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—¿Te diviertes mi hermosa Lía?, me pregunta con una enorme sonrisa, la misma que me dejo perdida de amor, estoy muerta de miedo pero no puedo decirlo así que saco la mejor de mis sonrisas y respondo afirmativamente.

Después de esquivar a su seguridad nos dirigimos a un lugar alejado de la ciudad el camino lo pasamos en silencio. No sé qué pasa por la cabeza de mi hermoso príncipe noto algo preocupado veo su mirada perdida en el horizonte me preocupa, en estos momentos quisiera entrar en su mente y así saber qué es lo que piensa.

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Jang:

—Lía debe ser lo suficientemente valiente para soportar el acoso de la prensa eso me preocupa los periodistas pueden ser tan exasperantes,  yo la amo demasiado y no quiero perderla ella es todo lo que siempre soñé y lucharé hasta las últimas consecuencias, debo prepararla para la batalla que se avecina

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—Por fin llegamos al lugar es realmente hermoso hay una cabaña. En medio de un jardín. Y pasa un  riachuelo no sé exactamente donde estoy, esto es de novela, aún no me la creo estoy con el más guapo protagonista y es todo mío solo mío, disfrutaré cada momento a su lado, estoy perdida en mis pensamientos tengo las emociones a flor de piel, su hermosa voz me saca de mis pensamientos.

—Toc toc estás ahí hermosa Princesa.

—Si aquí estoy andaba en la luna pensando en que mañana regresare a mi realidad, este ha sido un sueño hermoso.

—¿Por qué dices eso Princesa? ¿Acaso ya no me amas? ¿Te arrepentiste de lo nuestro?

—Noto angustia  en su rostro  y eso me pone mal,  no digas eso te amo y no quiero perderte solo que yo regresare al trabajo y tú a lo tuyo, no será fácil, sé que vendrá una guerra de información para la cual no estoy preparada, no soy de tu mundo y nunca he estado bajo el lente de nada siempre tarto de pasar desapercibida me gusta ser nadie, tu disfrutas siendo todo, tengo miedo que este hermoso sueño se convierta en una horrible pesadilla.

—No digas eso Princesa, lucharemos juntos y veras que todo estará bien, yo también tengo miedo, pienso que no soy lo que tú necesitas que en cualquier momento te iras de mi lado, ya no puedo imaginar mi existencia sin ti, parece algo absurdo pero es mi realidad, te pido luchemos juntos y alcancemos nuestra felicidad, prométeme que no dejaras de luchar que serás valiente y que confiaras en mi sin importar lo que escuches o te puedan contar.

—¡Lo Prometo!

—Disfrutemos este día princesa.

Entramos a la cabaña es algo hermoso, estoy en un cuento de hadas es un lugar cálido hay un pequeño recibidor tiene una ventana enorme que da a un jardín lleno de flores de muchos colores  la decoración es hermosa está lleno de luz, hay una chimenea todo está en un perfecto orden parece sacado de una revista de decoración de interiores, no quiero despertar de este sueño, estoy con el hombre que amo y aunque estuviera bajo un árbol seria inmensamente feliz.

—Pasamos al Jardín, el desayuno nos espera.

—Esa hermosa voz me trae de regreso a la tierra.

—claro, está bien, me toma del brazo y me conduce al jardín.

Al salir la briza rosa mi cara y la fragancia de las flores inunda mis pulmones siento que vuelo todo es perfecto, menos yo, aún me pregunto que vio en mí, que hice yo para merecerlo, no tengo las respuestas supongo que es mi destinó que después de todo lo que he pasado merezco ser feliz a lado de este ser tan especial.

—Tierra llamando a Lía

—Perdón estaba de nuevo en mi planeta

—¿En qué piensas?

–En Lo feliz que soy contigo

—Soy más feliz que tú

—No yo lo soy

—No, yo más y punto

—Está bien por esta vez ganaste, le respondo deleitándome con esa sonrisa que hace que mi mundo se ponga de cabeza.

—Siempre gano, dice con una sonrisa de niño mimado que solo me hace reír más.

—Tome asiento su majestad

—Me rio de nuevo él tiene la capacidad de ponerme feliz, Gracias,  no puedo contenerme y le doy un abrazo, hundo mi cabeza en su cuello, mi cuerpo se estremece, esto es real él es mío aspiro su aroma quiero memorizarlo si estoy soñando cuando despierte quiero recordarlo todo, huele dulce a vainilla es un olor embriagante siento sus brazos alrededor de mi y su respiración algo agitada, sé que lo tome por sorpresa y eso me gusta así no hay poses, lo alejo un poco y me pongo de puntas para buscar su boca, nos fundimos en un beso donde sin más nos decimos todo, es un momento hermoso y mágico la mariposas aparecen de nuevo siento que estoy en el cielo, simplemente esto es algo que jamás había sentido este hombre es maravilloso mi dios del Olimpo.

