Primera batalla

Bondad en mí, puede ser posible... - Pablo.

- Sí, pero tenemos que irnos. Me llevas... - Cassandra.

- Parece que te gustó volar.

- No tanto como parece, pero llegaremos rápido.

- No puedo alguien puede vernos.

- Tienes razón, vamos en mi auto. Llegaremos más tarde, pero llegaremos. No creo que se atrevan atacar en éste momento.

Ambos llegan a la casa y se presentan con Raúl, quien tenía órdenes de dejarlos pasar.

Entran, tocan la puerta y enseguida les hacen pasar. Todos miran con desconfianza a Pablo.

Pablo siente las miradas sobre él. Isabel al verlo lo abraza.

- Es bueno verte aquí - Isabel.

- Me alegra que estés bien - Pablo.

- Tenemos ver que hacemos. ¿Cómo ponemos fin a esto? - Alonso.

- Lo que podemos hacer es enfrentarlos, no hay opciones - Cassandra.

- Se detienen ante ti, así que deben planear algo para que no estés con ella en ese momento, trataran de quitarte del camino - Pablo.

- De seguro lo van a lograr, no se detendrán, es momento que explotes tus habilidades Isabel - Cassandra.

- ¿Cómo podrían lograrlo? - Isabel.

- Eso lleva tiempo, pero ahora no tenemos tiempo, debemos pedir ayuda. Tengo que pedir ayuda a mis ángeles custodios y ustedes a los suyos. Elena, Isabel vamos a un cuarto donde podamos estar a solas - Cassandra.

- Vayan al despacho - Alonso.

- ¿Qué hacemos? - Concepción.

- Si creen en Dios rezar, de lo contrario pensar ¿qué pueden hacer? - Cassandra cierra la puerta del despacho -. Nosotras tendremos que hablar con nuestros ángeles custodios, ya que lo sentimos, serán nuestra mayor fortaleza necesito su ayuda, por favor necesito su ayuda, necesitó que me escuchen - Sus ángeles bajan y se ponen a su lado-, Elena es tu turno.

- No te conozco, no te veo, te siento, te siento un poco, muy poco, pero sé que toda la vida haz estado conmigo, hoy, ahora, en éste momento te necesito, necesito de tú ayuda, necesito tu guía - Elena.

Cassandra mira como un ángel baja y se pone a su lado.

- Ya está, Isabel te toca - Cassandra.

- Yo, yo te siento, te siento aquí conmigo, sabes que estoy en problemas, nunca te pedí nada, perdón por nunca buscarte, ni hablar contigo, pero en este momento te necesito, por favor ayúdame, ayúdame - Isabel.

Isabel siente tranquilidad cuando siente que está a su lado.

- Logramos hacer esto ¿Qué sigue? - Isabel.

- Señores estamos en problema, ustedes son testigos de lo que ha pasado, ustedes han luchado a nuestro lado, pero se acerca una batalla, una batalla que si perdemos, podemos perder la vida, nuestras vidas. Necesitamos de su fuerza ahora, necesitamos de ustedes. Siempre nos han cuidado y ayudado, pero es el momento de enfrentarnos.

Espero que estén dispuestos a luchar hasta el final - Cassandra.

Todos los ángeles asientan en señal de aceptación, no saben lo que les espera, pero saben que su misión es cuidarlas, y las cuidaran hasta el final.

Cuando salen de aquella habitación, Pablo está sorprendido por la fuerza que existe en aquellos ángeles y sus miradas potentes.

Pablo _ Cassandra si que sabe motivar.

Los demás no pueden ver nada, pero se sorprenden de la reacción de Pablo.

- Estamos listos. No puedo hacer más en éste instante. Además ya vienen - Cassandra.

Los nervios se sentían en la sala.

Nadir, Bruno y Deva no venían solos, llegaron con dos personas más, personas que no tenían la fuerza de Cassandra, pero servirían como distracción.

Nada los detiene, ni Raúl quien es sobrepasado por ellos. Llegan a la casa y abren la puerta de inmediato.

- Todos detrás de mí.

