Capítulo IV: Chico nerd

—¡¿Por qué mierda me pasa esto a mí?!

Estamos con Libi en la biblioteca de la universidad y mi puto pendrive no funciona.

—¿No tienes una copia de la presentación en tu computador? —pregunta ella.

—No. Estaba trabajando sobre el archivo que guardamos la otra vez.

—Debiste guardarlo en la nube.

—¿Qué voy a hacer ahora? No haré todo de nuevo, me niego.

—Quizás haya una forma de arreglarlo —dice Libi, pensativa.

—No lo creo, está muerto. Ya ni siquiera prende su lucecita —le digo, agitando el cadáver entre mis dedos.

Se ha ido al cielo de los pendrives, donde también descansan los casettes, discketes, VCD y poco a poco los DVD.

—Una vez tuve un problema con mi notebook y un chico que estaba en el laboratorio de computación lo arregló. Era en el edificio de informática.

Voy con los ñoños de los PC para ver si alguien me hace el milagro de resucitarme al infeliz que se le ocurre morir en el peor momento. Libi no recordaba el nombre del chico, pero no será difícil encontrarlo, también es pelirrojo.

Un futuro novio para Libi. Y se lo tenía bien guardado.

Hay tres hileras de computadores, con unos cuantos tipos repartidos, ninguno es a quien busco. Voy a preguntarles si lo conocen cuando uno de ellos pide ayuda. Del final de la sala, detrás de unos estantes, aparece un pelirrojo y va con él. Lo observo unos momentos, es alto, con gafas. Lleva una chaqueta que se ve bastante gruesa para estar aquí dentro, de seguro apesta. La sala es oscura, como un antro, pero de megabytes. ¡No hay aire, que alguien abra una ventana!

El nerd vuelve a su madriguera y avanzo por el pasillo, silenciosamente. Por entre las cosas del estante, que son partes de computadores y libros, lo sigo observando. Tiene algo así como una oficina, debe ser el nerd jefe. Teclea a toda velocidad, encorvado como un engendro sobre su computador, es monstruoso. Decido mostrarme por fin, este lugar me marea. Avanzo hasta ubicarme tras él.

No se percata de mi presencia y sigue tecleando, completamente abstraído en lo que aparece en la pantalla, un montón de símbolos extraños que tampoco me interesa entender. El silencio, interrumpido únicamente por el sonido de las teclas, se me hace extrañamente relajante por unos segundos, hasta que vuelvo en mí.

—Hola, soy Lucy —le digo lo suficientemente fuerte como para asustarlo.

Y lo consigo. El pobre se sobresalta, girando su silla en mi dirección, en postura defensiva. Tras sus gafas, sus ojos claros me miran como si estuviese contemplando una aparición espectral, algo que no debería existir. Asumo que no muchas chicas vienen a este lugar.

Cuando se le pasa un poco el impacto, mira la mano que le extendí, pero no se atreve a cogerla. Apuesto mi fortuna a que el pobrecillo es virgen. Esto podría ser divertido.

—Tengo un problema con mi pendrive y mi amiga Libi dijo que tú podrías ayudarme. Por supuesto, te pagaré bien.

Él asiente y extiende la mano para que se lo pase. En el intercambio rozo sus dedos intencionalmente y hace una mueca, como si le hubiera dado la corriente. Dice que tome asiento, señalando la silla en un rincón, cerca de la primera hilera de computadores. La pongo a su lado y allí me quedo, bien cerca de él, apreciando cada detalle de su apariencia. No parece apestar y su cabello rojo no es del todo liso, tiene suaves ondas que lo hacen lucir desordenado, rebelde, sobre todo con los reflejos azules de la pantalla. Su piel es de una palidez lechosa, como la de Libi. Al igual que ella, no tiene pecas visibles, al menos con la poca luz. ¿Tendrá en los hombros? El calor de la sala empieza a volverse sofocante.

—El aire acondicionado está descompuesto —dice él, sin despegar sus ojos de la pantalla.

—Eso explica por qué aquí dentro hace tanto calor. —Me quito el sweater, quedando en una polera delgada y que se ajusta perfectamente a mi cuerpo.

Lo oigo tragar saliva y mi ánimo se eleva sobre las nubes.

—No responde, debe haberse quemado.

—¿Hay alguna forma de recuperar los archivos? Son muy importantes.

—Sí, la hay, pero llevará más tiempo. Te avisaré cuando esté listo.

Mira nada más, el chico nerd resultó bastante hábil. En nada ya se consiguió mi número. Quizás no sea tan virgen como parece, un lobo con piel de oveja. De pronto tengo la necesidad de descuerarlo.

