8 Confesión

—Gracias Lía eres tan linda conmigo y yo no lo merezco, no merezco tú amor, no debí comportarme de esa forma, perdóname por favor.

—No tengo nada que perdonarte, pero entiende mientras tú no sepas quién eres no puedo aceptar que me amas, yo he sufrido mucho y si de nuevo me lastiman ya no podre sopórtalo me entiendes, soy así porque estoy rota ya no puedo ser de otra forma, el amor no es para mí, me entiendes, me mira tan profundamente como si quisiera penetrar en mi alma esa mirada me mata y va derribando las barreras que me he puesto para que ya no me lastimen

—Cuéntame por favor quiero saber más de ti

—eso me deja muda él quiere saber más de mí, por qué si al final se irá a su mundo y yo me quedare en agonía total

—¿Qué hago?

— ¿Le cuento?, no y si se decepciona y el respeto que me tiene se va al caño, y si le doy lastima y eso que siente por mí se convierte en lastima no me lo perdonare ¿qué hago?

—Anda Lía cuéntame por qué dices que estas rota quiero saber más de ti, prometo no juzgarte ni tampoco reírme, puedes confiar en mí por favor

—Me mira con unos ojos tan... no sé cómo explicarlo nunca nadie había provocado tantas sensaciones en mi sólo con verme, quiero salir corriendo, también me gustaría abrazarlo y llorar para que me consuele, tomo aire y respiro profundo, está bien te contare mi última hazaña, si te cuento mi vida no terminaremos hoy y además no quiero deprimirte tanto

—Está bien te escucho pequeña, toma mi mano y pone toda la atención en mí.

—Me llamo pequeña, en otra circunstancia me habría enojado pero no en este momento, respiro profundo y doy comienzo a mí historia.

—Hace más de tres años conocí a un hombre que logro traspasar las barreras que había puesto después de una terrible desilusión la cual me costó mucho trabajo salir, él llego a mi vida según yo por casualidad, lo conocí en una cafetería a la que solía ir para leer tranquila y disfrutar de mi soledad acompañada por todas esas personas, un día se me acerco y me dijo que si podría sentarse ahí ya que la conexión a internet estaba mucho mejor en ese sitio, le deje sentarse y eso lo hizo durante una semana a la siguiente semana cambio su estrategia al darse cuenta que yo no le hacía caso, llego con un café y me dijo que si podíamos compartir una charla sobre un libro que vio yo leía, eso me pareció interesante y esa tarde le puse atención conversamos de lo más divertido y pues....mis ojos se empiezan a llenar de lágrimas y trato de que no salgan me esfuerzo y respiro profundo para continuar, el solo me observa con atención no hay expresión alguna en sus ojos o en su rostro, tengo miedo de seguir pero debo hacerlo igual y así se olvida de esa tontería de amarme, así pasaron tres meses de charlas amenas y risas ya estaba más que enamorada, en verdad creía que él era la persona con la que quería compartir el resto de mi vida, no estaba segura de que él sintiera lo mismo así que espere pacientemente, un mes después me invito a salir y acepte ahí se me declaro y nos hicimos novios, él se convirtió en un novio modelo me hablaba diario mensajes y de más cuando nos veíamos me daba regalos flores, con esas actitudes jamás sospecharía sus intenciones reales, pasaron seis meses y me pidió conocer a mi familia yo no quería al principio por qué mi padres son algo especiales más en fin me convenció y acabe prestándole a mi familia, a todos les pareció agradable y se pusieron felices por mí de pronto el empezó a mostrar mucho interés por mi trabajo por cuanto ganaba y como lo distribuía y así detalles que en un principio no me parecieron extraños, también me pidió que compráramos un seguro de vida a mí me pareció extraño pero como me contó una historia del que nos vendería el seguro acepte sin hacer más preguntas, trascurrieron tres meses más y yo seguía enamora y hasta cierto punto idiotizada por aquel hombre hasta el grado que si me hubiera dicho tienes que tirarte del último piso de algún edificio para salvarme lo habría hecho sin preguntar más, que loco es el amor a veces que nos hace ser tan tontos.

