Encuentro

Aurora salió de la casa, esperando no volver a ver a su hija, que para ella significaba un estorbo, no tuvo en cuenta que el dinero que disfrutaba era del papá de Isabel.

Años de mentiras por fin terminarían.

Llamada

- Alonso, buenos días soy...

- Buenos días, no hace falta que se presente reconozco perfectamente su voz, tiene alguna novedad de mi hija...

-Sí, lo mejor es que vengas hablar con ella en persona, tienen muchas cosas que aclarar.

- ¿Dónde la puedo encontrar?

- Está en mi casa, ven lo más rápido que puedas.

- Ire hoy mismo después del trabajó, nos vemos en la noche.

En la noche

Tocan la puerta

- Abuela no te preocupes yo voy abrir.

Isabela abre la puerta y ve parado a un hombre familiar, después de observarlo un rato se da cuenta que es su padre.

- Buen... Buenas noches - dice Isabel

- ¡Hija! - dice Alonso quien rápidamente la abraza-, ¿Cómo estás? Que grande, hace años que no te veía en persona, eres hermosa, una señorita hermosa en realidad, mi bebé creció ¿por qué nunca me quisiste ver? Hija te prometo que yo no dejé a tu madre por tu culpa. Ni que me fui por una amante.

- Está bien señor, pero me puede soltar me está apretando muy fuerte.

- Perdón fue por la emoción.

- Alonso, Isa pasen a la sala no se queden en la puerta, vamos a conversar.

Todos van a sala

- Mi niña él es tu papá.

- Abuela ya me di cuenta ¿por qué me abandonaste?

- No hija, nunca te quise abandonar lo siento si te hice sentir así. Jamás fue mi intención.

- Me abandonaste, desde que dejaste a mamá nunca volviste ni a visitarme, ni una sola llamada.

- Hija cuando me fui de la casa no podía llevarte conmigo porque no sabía a dónde iba, ni que haría esa noche, no tenía un lugar seguro para ti.

- ¿Y después?

- Después regresé a buscarte, pero tu madre no me dejó acercarme a ti, así que nos divorciamos y ella obtuvo tu custioda, pagó la mensualidad siempre y un dinero extra para tus gastos personales, porque éstos últimos años cuando te fui a buscar nunca te encontré, tu mamá decía que estabas en proyectos del colegio, salias con tus amigas y que no querías verme.

- Pa... Papá mi mamá dijo que jamás volviste por mi, ni si quiera a visitarme y (me mandaba en las tardes o noches a comprar comida o trago para ella y sus amantes puede ser la razón por la que nunca me encontraste)

- ¿Y qué?

- Y jamás te volví a ver, ni de lejos.

- No mi niña yo siempre te busqué, hasta en el colegio, pero ahí no me dejaban pasar porque tu mamá dijo que yo era violento con usted y que te podía hacer daño. Entiende que no podía salir y buscarte siempre porque tenía que trabajar para que vivieras bien. Hablando de eso ¿Dónde está tu madre? Ella puede aclararlo todo.

- No tengo idea.

- Señora Elena ¿Qué está pasando aquí?

- Bueno Alonso... Aurora se fue dejándome a la niña, dijo que no quería saber nada más de ella que...

- Que soy un estorbo papá que ya no le sirvo para nada.

Alonso se pone de pie y en su rostro se ve lleno de ira.

- Esa mujer no tiene corazón, como puede abandonarte, eres su hija y tanto que lloró con el juez para tener tu custodia. Pero no te preocupes yo estoy aquí y no te dejaré.

- Por eso te llame Alonso, mi niña todavía tiene 16 años y quiero que tú tengas su custodia. Además está atravesando por un problema grave necesita de nuestro apoyo.

- Mañana iniciaré el proceso para tener su custodia y ¿Cuál es el problema? ¿Estás bien? ¿Alguien te hizo daño?

- Papá un chico...

- Un chico te rompió el corazón hija tranquila son los amores de la adolescencia, lo superaras y veras cuando seas más grande podrás encontrar un hombre que te valoré. A veces nos equivocamos y damos todo por una persona que no vale nada, ya veras que encontrarás a un buen muchacho.

Tiempo actual

Isabel cae en el suelo del bosque y comienza a llorar acordándose de las palabras de su padre " podrás encontrar un hombre que te valoré" sabe que aquí en éste instante puede terminar su vida, ya no tiene tiempo, no tiempo para nada aparentemente su vida terminaría esa noche.

- Isabel perdoname, levántate tienes que seguir corriendo por favor, un poco más - dice Pablo mientras llora-. Yo los enfrentare, no quiero que te hagan daño, pero vete.

- Todo esto es por tu maldita culpa - grita Isabel -, todo es tu culpa, es tu culpa. No...

Pablo rápidamente le tapa la boca.

- Sé que es mi culpa que estés aquí, que quieran terminar con tu vida, pero no grites por favor te van a escuchar y vendrán por ambos. Levántate ahora.

Pablo le da la mano y la ayuda a levantarse, limpia las lágrimas que caen de su rostro y le da un beso en la mejilla.

- Pequeña es hora que te vayas, por allá - señala un pequeño camino por el bosque-, saldrás a la carretera, pide ayuda y vete, yo no existo entiendes, voy a darte tiempo, por favor corre y no te detengas, perdoname.

...

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