—De acuerdo, pero debes saber que, entre mis archivos, hay algunas fotos sucias que nadie debe ver ¿Puedo contar con tu discreción?

Completamente ruborizado asiente, eludiendo mi mirada. Retiro lo dicho, este pollito es completamente virgen, lo que importa ahora es por cuánto tiempo lo seguirá siendo.

...〜🍓〜...

—Libi, ¿el chico nerd te gusta?

—No.

—Genial, porque quiero jugar un poco con él —le cuento, mordiendo mi labio.

—Lucy, es un chico lindo y tímido, no seas malvada con él.

—¿Malvada? Voy a ser una bendición para él, Libi. De seguro los únicos pechos que ha visto son los de las actrices porno. Debe tener las manos despedazadas de tanto pajearse frente a una pantalla.

—¡Lucy, qué asquerosa! Estoy comiendo.

Su cara de asco es graciosa. Sólo a ella se le ocurre comer leche con plátano cuando hablo de un chico.

—Hola, Lucy ¿Cómo estás? —me saluda el bombón de café, el que se hace el interesante.

—Bien —le digo, sin prestarle mucha atención.

—Estaba pensando que podríamos salir esta noche ¿Qué te parece?

—No puedo, ya tengo planes.

—¿Qué tal mañana?

—Te llamaré cuando esté libre —le digo, poniéndome luego a hablar con Libi.

Él se va en silencio.

—¿Por qué le hiciste eso? Pobrecito —se lamenta ella.

Ya olvidó que creía que era un patán.

—Se lo merece por idiota. Si te preocupa tanto, ve a consolarlo.

Me saca la lengua y sigue comiendo. A los hombres hay que tratarlos mal antes de que ellos lo hagan. Luego vienen arrastrándose por tu atención. Ese chico es guapo y lo sabe, esos son los más peligrosos.

Luego del almuerzo vamos a nuestra última clase. Es de dibujo, mi favorita. Representación del cuerpo humano, nos ponen delante a un tipo desnudo que está bien bueno.

—Hmm. Voy a pintarte como a mis chicos franceses —susurro para Libi, pero lo digo demasiado fuerte y el chico también escucha.

Empieza a reír y sus mejillas se sonrojan levemente. Es encantador, aunque los modelos no son mi tipo. Demasiado vanidosos. Cada vez que lo miro le hago alguna mueca y él se esfuerza para no reír. Empieza a mirar para otro lado.

Mi dibujo queda excelente, el maestro me felicita y consigo el número del modelo. ¡Qué tarde tan maravillosa!

Mi teléfono vibra. Es un mensaje del bombón nerd.

—Qué comience la cacería —le digo a Libi.

Ella rueda los ojos.

La sala de computación está completamente vacía y silenciosa. La luz está encendida y hay aire fresco. Las ventanas están abiertas. El chico aparece por una puerta al costado. A esta hora hay poca gente en todo el campus. Este tipo podría intentar aprovecharse de mí, atarme con algún cable y hacerme lo que quiera.

¡Qué emoción!

—Recuperé los archivos. Puede que algunos los hayas borrado antes. Tendrás que revisar los que te sirvan. Aquí están. —Me extiende otro pendrive.

Ahora puedo ver mejor su rostro. No está nada mal y tiene unos ojos color ámbar maravillosos. Tal vez le gusta lucir como un nerd para que las chicas no lo acosen.

Qué iluso.

—¿Viste mis fotos sucias? —Uso un tono inocente, fingiendo timidez.

Eso a los hombres los enloquece.

—No, sólo vi la lista de archivos, eso incluye su nombre y su extensión, nada más, no te preocupes. —Se oye muy profesional y distante, ya no parece tan nervioso con mi presencia como en la mañana.

—Muchas gracias. Sé que dije que iba a pagarte, pero no llevo efectivo ¿Crees que podríamos arreglarlo de otro modo?

Ceja arqueada, ojos entrecerrados y mi dedo tocando mi labio inferior, esa es la pose seductora número uno. Él me mira boquiabierto y vuelve a ser el pollito de antes. Creo que intentaba hacerse el difícil igual que el otro, el macho indiferente.

¡Ja!

—No te preocupes, dejémoslo como un favor, no tienes que pagarme nada.

¡¿Qué?!. Eso no me lo esperaba, era su momento para asomar la garras.