—Las lágrimas salen sin que pueda detenerlas, suspiro y continuo, Ángel mi Ángel está perdido en sus pensamientos, no veo alguna expresión, eso me asusta, pero ya no hay marcha atrás, respiro y continuo, el día de mi cumpleaños organizo una fiesta maravillosa y me sorprendió mucho cuando delante de toda mi familia y compañeros me pidió que fuera su esposa, no lo podía creer fue un hermoso momento con el que todas las mujeres soñamos y la forma como lo hizo, supongo era un buen actor, por qué jamás me di cuenta de sus malas intenciones y nadie, bueno si mi amiga Lau me dijo que no le gustaba y Skar lo odiaba cada que podía le dejaba su marca, (me río un poco al recordar que mi bebé Skar lo perseguía por toda la casa y lo arañaba y mordía) me deje llevar por el inmenso amor que le tenía y acepte ser su esposa mis padres decidieron echar la casa por la ventana su única hija el tesoro de la casa se casaría todo fue de maravilla hasta que un día descubrí sus verdaderas intenciones, todo fue por casualidad, esa mañana me desperté por que escuche voces afuera de mi casa y no entendía muy bien habíamos pasado al noche juntos, supuse que ordeno comida o algo así y me levante cuando me acerque a la puerta lo escuche discutiendo con un hombre.

—Tú dijiste que solo la dejaríamos en la calle, nunca hablaste de casarte con ella, porque me haces esto, sabes que muero de celos cada vez que estas con ella, imaginar que te toca me pone loco, eso me dejo perpleja quería salir y gritarles algunas maldiciones, pero no lo hice me quede ahí en silencio escuchando esa conversación, que parecía sacada de una novela no daba crédito a lo que estaba escuchando. —Entiende mi amor es un sacrifico que debemos hacer, crees que a mí no me provoca asco besarla, estar con ella, yo sólo te quiero a ti eres el único con el que quiero estar, pero debemos hacer ese sacrificio, me casaré con ella y pondremos todo a mi nombre y cuando muera cobrare el seguro y seré su único heredero así podremos vivir felices mi amor, me quede de piedra me quería matar y aparte era gay, esto no me podía pasar a mí, como pude ser tan tonta, regrese a la cama y trate de fingir que no escuche esa conversación tenía que reunir pruebas y eso hice busque indicios y reuní pruebas y el valor para cancelar mi boda, fue el día del ensayo cuando decidí romper el silencio y contarle a todo el mundo lo que este monstruo pretendía.

—Las lágrimas siguen saliendo y ya no puedo contenerme lloro como una magdalena y él solo me abraza, siento su calidez y me dice al oído todo está bien estoy contigo, eso me tranquiliza y me eriza la piel, me alejo y sigo contándole.

—después de ese día mi vida se destrozó, sabes lo difícil que es recuperarse de un engaño pues ahora imagina de un engaño con otro hombre, cuando es una mujer como mujer tienes armas y puedes luchar pero contra otro hombre no hay armas, claro que él negó todo y me suplico perdón, el daño ya estaba hecho así que decidí desaparecer me encerré durante una semana en mi casa sin ver a nadie solo mi Skar y yo, mi amargura creció y esa mujer feliz y dulce murió la enterré en el fondo del mar con piedras para que no salga nunca ya que es tan tonta que se deja engañar por cualquier idiota, esa es mi historia, ahora ya sabes porque soy así y no puedo confiar.

—Lía, no sé qué decir, me ve profundamente y en su rostro noto preocupación y un poco de ternura, doy gracias que no veo lastima.

—No digas nada esa es mi historia y ya logre superarla y no permitiré que me lastimen de nuevo.

