Eros
Observo a todos los alumnos mientras saco un cigarrillo y lo pongo en mi boca. Es mi primer día en esta escuela.
Según Elías, tenía que comportarme el primer día de clases: no fumar, no tomar, no golpear a nadie y no meterme en problemas. Pero, ¿qué hago si todos me parecen imbéciles?
Hace unos minutos vi a un idiota acosando a una chica. La chica corrió hacia su salón y yo lo golpeé. De hecho, ahora mismo está en el suelo mientras fumo tranquilamente.
Recuerdo perfectamente cuando tenía cinco años y vi a mi madre siendo acosada. No pude hacer nada, pero eso me dejó un trauma de por vida.
Los alumnos llegan en sus lujosos autos, con mochilas de diseñador y un uniforme perfectamente planchado. Todos lucen con arrogancia, como si estuvieran diciendo "Nosotros somos los dueños, arrodíllense, perras".
También puedo ver cómo todos ignoran lo que pasa, como si esto ocurriera todos los días, como si el chico en el suelo fuera simplemente basura.
Me los imagino diciendo "Ah, mira, ese chico está en el suelo ensangrentado" y otro contestando "Sí, lo de todos los días, pasa muy a menudo", desinteresados, o más bien muy interesados, pero con padres a favor de evitar problemas, como el mío.
Sigo caminando, pero una chica toca el claxon de su auto lujoso, lo que me hace voltear para observarla.
—¡¿Qué demonios te pasa?! Será mejor que ayudes a ese chico —grita la loca del auto color azul pastel—. ¡Muévete!
Frunzo el ceño, y la observo. ¿Quién es ella?
Ella sale y le limpia la sangre de los labios al chico en el suelo.
—¿Quién demonios te crees? —le pregunto indignado.
—¿Y tú quién te crees? Seguro un imbécil que cree que golpeando a los demás ganará un poco de hombría, pobre diablo —me acerco a ella y la miro directamente a los ojos con seriedad. Ella ni se inmuta, está ahí parada.
Observo sus labios. ¿Quién lo hubiera imaginado? Labios rosados y carnosos, y unos hermosos ojos café.
—Definitivamente soy un pobre diablo, un diablo que cayó en su infierno —me acerco un poco más—. Y su infierno está frente a él.
La tomo de la cintura y la beso, intento introducir mi lengua, pero lo único que siento es su palma en mi mejilla.
Me alejo y le sonrío, masoquista o no, eso era lo que esperaba.
—¡¿Qué carajo?! ¡Aléjate de mí, oh dios, tus labios! Sabían a tabaco, maldito estúpido —se voltea y va hacia su auto, ahora sí con la intención de guardarlo.
***
Zia
Sigo caminando, furiosa por su estúpido prototipo de chico malo. Mi primer beso y es con un idiota. Gran día, Bianchi, gran día. Oh, y escuchen, cada vez se pone mejor.
—¿Oíste sobre el nuevo chico? —pregunta una de las chicas mientras caminamos por el pasillo—. Dicen que es muy guapo, guapo pero malo, muy, muy malo.
—Tonterías. Otros dicen que es un alcohólico y que estaba en una mafia de las afueras de la ciudad —todas reaccionan impresionadas.
—Se equivocan. Hoy presentarán al nuevo director, es el hijo del nuevo director. Lo dijo ayer mi maestra de inglés —siento que esta es la versión más acertada. Por alguna razón extraña, lo presiento y me aterra, porque golpeé al hijo del director, y si ese chico va de chismoso, mis padres se enterarán. Y no es bueno, ni un poco.
Estoy jodida, maldición.
***¡Descarga NovelToon para disfrutar de una mejor experiencia de lectura!***
Updated 35 Episodes
Comments
Francisca Alcantara
Bueno mija jodida es poco
2022-09-27
2
Zulma Zazueta
Huy pero el chico también se ha portado mal
2022-04-23
1
Rosa Peñaloza
sé be buena 👍
2022-04-01
0