Capítulo 4: Una fiesta, un trio y "te llevare a casa"

Narra Zia

A tres cuadras del lugar la música se escucha al tope, esto terminara mal, lo se.

Ah, para poder irme de casa tuve que amarrar varias sabanas, dejarlas caer por la ventana trasera de mi cuarto y hacer jurar a mi hermano que llegando él me ayudara a subir. Plan perfecto.

Estoy a pasos de llegar, me pongo el gloss rosa transparente con brillos que elegí. Nunca he ido a una fiesta, solo lo que me contaba mi antigua "amiga" así que deberé averiguarlo sola.

Al llegar la música cambia, debería de darles una descripción gráfica. Hay chicos bebiendo en el patio de la gran casa, algunos vomitando como si su vida dependiera de ello y yo no tengo más opción que entrar al lugar, porque siento que de alguna u otra forma lo que hay dentro de la casa me terminara gustando.

─¡Bonita! Veniste ─el chico del cual no se su nombre me pone el brazo en su hombro y yo sonrío incomoda─ me llamo Xavier Lombardi, pero dime Xavi o como te guste.

Ah, pertenece a los Lombardi, de una familia élite, aquí veremos que pasara, soy una Bianchi, una familia peligrosamente perfecta, si se aleja no volverá a hablarme. Así que hay de dos.

─Yo soy Zia Bianchi ─él quita su brazo y me mira directamente con los ojos perfectamente abiertos.

─Wow, debe ser una mierda ¿no? ─asiento con una sonrisa─ en fin, nosotros no elegimos a nuestra familia ¿o sí?

─No, definitivamente no la elegimos. ─concuerdo con lo que dijo Xavier.

─Vamos, te daré una bebida y brindaremos por nuestras familias de mierda ─sonrío y asiento.

***

12 bebidas embriagantes después...

─¿Qué es lo más vergonzoso que...─hipido─ haz hecho? ─pregunta Xavier en evidente estado de ebriedad

─No puedes decirle a nadie ─le pongo un dedo en la boca y él asiente con una sonrisa─ una vez mis papás los señores Bianchi se fueron a una fiesta de caridad, mi hermano y yo nos quedamos solos en la casa, una cosa termino en otra y terminamos follando ─me río.

─Pero que tu estas loca chica ─se ríe y seguimos bebiendo, hasta que mis ganas de ir al baño se vuelven demasiado grandes.

─Xavier voy al baño ¿me esperas? ─le pregunto mientras me levanto entre tambaleos.

─Corre corre, están subiendo las escaleras junto al ultimo cuarto del pasillo hacía la izquierda, aquí te espero ─me voy, subo las escaleras y olvido donde se hallaba el baño.

Abro puerta por puerta, no hay nadie, todo normal, son puros cuartos, abro otro y este es diferente a los demás.

Eros follando con otras dos, Eros...estoy viendo a Eros alias: el hijo del director, teniendo un trio.

─¿Qué mierda haces aquí Zia? ─mi nombre saliendo de su boca suena tan seductor.

─Yo...solo...yo ─le digo tartamudeando y él frunce el ceño.

─¿Tu solo? ¿Qué haces aquí Zia? ─entro al cuarto y me quito la chaqueta de cuero sintético que traía puesta.

─¿Puedo meterme a su juego? ─las chicas me observan con determinación y Eros sonríe como un gato.

─Ya estamos nosotras nenita, lo sentimos ─Eros la empuja y yo me volteo.

─Zia, ven nena ─mañana me daré de golpes, yo no soy así, voy hacía él y me siento en una orilla de la cama─ lárguense.

Ellas se van y me quedo con él, puedo observar su miembro y me sonrojo.

─¿Qué pasa Eros? ─le pregunto.

─Puedes coger conmigo cuando quieras, pero hoy no sera esa noche, estas ebria, me imagino que tus padres ni siquiera saben que estas aquí, así que te llevare a casa, vamos Zia ─se pone su ropa y salimos de ahí.

Veo a Xavier y me hace señas de que lo llame después.

Son veinte minutos de viaje, es mi momento ¿Qué secretos guardas contigo Eros Russo?

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