¿Debería ofrecerme a hacerle una paja? No, eso podría asustarlo. ¿Dejarlo tocarme los senos? Lo mismo, pero más barato. Libi tiene razón, debo irme con calma con él, eso hará la cacería más divertida. Mientras más me tarde en devorarlo, más lo disfrutaré al final.

—Eso me haría sentir como una aprovechada, no quieres que me sienta así ¿Verdad? —Me acerco unos pasos a él, jugueteando con un mechón de mi cabello.

Esa es la pose seductora número dos: juguetear con el cabello de comercial de shampoo.

—Lucy, no tienes que preocuparte, de verdad.

Lo miro con mi irresistible cara de cachorrito con pena. Si esto no funciona, me jubilo de las lides amorosas.

—Bueno, en realidad sí hay algo que podrías hacer.

Lo sabía. Sigo siendo la número uno.

...**********************************************************...

Lucy ya tiene en la mira al chico nerd 😏

¿Qué le pedirá él?🙈

¡Gracias por leer!

Más populares

Comments

Sandra Robles

Sandra Robles

jajaja que zonza con sus poses reductoras

2024-02-09

1

María Lorena Guerrero Guerrero

María Lorena Guerrero Guerrero

no, pues que coincidencia! 🤭🤣🤣🤣

2023-07-25

0

Laura Bernal Rojas

Laura Bernal Rojas

Apuesto a que lo deje en paz jajajaja

2023-01-21

0

Total
Capítulos
1 Prefacio
2 Capítulo I: Lo más valioso
3 Capítulo II: Aplicando justicia
4 Capítulo III: Soledad
5 Capítulo IV: Chico nerd
6 Capítulo V: Un sabor incomparable
7 Capítulo VI: Damisela en problemas
8 Capítulo VII: El príncipe al rescate
9 Capítulo VIII: Sensación de culpa
10 Capítulo IX: Un juego peligroso
11 Capítulo X: Reposo absoluto
12 Capítulo XI: Vida de topo
13 Capítulo XII: Celosa
14 Capítulo XIII: Heridas
15 Capítulo XIV: Niños desprotegidos
16 Capítulo XV: Refugio
17 Capítulo XVI: Cita doble
18 Capítulo XVII: El malo K
19 Capítulo XVIII: Negociación
20 Capítulo XIX: Noche de fiesta
21 Capítulo XX: Deuda
22 Capítulo XXI: Viaje espiritual
23 Capítulo XXII: Iluminación
24 Capítulo XXIII: Cosas de amigos
25 Capítulo XXIV: Juegos sucios
26 Capítulo XXV: Nueva conquista
27 Capítulo XXVI: Androides
28 Capítulo XXVII: Todo por la amistad
29 Capítulo XXVIII: El otro lado
30 Capítulo XXIX: Miedo
31 Capítulo XXX: El senador I
32 Capítulo XXXI: El senador II
33 Capítulo XXXII: Frío
34 Capítulo XXXIII: Enemigos cerca
35 Capítulo XXXIV: Una mujer seria
36 Capítulo XXXV: Observadores
37 Capítulo XXXVI: Prejuicios
38 Capítulo XXXVII: Sospechas
39 Capítulo XXXVIII: Crimen y castigo
40 Capítulo XXXIX: Accidente
41 Capítulo XL: Fractura
42 Capítulo XLI: Nuevo comienzo
43 Capítulo XLII: Desaparecido
44 Capítulo XLIII: Despedida
45 Capítulo XLIV: Amor incondicional
46 Capítulo XLV: Verdades dolorosas
47 Capítulo XLVI: Falsas apariencias
48 Capítulo XLVII: Una pausa necesaria
49 Capítulo XLVIII: ¿Estás asustada?
50 Capítulo XLIX: Amor de familia
51 Capítulo L: Inalcanzables
52 Capítulo LI: Sentimientos confusos
53 Capítulo LII: Niños interiores
54 Capítulo LIII: Armaduras
55 Capítulo LIV: Régimen flexible
56 Capítulo LV: Confianza
57 Capítulo LVI: Cambios
58 Capítulo LVII: Distracciones
59 Capítulo LVIII: Prueba de confianza
60 Capítulo LIX: Locas fantasías
61 Capítulo LX: Pelirroja
62 Capítulo LXI: Agentes secretos I
63 Capítulo LXII: Agentes secretos II
64 Capítulo LXIII: Problemas nutricionales
65 Capítulo LXIV: Sin vuelta atrás
66 Capítulo LXV: Por la cabeza del rey
67 Capítulo LXVI: ¿Quién ha muerto?
68 Capítulo LXVII: Culpa
69 Capítulo LXVIII: Prisionero
70 Capítulo LXIX: Ni amantes ni enemigos
71 Capítulo LXX: Instinto materno
72 Capítulo LXXI: Sin sentido
73 Capítulo LXXII: En busca de justicia
74 Capítulo LXXIII: Pista clave
75 Capítulo LXXIV: Caballo de Troya
76 Capítulo LXXV: La caída del rey
77 Capítulo LXXVI: El regalo
78 Capítulo LXXVII: La espera de la princesa
Capítulos