—Gracias Princesa!

—Me pongo como un tomate porque me ha dado las gracias, soy yo la que debería de estar agradecida de que llegara a mi vida y me haga sentir viva.

—Desayunamos en absoluto silencio, lo observo esta pensativo, un frío recorre mi cuerpo no sé qué pase por esa cabeza, me da miedo que esté pensando en dejarme que se planteé de nuevo la posibilidad de estar juntos, dejare que pase lo que tenga que pasar, después de terminar su desayuno retira los platos y por un momento me deja sola apreciando ese hermoso lugar por mi mente cruza la posibilidad de terminar con él, tengo miedo de no ser lo que el necesita y salir lastimada aún estoy a tiempo de huir, de pronto su voz me saca de mi mundo.

—¿En qué piensa esa hermosa cabecita?, si es en dejarme, desde ahora le digo que no lo permitiré

—Abro los ojos como platos y le respondo nerviosa, no estaba pensando en eso, simplemente andaba en el planeta Lía asimilando lo que ha pasado en estos días.

—¡Ha sí! y en ese planeta hay un lugar para mí.

—Me quedo sin saber que responder él es todo en mi planeta pero el miedo me hace no aceptarlo, levanto los hombros y se ríe esa sonrisa que me derrite y me hace regresar a querer tenerlo solo para mí.

—Podemos charlar, necesitamos tratar un asunto.

—Mi cerebro trabaja a la velocidad de la luz y solo puedo decir que se acerca el final, lo siento mi corazón se detiene, sé que mi respuesta hará pedazos mi corazón, Si, caminamos un poco hasta encontrar un hermosos Solárium, se percibe una paz tremenda lo puedo sentir a pesar de que mi cabeza esta revuelta y el corazón está a punto de detenerse.

—Toma asiento, ¿te gusta?, ¿estas cómoda?

—Me dirijo al hermoso sillón tomo asiento y respondo a sus preguntas tratando de ocultar mi angustia, es hermoso, gracias por traerme, más cómoda no podría estar, se sienta junto a mí, y toma mi mano llena sus pulmones de aire y yo aguanto la respiración imagino lo que viene un no puede ser los nuestro, trato de ocultar el terror que tengo a escucharle y finjo una sonrisa.

—Debemos anunciar a la prensa lo nuestro, quiero ser yo quien les diga que eres la mujer de mi vida.

—Me quedo de piedra con esta confesión tomo todo el aire que hace un momento me negué siento que mi cara se pone como un tomate rojo no sé qué decir mi corazón late muy fuerte se quiere salir del pecho es una mezcla de miedo y felicidad no sabré como lidiar con eso, prensa ósea entrometidos.

—Lía responde ¿qué pasa?, ¿estás bien?

—Veo su cara, es de angustia y el miedo se refleja en sus ojos,  el mismo que yo siento, quiero responder pero simplemente mi lengua no obedece al cerebro y no sale nada por más que lo intento lo único que puedo hacer es abrazarlo para que sienta mis emociones, nos quedamos así por un largo tiempo solo escuchando a nuestros corazones latir aceleradamente el uno por el otro, trato de poner en orden mis pensamientos y borrar esas alucinaciones de que me dejara, quiero que quede claro que lo quiero y que luchare con él para que seamos felices.

—Princesa Lía, ¿estás bien?, dime que no me dejaras, necesito saberlo, dime que me quieres como yo te quiero.

Lo veo a los ojos esos ojos que son mi perdición y que me hacen sentir tantas cosas, tomo aire para tranquilizarme y poder contestar.

—Sabes desde el primer momento que te vi me enamore de ti, fuiste un sol que ilumino mi existir, me hace muy feliz que me correspondas y que quieras que el mundo se entere que estamos juntos, debo confesarte que tengo miedo nunca he sido una persona muy sociable y eso de estar en contacto con las personas no se me da muy bien, no me gustaría que por mi poca experiencia con los medios te causará problemas, así que si lo decides podemos seguir en secreto.

—Eso jamás, quiero que el mundo entero sepa que te amo y eres mía, para que nadie se atreva a tocarte.

Su respiración es agitada veo como su pecho se expande está enojado, realmente enojado.

—Está bien, fue solo una estúpida idea que paso por mi  cabeza, haremos las cosas como digas, yo no sé cómo, es tú mundo dejare que hagas lo que creas correcto, tomo su mano para que sienta mi apoyo y de nuevo las mariposas atacan esa electricidad recorre mi cuerpo este hombre produce sensaciones indescriptibles en mí quiero besarlo esa necesidad de sentirlo reafirmar que es mio, me acerco y busco su boca y nos fundimos en un beso lleno de miedo y de amor.

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