¿Quiénes son? ¿Saben con quién están? Elena saca de aquí a Isabel, no, no, no. Pablo saca de aquí a Isabel. Elena te necesitó en éste momento.

Aquellas personas que llegaron con Nadir, Bruno y Deva se enfrentaron enseguida a Cassandra, un enfrentamiento espiritual al igual que sus ángeles custodios, mientras que Elena, Alonso, José y Concepción trataron de retener a Nadir, Bruno y Deva, su cuerpo físico se podía tocar, se podía lastimar.

Alonso y José se enfrentó a Bruno, comenzaron a tirarse puños, Concepción agarró de los cabellos a Deva y Elena la ayudó. Nadir pensó que no había quien lo enfrente, pero rápidamente el segundo ángel se apartó de Cassandra, para enfrentarse a él.

Ambos salieron fuera de la casa, volando hacia el cielo.

Aquella pelea, fue vista por otros ángeles, no sabían si entrometerse o detenerlos.

- No daré la espalda a un hermano - dice un ángel.

Se entromete, de repente Nadir se ve rodiado de ángeles, al ver eso inmediatamente baja hacia la tierra, donde no podrían hacer nada con los humanos presentes. Al ver esto los demás se detienen, no lo siguen más. Nadir no sabe dónde se encuentra. Al escapar se había desviado del punto que partió, no podría volar, era temprano, tendría que esperar que caiga la noche o que llueva para pasar desapercibido.

Por su parte el segundo ángel que si podía volar, pero no acercarse volvió con Cassandra, al ver la situación ayudó a Concepción y Elena.

El segundo ángel sabía que esto no sería para nada fácil. Deva era mucho más fuerte que Nadir, tal vez Nadir era el más débil de los tres demonios.

De repente Deva sintió como alguien la arrastró y Concepción sintió alivió, no sabía de dónde había sacado tanta fuerza en ese momento. Elena fue ayudar a Cassandra.

El segundo ángel intentó lo mismo que con Nadir, subirla, llevarla para el cielo, donde lo ayudarían, sin mucho éxito. Deva se rehúsa, cuando parecía que iba a subir bajaba nuevamente al suelo, sabía que pelear en el cielo sería difícil. Tras ver la insistencia de aquel ángel, se retiró del lugar y comenzó a caminar entre las personas cerca de aquel lugar.

Nuevamente el segundo ángel se sentía cansado, pero no podía dejar solo a José y Alonso quienes estaban peleando con Bruno.

- ¡Dios mío dame fuerza! - grita el segundo ángel mirando al cielo.

El segundo ángel ataca por la espalda a Bruno, quien en cuanto siente el ataque, se da la vuelta rápidamente y salen volando, logra que él vaya hacía el cielo, donde había ángeles custodios volando, al ver la situación y ver que era un ángel custodio encontrá de un demonio, salieron en su ayuda.

Bruno a diferencia de Deva, se dejaba llevar por el momento, su furia era tanta que no se percató de la situación hasta que estaba rodeado. Con ira rápidamente descendió al suelo, como ángeles lo perseguían al igual que Nadir terminó perdido. Caminando entre los humanos, pero sin poder hacer nada hasta que llueva o llegué la noche.

Cassandra ganó la batalla con aquellas personas, pero estaba agotada. Esas personas al ver que estaban a punto de huir salieron corriendo, pero no contaban con la policía, Raúl llamó a la policía después de varios minutos llegaron y los detuvieron.

Cuando Raúl y la policía llegaron, vieron a todos cansados, golpeados. Sabían que había ocurrido una pelea.

- Faltan 3 personas más - Raúl.

- Escaparon - Alonso.

Cassandra que estaba de pie, vio como Alonso, Concepción, José y Elena se sentaban en el sillón, pero ella podía ver más que eso.

Sus ángeles también estaban agotados, vio a su segundo ángel en el suelo, lastimado. Rápidamente corrió hasta él.

- Gracias por tú ayuda, estoy bien, te puedes ir - Cassandra señala al primer ángel -, puedes ir con él, ayúdalo y en cuanto puedas vuelve.

La batalla recién iniciaba y la vida de todos corría peligro

...

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