Updated 78 Episodes

1
Prefacio
2
Capítulo I: Lo más valioso
3
Capítulo II: Aplicando justicia
4
Capítulo III: Soledad
5
Capítulo IV: Chico nerd
6
Capítulo V: Un sabor incomparable
7
Capítulo VI: Damisela en problemas
8
Capítulo VII: El príncipe al rescate
9
Capítulo VIII: Sensación de culpa
10
Capítulo IX: Un juego peligroso
11
Capítulo X: Reposo absoluto
12
Capítulo XI: Vida de topo
13
Capítulo XII: Celosa
14
Capítulo XIII: Heridas
15
Capítulo XIV: Niños desprotegidos
16
Capítulo XV: Refugio
17
Capítulo XVI: Cita doble
18
Capítulo XVII: El malo K
19
Capítulo XVIII: Negociación
20
Capítulo XIX: Noche de fiesta
21
Capítulo XX: Deuda
22
Capítulo XXI: Viaje espiritual
23
Capítulo XXII: Iluminación
24
Capítulo XXIII: Cosas de amigos
25
Capítulo XXIV: Juegos sucios
26
Capítulo XXV: Nueva conquista
27
Capítulo XXVI: Androides
28
Capítulo XXVII: Todo por la amistad
29
Capítulo XXVIII: El otro lado
30
Capítulo XXIX: Miedo
31
Capítulo XXX: El senador I
32
Capítulo XXXI: El senador II
33
Capítulo XXXII: Frío
34
Capítulo XXXIII: Enemigos cerca
35
Capítulo XXXIV: Una mujer seria
36
Capítulo XXXV: Observadores
37
Capítulo XXXVI: Prejuicios
38
Capítulo XXXVII: Sospechas
39
Capítulo XXXVIII: Crimen y castigo
40
Capítulo XXXIX: Accidente
41
Capítulo XL: Fractura
42
Capítulo XLI: Nuevo comienzo
43
Capítulo XLII: Desaparecido
44
Capítulo XLIII: Despedida
45
Capítulo XLIV: Amor incondicional
46
Capítulo XLV: Verdades dolorosas
47
Capítulo XLVI: Falsas apariencias
48
Capítulo XLVII: Una pausa necesaria
49
Capítulo XLVIII: ¿Estás asustada?
50
Capítulo XLIX: Amor de familia
51
Capítulo L: Inalcanzables
52
Capítulo LI: Sentimientos confusos
53
Capítulo LII: Niños interiores
54
Capítulo LIII: Armaduras
55
Capítulo LIV: Régimen flexible
56
Capítulo LV: Confianza
57
Capítulo LVI: Cambios
58
Capítulo LVII: Distracciones
59
Capítulo LVIII: Prueba de confianza
60
Capítulo LIX: Locas fantasías
61
Capítulo LX: Pelirroja
62
Capítulo LXI: Agentes secretos I
63
Capítulo LXII: Agentes secretos II
64
Capítulo LXIII: Problemas nutricionales
65
Capítulo LXIV: Sin vuelta atrás
66
Capítulo LXV: Por la cabeza del rey
67
Capítulo LXVI: ¿Quién ha muerto?
68
Capítulo LXVII: Culpa
69
Capítulo LXVIII: Prisionero
70
Capítulo LXIX: Ni amantes ni enemigos
71
Capítulo LXX: Instinto materno
72
Capítulo LXXI: Sin sentido
73
Capítulo LXXII: En busca de justicia
74
Capítulo LXXIII: Pista clave
75
Capítulo LXXIV: Caballo de Troya
76
Capítulo LXXV: La caída del rey
77
Capítulo LXXVI: El regalo
78
Capítulo LXXVII: La espera de la princesa

descargar

¿Te gustó esta historia? Descarga la APP para mantener tu historial de lectura
descargar

Beneficios

Nuevos usuarios que descargaron la APP, pueden leer hasta 10 capítulos gratis

Recibir
NovelToon
Step Into A Different WORLD!
Download MangaToon APP on App Store and Google Play