Te amo mami

Ben aún no llegaba, la nana cargo a Hanna y la llevó a su cama. Yo entre a la habitación, salí de ducharme, me puse mi pijama. Me miraba al espejo, no me gustaba mi pelo, mi look de princesa me estaba volviendo loca.

- ¡Te ves hermosa!, dijo Ben, parado en la puerta, mirando como me observaba en el espejo.

- Gracias, le sonreí

Se me acercó.

- Charlotte, siento que el tratamiento funcionó, pero no entiendo por qué me rechazas, si tus ojos me miran con deseo y cuando toco tu piel siento como te estremeces. Yo siento….

Lo calle con un beso, el me cargó, me llevo a la cama, yo le desabrochaba el pantalón y el desabrochaba mi pijama, sus labios rozaban mi cuello, el bajo mis pantalones y abrió mis piernas. Sentí su barba como picaba mi entrepierna y su lengua tocandome, me acercaba al orgasmo, sentí mi cuerpo contraerse tan rápido y de pronto sentí como todo mi cuerpo se elevaba, mire sus ojos era tan guapo, terminamos juntos. El me abrazo.

- Te amo Charlotte.

Al escuchar sus palabras. Me gire, sabía que él la amaba y yo estaba aprovechando eso . Me sentí tan mal. No quería engañarlo, él no se lo merecía. Me levanté, me vestí y me gire. Tenía que decirle.

- ¡Ben!, el me miraba con una sonrisa. Necesito pedirte un favor, yo sé que piensas que no dejo que me toques, pero el la clínica nos comentaron que el deseo lo tomáramos con calma, por qué eso podría alterar el tratamiento. Necesito tiempo y ya se que me amas. Pero no quiero escucharlo . Te lo agradeceria. Salí de la recámara. Y baje a la cocina, tome un vaso de agua. Camine a la casita de muñecas de Hanna que estaba en el jardín. Me metí y me solté a llorar.

Quería volver, yo no podía soportar estar con el. - Me gusta. Pero no es mío. Es a ella a quien ama. El sueño me gano y me quedé dormida en la camita de juguete.

Tenía un dolor terrible de espalda, salí de la casita y los empleados de la casa me miraban de forma extraña.

No los mire, solo camine rápido a mi dormitorio. Él ya no estaba, eso me tranquilizó un poco.

Me acosté en la cama, dormí unas horas más. Hanna me tocó la puerta

- mami hoy vamos a nadar, decía dulcemente.

- Si amor ya voy.

Ese día me pasaron de nuevo el menú, mire ala chef .

- ¿Puedo cocinar yo?, le pregunté

- Si es su cocina señora, dijo nerviosa

- Ok genial

- Necesito pasta, tomates, perejil, me puedes pasar los ingredientes por fis .

- Si señora

Mi mamá entro ala cocina y me miró con admiración.

- ¿Tu cocinando? Preguntaba

- Si, nos enseñaron en la clínica un sexi chef italiano.

- ¿Y te lo cogiste?, dijo mi mamá

Yo me reía, no podía creer que con esta mamá, fuera fácil hablar de este tema.

- No mami estaba en rehabilitación, lo recuerdas.

Prepare lasaña y pasta. Un delicioso pastel de manzana. Me gustaba cocinar, por qué cuando mi inspiración de pintar se estancaba, perdía el tiempo preparando comida.

Comimos, a Hanna le encantó la lasaña. Y a mi madre el pastel.

Estaba acostada leyendo un libro, él aún no llegaba, Ya habían pasado varias noches desde que tuvimos relaciones, después de esa última noche solo me abrazaba, eso se lo permitía por qué sentir sus manos en mi cintura me encantaba.

Esa noche me abrazo.

- Me contaron que preparaste de comer, al llegar a casa me llegó el aroma de esa deliciosa pasta, me serví un poco estaba muy rica.

- Disculpa, ¿pensé que cenabas en la oficina?

- Yo nunca te cuento de mis actividades, por qué no quiero molestarte.

Ella no sabía nada de él, ahora entiendo por qué casi no platicaba de él.

Al día siguiente prepare una pizza casera, sabía que a Hanna le encantaría, a que niño no le gusta la pizza.

Espere despierta a qué llegara Ben, entro se miraba cansado y fastidiado.

Se duchaba, baje a la cocina para subir un pedazo de pizza y vino. Se lo deje en buró que estaba de su lado. Me acomode debajo de las sábanas. Salió de la ducha, se vistió, escuché como saboreaba el vino y mordía la pizza.

Se levantó a lavarse los dientes, después me colocó a mano en la cintura.

- ¡Estuvo muy rica gracias!

Yo quería platicar con él, este matrimonio es un asco.

En la mañana me gire lo miraba, comencé acariciar su cabello, el abrió sus ojos y me miró, lo bese. Coloque mi rostro en su pecho.

- Ben siento algo por ti, muy fuerte, pero necesito decirte algo. Probablemente termine con esto. Ben yo...

Ben metió su mano abajo de mi pijama tocando mi piel, me paralizó.

- Ya se que me amas Charlotte. Pero te resistes a mí.

Me aleje rápido de él .

- ¡Si tal vez te amo, no lo sé!

Corrí al clóset y me puse tenis, una sudadera, salí a correr, corrí tanto que llegue a mi tienda favorita, no pensé que estaría aquí, entre. Compré unos cuadernos y lápices. Me senté en la banca del parque, comencé a dibujar. Me perdí, no me percate que ya era tarde. Hasta que vi que salían las personas de sus oficinas a comer.

Llegue a casa con mis cuadernos en la mano, entre a mi habitación, los deje en la cama, tome una ducha larga, baje a comer algo y mire a Hanna .

- ¡Mami!, ¿donde estabas ?. Papá salió a buscarte.

Fui a dar un paseo cariño.

- Ya le avisé que regreso señora, decía la Nana.

- Muchas gracias.

El resto de la tarde corría y jugaba con Hanna.

ella tenía una hermosa sonrisa, sus carcajadas me hacían tan feliz, la abrazaba demasiado y no paraba de besarla, la amo también, como amo a su padre. Los deseó tanto en mi vida.

sentí mis lágrimas bajando.

- ¿por qué lloras mami?, decía Hanna limpiando mi cara.

- Por qué te amo mucho cariño y eres lo mejor que me pudo pasar en mi vida.

- Yo también te amo mami.

- Mi amor eres tan bella, la abrace muy fuerte.

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