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—De regreso a casa el silencio sepulcral me aterra, no sé qué decir o cómo actuar, ya no es un tipo sin memoria y más ahora es mío, lo observo de vez en cuando y va tan distraído viendo por la ventana que no quiero hablar, es tan guapo, hemos llegado y un detalle se me ha olvidado mi Santa Madre, veo un auto estacionado frente a mi casa y me doy cuenta que son mis padres, me pongo muy nerviosa, Jang se da cuenta y me ve con ojos de amor.

—¿Qué pasa?

—Mis padres están afuera de la casa y las arpías con ellos, se me olvido reportarme con mi madre y puse el móvil en modo silencio, tengo 60 llamadas perdidas y ahora ¿qué haré?, me mira divertido seguramente piensa que soy una adolescente idiota que le temo a mis padres, pero él no los conoce son especiales, los amo pero son muy especiales, no sé qué explicación daré

—Tranquila pequeña, estoy contigo

—toma mi mano, eso me tranquiliza toda duda desaparece como magia

—Vamos a enfrentar a los papás de mi chica, me ve con ojos de ternura, aún no creo que esto sea real.

—Está bien, respondo, en cuanto mi madre ve que mi auto se acerca empieza a gritar maldiciones y tiene cara de la santa inquisición está muy enojada, por qué no respondí el móvil, de nuevo la sensación de temor me invade, mi cuerpo tiembla y no sé qué diré, seguramente las arpías se encargaron de contarle una novela y ahora está más enojada por enterarse de esto por alguien más, estaciono el auto y veo su cara de sorpresa al ver que estoy acompañada su mente está viajando y confirma lo que las p...brutas esas le dijeron

—¿Estas lista para la siguiente prueba mi pequeña? —me sorprende su tranquilidad y esa sonrisa tan sexy que me regala, muevo la cabeza afirmativamente y no puedo con esto, mi cuerpo no responde, no me he movido un centímetro, mientras veo que mi madre se acerca con cara de asesina y mi padre detrás de ella con una cara peor, por favor déjame bajar primero y suavizar las cosas, yo conozco a mis padres y son tan tercos que no nos dejaran explicar las cosas.

—Con una dulce sonrisa me da la fuerza que necesito, salgo disparada del auto y lo primero que escucho es mi nombre

—Lía Margarita de Jesús donde diablos estabas, ¿por qué no me respondes el celular? Que no sabes para que son esos aparatos, me dice moviendo el teléfono que tiene en la mano, anda te escucho chamaca del demonio aunque ya seas una mujer para nosotros no dejaras de ser una niña, mi mama me regaña y recrimina, como siempre la voz cantante de la familia es ella mi papá solo la respalda

—Mamá tranquila, me quede sin batería por eso no conteste, podemos pasar a la casa, no quiero dar un espectáculo a los vecinos

—Me fulmina con la mirada y en ese instante quiero desaparecer que le habrán dicho las vecinas

—¿Espectáculo?, más del que tú ya diste no lo creo jovencita

—A que te refieres mamá

—No te hagas la inocente, tienes a un hombre metido en la casa, toda la semana ha estado aquí y no lo niegues Margarita de Jesús porque te parto la...

—Mamá, para la gritería y vamos adentro tengo que hablar con ustedes, por favor, mi papá la toma del brazo y la jala, mientras ellos cruzan la puerta corro a buscar a mi Dios del Olimpo

—Mi suegra tiene su carácter, me dice divertido —pongo los ojos en blanco, estás seguro que quieres enfrentarte a ellos

—Claro, eres mía y no te voy a dejar, si a ellos no les gusta, entonces te robaré, nadie me va a separar de ti está claro

—sus palabras penetran en mi corazón y lo hacen latir a mil, es tan dulce y tan seguro que tengo miedo que sea un sueño, está bien entonces espera un poco más ya salgo por ti voy a preparar el terreno, solo me sonríe, soy tan feliz, una cosa más si se acercan las arpías no les abras la ventana no respondas nada todo lo distorsionan.