—Debió ser muy difícil esa situación, ¿Cómo puedo ayudarte para que olvides?

—Ya lo olvide y lo superé solo que no puedo darme el lujo de que me lastimen de nuevo me entiendes Ángel, no me puedo enamorar, no quiero enamorarme, cuando termino esa frase siento sus labios contra los míos y me estremezco, no sé porque este hombre produce unas sensaciones que con nadie más he sentido, una parte de mi quiere alejarse y otra solo quiere quedarse ahí y detener el mundo, lo alejo y frunzo el ceño.

—No lo hagas de nuevo no quiero enojarme contigo ya sabes mi historia y yo no sé nada de ti, entiende que tú no puedes amarme ya que no sabes ni quién eres.

—Lía, ahora me toca a mí contarte algo, noto como se tensa, en su rostro se ve la angustia y la desesperación, será que ya recordó y ahora se arrepiente de haberme besado me va decir que fue un error que yo no significo nada.

—Lía, estas bien, ¿puedo continuar?

—Si, por favor

—Bueno veras, he recordado y eso que te dije hace un momento es la verdad te amo y quiero estar contigo, que seas mía solo mía, no digas nada y escúchame, antes de decirte quien soy y a donde pertenezco te contaré porque esa noche no me fije al cruzar la avenida.

—Se suponía ese momento sería el más feliz e inolvidable de mi existencia, ya que le propondría matrimonio a una mujer que pensé era el amor de mi vida y con la que deseaba compartir el resto de mis días.

—Me quedo de piedra y con la boca abierta, él está a punto de comprometerse y ahora no lo hará. No debo hablar, ¡solo escúchalo!, ¡no lo eches a perder Lía!, no abras la boca déjalo que continúe.

—Planeé una cena hermosa, quería en verdad que todo fuera mágico, quería que se diera cuenta de todo lo que yo sentía por ella y esa era la forma de demostrárselo, llegamos al lugar y cenamos cuando inicie mi propuesta ella se burló de mí, me dijo que no me quería que yo solo había sido un medio para que pudiera escalar más alto y que ni loca se casaría con alguien como yo que le daba lástima, que como se me ocurría hacerle semejante propuesta y me dejo ahí como un tonto en medio de un restaurant lleno de personas curiosas lo único que se me ocurrió fue salir corriendo quería escapar de mi realidad y no me di cuenta cuando atravesé la calle y el resto de la historia la conoces, este soy yo un hombre que llego a ti sin ninguna esperanza y tú lo rescataste, me entiendes, me enamore de ti, de lo que eres y más porque sin conocerme me diste tu apoyo y sigues conmigo, por favor dame la oportunidad de demostrarte lo importante que eres para mí, no me rechaces Lía, en su rostro se nota la angustia y la desesperación.

—Estoy paralizada no sé qué decir ni cómo actuar este hombre me tiene hecha un lío.

–Lía estas bien dime algo, ¿qué piensas?, no me tengas así.

—Sigo muda, mi boca quiere moverse pero mi corazón está atravesado en la garganta y no sale ningún sonido, sólo se me ocurre abrazarlo y lágrimas empiezan a rodar por mi rostro, no sé siento ternura y mucho dolor soy un mar de emociones y sentimientos, si le doy la oportunidad y me traiciona, aún no sé quién es debe ser alguien importante yo no estaré jamás a su altura, no quiero sufrir ni llorar, ¿Qué hago?

—Lía, dime algo, se aparta de mí y veo terror en sus ojos, por qué si yo no soy nada, me armo de valor y me decido a hablar —no puedo decirte nada aún eres un perfecto descocido.

—Lía soy yo, él estúpido que no se fijó al cruzar la avenida, ¿quieres saber más de mí?.

—Si me gustaría saber sobre usted ¿Cómo se llama? ¿A qué se dedica?

—No me hables de usted, me lastimas con esa indiferencia por favor dame la oportunidad de estar contigo.

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