sin darse cuenta el amanecer llego antes de poder volver a ver a su esposo entrar por esa puerta, sintió un poco de tristeza pero ya estaba muy cansado de esperarlo y aunque se había sentido solo pensó que el contrario tenía trabajo pendiente que dejo de lado por estar en su boda así que no le tomo mayor importancia… quedándose dormido una vez más.
Christopher estaba en su propia habitación, después de que terminó por agotar al chico en la última “ronda” no se lo había podido sacar de la mente, el dulce sabor de esos labios y la hermosa sonrisa que le mostraba, el toque de sus manos por su piel lastimada… no podía creer lo tierno y delicado que era con él considerando que había huido… aunque ahora dudaba que eso hubiera pasado….
Intimar con el chico le había afectado que al despertar al día siguiente ya tenía un problema en sus pantalones. Ni bien abrió sus ojos con los primeros rayos del sol y vio aquello decidió bañarse con agua fría para bajar esa erección entre sus piernas, el agua fría le relajó sus músculos y al terminar se vistió con ropa cómoda, un pantalón suave de algodón color blanco junto a una camisa azul y suéter blanco de manga larga, se peinó y salió de la habitación en su silla. Pidió a Susana que preparara el desayuno para él y para Ivy y sin más fue a buscar al chico.
Abrió un poco la puerta y entró pero lo vio abrazando una almohada con bastante fuerza trató de quitársela pero él menor frunció el entrecejo y se quejó entre murmuró aún dormido, aquel gesto le pareció bastante tierno… se quedó mirándolo un largo rato queriendo entender quien era el verdadero Ivy… el que veía ahora o el de los rumores…
Se tomó la libertad de acariciar una de sus mejillas pero se arrepintió porque el menor sonrió ante la calidez y se frotó contra su mano completamente feliz ante esa caricia incluso aunque estaba aún dormitando.
Rápidamente le soltó y se alejó de la cama saliendo de la habitación dejando al menor descansar probablemente estaría cansado además él tenía que terminar el trabajo que había dejado pendiente que en realidad no tenía pero se mantendría ocupado.
...• • • • ❁ • • • • ...
En el puerto del reino una elegante mujer con un hermoso y largo vestido blanco con flores azul marino que resaltaban su largo y hermoso cabello ónix bajaba de un barco, su rostro estaba oculto bajo un elegante sombrero blanco con un moño igual azul marino.
Al estar abajo del barco levantó la mirada dejando ver sus hermosos ojos azules que tenían un reflejo peligroso, había salido casi corriendo del barco y seguía caminando tan rápido como podía hasta el carruaje que ya los estaba esperando pero por supuesto mantenía elegancia en su postura, la mujer era seguida de un séquito de 20 personas que llevaban más de 20 maletas y trataban de hacerla ir más lento sin lograr ningún resultado.
Más atrás de todos esos sirvientes venía un señor bastante atractivo caminando con lentitud, el señor tenía un cabello rojo fuego con ojos grises quien era el esposo de aquella hermosa mujer. Él vestía un traje blanco y la capa azul con el escudo de su familia.
“Roger Lamper apresúrate o te dejaré aquí”
“Mi amor tranquila, Christopher no se irá a ningún lugar”
“No puedo creer cómo estás tan tranquilo cuando nunca nos dijo NADA sobre su BODA o ESA cosa que tiene ahora como esposa”
“Esposo… querida” le corrigió a su esposa pero ella solo le miro molesto haciéndole callar de inmediato.
“Como sea, ese muchacho rebelde me va a escuchar”
Roger solo suspiro ante el berrinche que hacía su esposa Verónica, el también se había sentido un poco triste de no haber recibido una invitación para ir a la boda de su hijo o que consultara con ellos mucho antes de tomar una decisión tan importante pero entendía un poco porque su hijo lo había hecho.
Por ningún motivo ellos habrían aceptado esa unión porque conocían los rumores sobre el chico además solo era el hijo de un quebrado barón que no podía darle ninguna dote. Claro que aunque llegaran e hicieran de eso una gran discusión ya no podían hacer algo al respecto porque el asunto de su boda ya estaba en todos los periódicos e incluso ya había llegado la noticia al los otros reinos.
En su familia no existían los divorcios así que por supuesto que no podían pedirle a su hijo que siquiera lo considerará, pero había algo extraño, ambos sabían que su hijo amaba a otra persona entonces… ¿porque se casó con ese chico?
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...Continuará...
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