—Corro a la casa y mi madre esta cruzada de brazos frente a la puerta dando zapatazos en el piso —Crees que tengo tu tiempo o qué Lía.

—Mi Ángel me ha dado la fuerza para enfrentarme al mundo entero y contesto con una gran sonrisa

—Si ya me esperaste toda la tarde, eso quiere decir que tienes tiempo, abro la puerta y los invito a pasar, Skar sale disparado como siempre pero al ver la visita huye a la misma velocidad, mi madre empieza a observar la casa buscando algún indicio para comprobar las teorías de las arpías, Tomen asiento por favor les ofrezco agua un té un café, mi padre responde un poco de agua

—¡Ricardo!, que no es una visita de cortesía, mi madre regaña a mi padre como siempre, la ignoro y corro a la cocina a traer el agua

—ahora si, Lía Margarita de Jesús nos debes una larga explicación me dice mi madre.

—Estoy hecha un lio, por donde empiezo, no lo sé

—Jovencita, no tengo toda la noche te escuchamos me dice mi madre con una voz que parece un trueno.

—Bueno, verán, inicio un poco titubeante, pero me armo de valor y recuerdo que ya no soy una niña de quince, que soy adulta e independiente y solo debo decir lo que he hecho y ser feliz con ese hermoso hombre que la vida me regalo, no sé qué te contaron esas arpías maniacas, que se la viven espiándome y criticándome, pero sabes no me importa mucho, en este momento te diré todo y conocerán a alguien, con mi respuesta los dejo de piedra y con la boca abierta, mi papá toma la iniciativa y me pide continuar.

—Te escuchamos hija, queremos saber la verdad por tu boca y no por la de los vecinos.

—Pues verán hace unos día conocí a alguien los detalles los omitiré, porque quiero aclarar esto rápido ya que no tienen toda la noche para mí, digo con una sonrisa burlona que molesta a mi madre, a mí me divierte, lo traje a casa para ayudarlo y sin darme cuenta nos enamoramos y somos novios, hoy le dije que si quiero ser su novia y esa es la historia, está afuera esperando a que acepten conocerlo, se quedan con la boca abierta y sin poder articular una palabra, yo misma me he sorprendido con la rapidez que lo he dicho y sin parpadear, me felicito por el valor que he tenido la Lía que le teme a sus padres murió hoy, no me van a regañar, a decirme algo, ¿puede pasar?, Mi Madre parpadea y trata de decirme algo pero no pronuncia palabra, bueno tomare eso como un sí, salgo disparada por mi hermoso el viento me rosa la cara y puedo respirar me siento libre y feliz como hace mucho no lo hacía, me ve acercarme al auto y sale como si un resorte lo impulsara, me toma de la mano, eso hace que mi corazón se calme.

—Estas bien mi niña, ¿Qué paso?, ¿Nos mandaran a la hoguera?, ¿Será la horca?, estoy listo para cualquier castigo que la santa inquisición nos dé, su tono es juguetón y su sonrisa es de un niño travieso

—Lo abrazo y le digo con cara de niña buena, nada de eso están tan sorprendidos que no creo que nos digan más, me separo y lo tomo de la mano caminamos juntos y entramos.

—Mi Madre casi se desmaya al ver a este precioso espécimen, sonríe discretamente, supongo que pensaban era un vagabundo o algo así, y es un Ángel

—Mucho gusto Jang Keun Suk, para servirles

—Mi padre pone cara de ogro.

—Le da la mano a mi madre y ella pone cara de adolescente frente a un idol y lo jala para besarle la mejilla, lo sabía no podría resistirse a su encantadora sonrisa, mi hermoso responde como un caballero y ella no dice nada solo lo observa.

—Mucho gusto señor Jang, mi nombre es Ricardo y soy el padre de Lía, podemos hablar en privado me gustaría aclarar algunos puntos con usted, su voz se escucha severa como un soldado a la defensiva, no sé qué le dirá y por qué a solas que le va a decir, que yo no puedo escuchar, podemos ocupar el despacho

—Si papá, sabes que esta es tú casa.

—Gracias, me acompaña señor Jang

—Por supuesto...

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